Por Keren Blankfeld Cuando Rosie Ríos se convirtió en la primera mujer Tesorera de Estados Unidos hace ocho años, la sacudió el hecho de que cada moneda o billete en los últimos 100 años representaba en realidad a sólo el 50% de la población del país. “Me di cuenta de que todas las mujeres eran una alegoría, que eran personas sin nombre”, dijo Ríos en la cuarta Forbes Women’s Summit hoy. Ríos convirtió en su misión cambiar ese hecho. Unos meses después de proponer un rediseño de la moneda al ex secretario del Tesoro, Timothy Geithner, fue aprobado por él. Parcialmente, dijo, porque al igual que ella, él también tenía una hija pequeña. El año pasado, el secretario del Tesoro Jacob Lew anunció formalmente que el billete de 10 dólares sería rediseñado para incluir a una mujer. La falta de la representación femenina en la cultura americana fue una frustración común expresada entre las panelistas que discutían sobre el empoderamiento de futuras líderes. Las tres panelistas han abierto el camino para que las mujeres accedan a posiciones en las empresas, el gobierno, el entretenimiento y los negocios. Cuando era niña, Sana Amanat no tuvo ningún ejemplo a seguir, ni como mujer ni como musulmana. Ella ya ha cambiado eso. Después de unos años en Marvel Entertainment ella estaba hablando con su jefe acerca de sus experiencias de juventud cuando tuvo la idea de crear modelo a seguir musulmán positivo para las mujeres. En 2013, Kamala Khan, también conocida como Ms. Marvel, hizo su debut como la primera súper heroína musulmana-estadounidense de Marvel. Un año más tarde, Ms. Marvel se convirtió en la estrella de su propia serie de cómics, co-creada por Amanat. “Tomamos un riesgo enorme, ya que fue muy controvertida en el momento”, dijo Amanat. “Pero provocó un diálogo sobre la identidad y la importancia de tener una representación auténtica y real de los individuos.” La emprendedora Alice Brooks dijo que cuando tenía ocho años le pidió a su padre por una Barbie para Navidad. En cambio, él le dio una sierra para que pudiera construir su propia muñeca. El empoderamiento que ella sintió al crear su propio juguete la inspiró a enfocarse en sus estudios de ingeniería. Ella obtuvo su licenciatura en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) en 2010 y luego una maestría en Ingeniería Mecánica. Durante ese tiempo se dio cuenta de que cada vez menos mujeres cursaban una ingeniería. Brooks decidió crear una empresa que inspirara a las niñas a tener confianza con la tecnología desde una edad temprana. Ella co-creado Roominate para hacer el diseño de los juguetes accesibles a los niños (niños tan jóvenes como de 6 años de edad pueden empezar a jugar con productos Roominate). “Estas niñas necesitan la confianza de contar sus propias historias”, dijo Brooks. Aunque ha habido grandes avances en la igualdad de género, las tres mujeres coincidieron en que aún hay trabajo por hacer para representar a las mujeres en el tejido del gobierno y la cultura estadounidenses. Ríos dijo que lleva la cuenta regresiva para 2020, el 100 aniversario de la enmienda 19 que garantiza el derecho al voto femenino, le apasiona la forma como ha crecido de forma exponencial lo que las mujeres han sido capaces de hacer en los últimos 100 años. “Es un objetivo personal, es una meta profesional”, dijo. Amanat está de acuerdo: “Es nuestra responsabilidad tener una voz cuando vemos que ocurre una injusticia. No por dar una sermón o gritarle al mundo, sino para tener una voz a través de las cosas que hacemos y las experiencias que compartimos.”

 

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