Los directorios, accionistas y ejecutivos comenzaron a ejercer un mayor escrutinio sobre las fusiones luego de que la crisis financiera expusiera el riesgo de pagar de más por los activos.   Reuters   Una serie de fusiones y adquisiciones en Europa  terminó con una unión por 35,000 millones de dólares de las agencias globales de publicidad Omnicom y Publicis, marcan un aumento gradual de acuerdos entre compañías y no a una nueva ola de compras por grandes cifras. Tras la crisis financiera del 2007-09, las compañías son cautelosas ante la idea de embarcarse en grandes acuerdos que puedan tensar sus hojas de balance y relaciones con inversionistas, ya que varias sufrieron las consecuencias de compras con demasiado apalancamiento durante los tiempos de bonanza. Incluso con la unión de Omnicom y Publicis, el mayor acuerdo que ha visto Europa este año, los volúmenes europeos de fusiones y adquisiciones han bajado un tercio en lo que va del 2013. Las cifras de julio, que incluyen la venta por 8,200 millones de dólares de una participación mayoritaria de Vivendi en la firma de videojuegos Activision, marcan el mejor mes hasta el momento respecto a acuerdos en Europa, con un total de 102,800 millones de dólares. Sin embargo, esa cifra sigue dos tercios por debajo de julio del 2007, antes de que la crisis financiera hiciera estragos en el mercado. Algunas compañías como Omnicom y Publicis buscan acuerdos para lidiar con los rápidos cambios en sus industrias o como respuesta a la consolidación, como la española Telefónica y la holandesa KPN, que combinaron sus unidades alemanas en un pacto de 10,700 millones de dólares. Pero varios otros no logran superar las dificultades de acordar una transacción. “Trabajamos en una serie de transacciones de transformación al momento en el que muchas compañías sienten la necesidad de adaptarse a un nuevo ambiente, y los ingredientes clave de las fusiones y adquisiciones están allí también”, dijo Olivier Pecoux, co-jefe ejecutivo de Rothschild Group, asesor de Publicis en la unión con Omnicom. “Sin embargo, sigue siendo un mercado muy desafiante para llegar a acuerdos y muchos pactos fracasan”, agregó. Las compañías suelen comparar el despliegue del dinero de la adquisición con acciones más populares y conservadoras como recompras de papeles y dividendos, según banqueros. Golpeada por la recesión, Europa se ha vuelto atractiva para compradores en Estados Unidos y los mercados emergentes, que ven cada vez más oportunidades en las valoraciones relativamente bajas de la región. Actores de mercados emergentes han mostrado un creciente apetito por compañías europeas, con América Móvil de Carlos Slim adquiriendo un 28% de las acciones de KPN el año pasado y Russian Railways comprando al grupo de logística francés Gefco en 800 millones de euros (1,060 millones de dólares). En tanto, las compañías europeas también sienten la necesidad de diversificarse respecto a su mercado local de bajo crecimiento y buscarán adquisiciones en Estados Unidos, América Latina y Asia, dijo Richard Cranfield, presidente de la firma legal global Allen & Overy.

 

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