GlaxoSmithKline tendrá vacunas contra ébola a final de año
GlaxoSmithKline espera realizar un trabajo conjunto con el resto de la industria farmacéutica para aumentar la escala de la producción.
Reuters
La farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK) espera tener las primeras dosis de su vacuna contra el ébola durante este año y realizar un trabajo conjunto con el resto de la industria farmacéutica para aumentar la escala de la producción.
“Anticipo que la oferta inicial debería estar disponible antes de que termine el año”, dijo a medios el miércoles el presidente ejecutivo de GSK, Andrew Witty, tras la presentación de los resultados trimestrales de la firma.
“Le dará a la OMS (la Organización Mundial de la Salud) y a otras agencias una herramienta útil”, agregó el ejecutivo.
Witty señaló también que el producto de GSK probablemente será la primera vacuna que se lance.
También el miércoles, la estadounidense Johnson & Johnson dijo que quiere producir al menos 1 millón de dosis de su vacuna en dos fases y que ya ha discutido una colaboración con GSK.
Paul Stoffels, jefe de investigación del grupo estadounidense, dijo que ambas compañías se darán apoyo en sus trabajos y que incluso podrían unir sus vacunas, mientras que otras empresas sin un tratamiento contra la enfermedad están preparadas para aportar capacidad de producción.
Las pruebas clínicas para la vacuna de GSK y de otra de NewLink Genetics están en marcha, mientras que las pruebas en humanos de la vacuna de J&J se iniciarán en enero.
La OMS espera que decenas de miles de personas en África Occidental puedan empezar a recibir el tratamiento desde enero como parte de pruebas clínicas de gran escala.
J&J dijo que el trabajo acelerado en la vacuna contra el ébola debería rendir 250,000 dosis para mayo.
La farmacéutica planea probar su producto en voluntarios sanos en Europa, Estados Unidos y África a partir de los primeros días de enero.
El brote de ébola en África Occidental se inició en marzo y ha provocado la muerte de más de 4,500 personas, sobre todo en Liberia, Sierra Leona y Guinea, según datos de la OMS.
