Ann Miller le gusta contar que de niña su padre mojó sus encías con un Single Malt. Desde entonces, su vida ha estado unida a la del destilado escocés. En su primera visita a México como embajadora de Chivas Brothers, comparte los desafíos de ser mujer en una industria masculina.  Por Milagros Belgrano Rawson Fue la primera marca en entender el valor de los bienes de alta gama. Chivas Brothers era originariamente una tienda de Aberdeen que vendía café y destilados importados a la gente rica. Por entonces sólo se vendían Single Malts, que solían tener un sabor un tanto rudo. Decididos a crear una bebida fina, los Chivas concibieron una mezcla de maltas, el Chivas Regal 25, que en 1909 fue lanzado como el primer whisky premium. En Estados Unidos su éxito fue rotundo hasta la Ley Seca, que cortó de cuajo su buena estrella. Pero el producto For Export más popular de Escocia renació con un cambio de nombre —Chivas Regal 12— y una leyenda alimentada por luminarias como Frank Sinatra. En ocasión del nuevo lanzamiento de la etiqueta Chivas Regal Extra, platicamos con la embajadora global de la marca, Ann Miller, que vino a México a compartir su pasión por las maltas. Cuenta la leyenda que el padre de Ann Miller untó las encías de su hija con whisky cuando ésta comenzó a mostrarse molesta por la aparición de los primeros dientes de leche. “Parece que cuando lo hizo yo empecé a bailar”, le gusta recordar. Así comenzó su temprana carrera en esta industria, la más importante en Escocia después del petróleo y el gas. Si no sonara cursi, se diría que por las venas de Miller corre whisky. No sólo hace 25 años que trabaja en este rubro, sino que vive en una antigua granja donde su esposo cultiva cebada. Ha fijado su residencia en Speyside, algo así como el Valle de Napa de los whiskies escoceses. De hecho, su casa queda a media hora de sus oficinas, ubicadas en la destilería de Strathisla, que produce Chivas Regal. No hay dos días iguales en la rutina laboral de Miller. Como embajadora global de Chivas Brothers, se encarga de comunicar la historia de la marca y sus productos —su portafolio incluye Chivas Regal, Ballantine´s y Glenlivet, entre otros —al  público extranjero. Otra de sus tareas es la creación y supervisión de programas de entrenamiento y catas en Escocia y el extranjero . “Aunque esto sea una sorpresa para algunos, Francia es uno de los mercados más importantes de malta, incluso allí se consume más que el coñac”, nos cuenta en la comida que ofreció en el restaurante Biko para presentar ante los mexicanos el último lanzamiento de su firma. Para la experta, los otros mayores consumidores de malta son “Estados Unidos y tal vez Reino Unido en tercer lugar. Asia también es un mercado importante y creciente, sobre todo Japón, Taiwán y China”. Acerca de un mercado tan joven como México, indica que tiene “mucho potencial, por su interés por los productos de calidad y los sabores complejos”. Resulta inevitable preguntar a la experta cómo toma su whisky. “No hay mucha ciencia”, concede. Suele agregarle un poco de agua y nada más. No necesita hielo, explica, porque en Escocia, el clima nunca llega a ser caluroso. “De vez en cuando, para cambiar la rutina, lo preparo con jugo de manzana o algún refresco que tenga en casa, como Canada Dry”, dice. En cuanto a los maridajes, confiesa que es adepta al whisky con el chocolate: “Mientras que este último no se lleva muy bien con el vino, la combinación de cacao y malta es divina. Frutas secas y especias también hacen muy buenas migas con el whisky”, detalla. Y qué se siente ser embajadora de una industria mayormente masculina? “Esto era verdad hasta hace relativamente poco, ya que el proceso de producción era manual”, explica Miller. Pero, hoy en día, gracias a la tecnología, Chivas emplea a muchas mujeres, dice. “Y en áreas como Marketing y Comunicación, la proporción de ambos sexos es prácticmente 50 y 50”. Por otro lado, la embajadora siente que su posición en la industria puede ayudar a cambiar ciertos prejuicios. “Puedo marcar una diferencia compartiendo mis conocimientos con otras mujeres. Porque el whisky no es una bebida masculina”. Y destaca que una idea “errónea”, aunque muy extendida, es aquella asegura que tomar el whisky puro es cosa de hombres. “Es como decir que la buena carne se come casi cruda, cuando sólo se trata de gustos”, sostiene. Añadirle agua no es un pecado, sino un placer. Ann Miller La caballerosidad mexicana Discípula de Ann Miller, la joven embajadora de Chivas Regal en México, la británica Teresa Rigley, nos contó cómo disfrutar al máximo del whisky, y también compartió detalles de su encuentro con el público local. ¿Qué costumbres has observado en México con relación al whisky? —Aquí se toma con agua mineral, solo o en las rocas. Mi principal desafío es que los mexicanos cambien sus hábitos. Personalmente, me encanta disfrutarlo con té helado y un poco de limón. Es una costumbre muy refrescante que adquirí cuando vivía en China. Allí la malta número uno es Chivas Regal, y en los antros se la suele beber con té helado, frutas y palomitas. Entonces no eres de las que piensan que es pecado tomar whisky con refresco. —No, para nada. Mi mamá no puede beber whisky si no está mezclado con un refresco. Creo que sólo hay que saber cómo tomarlo para no combatir los sabores que ya trae la malta. ¿Cómo fue tu encuentro con el mundo del whisky? —En Bath, la ciudad donde crecí, estudié profesorado de idiomas. Pero hubo un tiempo en que trabajé como bartender. Así fue cómo constaté que en mi país más que whisky, se consume mucha ginebra, vodka, cerveza y sidra. Las mujeres toman whisky, pero no tanto como los hombres. Empecé a tomar maltas como una alternativa al vodka, que no me gusta. Desde junio pasado pertenezco al grupo de 18 embajadores —hombres y mujeres— de Chivas Regal que han sido reclutados por nuestra embajadora global, Ann Miller, y que están basados en distintos puntos del mundo. Debut exclusivo Dos meses antes de la presentación ante el público mexicano de Chivas Regal Extra, la embajadora global de Chivas Regal, Ann Miller, ofreció una cata con el último lanzamiento. La cita fue en una exclusiva comida en el restaurante defeño Biko, donde algunos miembros de la prensa disfrutaron de un menú elaborado en base a las notas del nuevo whisky. El banquete consistió en cinco tiempos: sierra curada con aguacate y cítricos; crema de amarantos, pescado verde y apio con calamares salteados y cordero de la olla. El toque final fue el postre: una burbuja de trufa de color cobre que explotaba en el paladar uniéndose al sabor del plátano y el mole. La comida fue maridada, además, con cocteles hechos con Chivas Extra. Aquí, una de las recetas creada especialmente para esta ocasión. SAMBAL:
  • 1.5 partes de Chivas Regal Extra
  • 0.5 partes de jarabe de vainilla
  • 0.25 partes de jugo de limón natural
  • 0.25 partes de jugo de naranja natural
  • 2 clavos de olor
  • 8 granos de pimienta roja
  • Una pizca de cardamomo
  • Mezclar sobre hielo y servirlo en un vaso tulipán, con una rodaja de naranja.
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