En el mundo, los fraudes cobran una proporción de las ganancias de la industria bancaria y aseguradora. En 2011 los usuarios de servicios financieros perdieron 476 mdp en controversias asociadas con fraudes.   Dicen los abuelos que es mejor prevenir que lamentar, en la industria financiera el dicho no sólo aplica, se ha convertido en una primicia básica desde hace algunos años ante el aumento en la incidencia de fraudes que vulneran no sólo la seguridad de los grandes grupos bancarios y aseguradores, sino la confianza de los clientes. Datos de la Comisión Nacional para la Protección y defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) arrojan que en 2011, las controversias asociadas a fraudes financieros costaron a los usuarios 476 millones de pesos. Además, de acuerdo con la Comisión de Estudios Legislativos de la Cámara de Senadres el lavado de dinero alcanza un monto de alrededor de 3 billones de pesos anualmente en México, equivalentes a 82% del gasto de la Federación programado para 2012. Así, las actividades fraudulentas se han convertido en una amenaza para la correcta operación del sistema financiero. La firma de soluciones analíticas SAS, explica que las nuevas tendencias de fraude en el sistema financiero pueden dividirse en dos rubros: las del sistema bancario y las del sector asegurador. En materia de Bancos, Raquel Guillot, Fraud Domain Expert, para SAS Latinoamérica Norte, explica que una de las grandes amenazas es el robo de información y la suplantación de identidad. Mientras que en sector asegurador, la mayor amenaza proviene de las reclamaciones falsas. En lo correspondiente a lavado de dinero, SAS advierte que se ha detectado que mucho del dinero que se genera con el tráfico de armas y sustancias ilegales se invierte en la compra de mercancía que se vende en la economía informal, lo que representa una salida para los recursos provenientes del lavado. Como parte del análisis de tendencias, SAS detectó algunos riesgos que se han convertido en blancos recurrentes: Fraude transaccional. Es aquel que ocurre contra el cliente dentro de la empresa, por ejemplo, la clonación de tarjeta. Fraude por originación. Cuando ocurre un robo o suplantación de identidad. Suscripción y reclamaciones; que es más común entre las aseguradoras. Durante la suscripción es importante monitorear al cliente y sus movimientos, para evitar datos falsos o indicios de fraude durante algún siniestro. La especialista en fraude explicó que la estrategia antifraudes de las entidades financieras debe evolucionar ante la sofisticación de los mecanismos para defraudar. Así, una estrategia efectiva debe contener en esencia algunos elementos básicos: la automatización de procesos, reglas y perfiles de fraudes, flexibilidad en la política de prevención, reportes, gestión de alertas y mecanismos para detectar falsos positivos. De acuerdo con un estudio, en México sólo 29% de las empresas cuenta con una solución preventiva a la medida, lo que coloca al país en un nivel medio con un puntaje de 5.76 en una evaluación de Basilea donde el 10 es la propensión más alta. “Vemos que en México hay una adopción de medidas antifraude generalizada, es un fenómeno grato dado que hace cinco o diez años las firmas financieras no lo consideraban medida prioritaria”, explica la especialista.   ¿Cómo está el resto del mundo? Algunos de los mayores impactos por fraudes son: Estados Unidos: La información del sector asegurador y el FBI permite estimar que las pérdidas por fraudes alcanzan entre 30,000 y 40,000 millones de dólares al año. Australia: La Insurance Council of Australia estima que entre 10 y 15% de las reclamaciones de pago de seguro son propensas a un análisis minucioso para poder descartar fraudes. Suecia: La Asociación Sueca de Seguros estima que un 5 o 10% de las reclamaciones de seguro son sujetas a análisis de fraude. Francia: Se estima que las pérdidas por fraude en el sector financiero ascienden a 2,500 millones de euros al año. Inglaterra: La Asociación de Aseguradoras Británicas estima que sus pérdidas por fraude alcanzan 2,000 millones de libras esterlinas al año. Sudáfrica: El Sudafrica Insurance Crime Bureau estima que 30% de las reclamaciones de seguro son propensas a presentar elementos que pueden catalogarlas como fraude. Alemania: La Asociación Alemana de Aseguradoras estima que los costos del fraude alcanzan 4,000 millones de euros al año.

 

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