Pese al recorte al presupuesto de este año y del próximo, el gobierno, en su esfuerzo por mantener recursos para su política social, aumentó la partida para 12 programas opacos, aquellos cuya escasez de información imposibilita evaluarlos.   La crisis de recursos del gobierno, debido a la caída en los precios y en la producción de petróleo, obligó a la administración del presidente Enrique Peña Nieto a realizar recortes en sus gastos de este año y del próximo. Pese a ello, en el recién aprobado Presupuesto de Egresos 2016 se autorizó el aumento de la partida asignada a 12 programas que no cuentan con metas claras, ni con una población objetivo que sea beneficiada, ni con algún mecanismo de evaluación. En los esfuerzos por mantener recursos para dar continuidad a su política social, el gobierno conservó programas opacos (cuya escasez de información imposibilita evaluarlos), que recibirán incrementos presupuestales que ya estaban planeados, inclusive antes de que se discutiera el presupuesto. En específico, hay 12 programas opacos que en conjunto recibirían 40,647 millones de pesos (mdp) en 2016, 29% más que en el presupuesto de 2015, de acuerdo con la propuesta del Ejecutivo. Tales “incrementos resultan injustificados sin una agenda que obligue a dichos programas a informar puntualmente sobre elementos mínimos como la cobertura de la población potencialmente beneficiaria, así como el avance en el cumplimiento de las metas en el ejercicio siguiente”, alertó la organización civil Gestión Social y Cooperación (Gesoc) en su Índice de Desempeño de los Programas Públicos Federales 2015 (INDEP). El Presupuesto de Egresos 2016, marcado por un recorte al gasto debido a la caída de ingresos petroleros, recibió 17,000 millones de pesos (mdp) extra a los 4.7 billones propuestos por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. La Cámara de Diputados así lo autorizó el pasado 13 de noviembre. “Respecto al proyecto del Ejecutivo, la Cámara de Diputados consideró ampliaciones por 71,997 millones de pesos en rubros que permitirán fortalecer la política social, educativa, productiva y de infraestructura”, dijo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en un comunicado tras la aprobación del Paquete Económico. Pero no todo son malas noticias. En el Presupuesto de Egresos 2016 se incluyó un artículo que obliga a los gobiernos estatales y a las dependencias a realizar una evaluación de los programas presupuestarios y a recopilar los objetivos, metas y población beneficiada, lo cual es un avance importante respecto a presupuestos anteriores, reconoce Alfredo Elizondo, especialista de Gesoc encargado de la realización del índice. Sin embargo, para una rendición de cuentas más efectiva en los programas sociales se presentan nuevos retos. El especialista comenta que en este presupuesto se fusionaron programas, y en varios casos se rediseñó su funcionamiento. Saber si esta reingeniería cumplió con los objetivos tomará uno o dos años más, cuando este gobierno haya concluido ya su administración.   La caja negra del gasto Hay un conjunto de programas presupuestarios que no ofrecen información para ser evaluados. Gesoc los clasifica como la caja negra del gasto público. En la propuesta de Presupuesto de Egresos 2016, el Ejecutivo prevé otorgar 56,653 millones de pesos (mdp) a 23 programas que presentan graves problemas de opacidad y rendición de cuentas, alertó Gesoc. Algunos instrumentos que destacan por su opacidad son el Programa de Productividad y Competitividad Agroalimentaria de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa); el Programa de Apoyo para Fortalecer la Calidad en los Servicios de Salud de la Secretaría de Salud; el Programa Escuelas Dignas de la Secretaría de Educación Pública (SEP), y el Programa de Tratamiento de Aguas Residuales de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), informó el organismo en su Índice de Desempeño de los Programas Públicos Federales 2015. Esta cantidad es menor que la otorgada en 2015 a programas opacos, de 75,256 millones de pesos (mdp), repartidos en 43 programas. El hecho de que se otorguen 18,603 mdp menos se debe a que la Secretaría de Hacienda fusionó varios programas en su reestructura del gasto. Alfredo Elizondo, de Gescoc, aclara que con respecto a los programas que están en la caja negra del INDEP, aún no se cuenta con la información completa de qué se aprobó por programa presupuestario, pues eso lo publicará la SHCP hasta diciembre. Sin embargo, el especialista señala que no hubo grandes cambios realizados por la Cámara de Diputados, por lo que “intuitivamente esperaríamos que la asignación final de recursos quedó más o menos como la había propuesto Hacienda”. El INDEP 2015 identifica que éstos son los programas opacos a los que se les incrementa el presupuesto, de acuerdo con la propuesta inicial del Ejecutivo:   Tabla   Estos 12 programas en conjunto suman recursos por 31,541 mdp, que  según la propuesta de Hacienda se habrían incrementado a 40,647 mdp, 29% más para el próximo año. “Digamos que en la parte de bajo desempeño y opacidad se mantienen las bases presupuestarias”, agrega Alfredo Elizondo.   Una buena y una mala No todo es negativo respecto a la asignación de estos programas. El dictamen aprobado por la cámara baja del Presupuesto de Egresos incluye algunos mecanismos para que los programas sean evaluados por las entidades federativas y las dependencias. El Artículo 28 del Presupuesto de Egresos 2016 dice que las entidades responsables de los programas deberán actualizar “las matrices de indicadores de resultados de los programas presupuestarios, los cuales deberán tener los objetivos y metas”, además de tener un padrón sobre la población beneficiada e incorporar recomendaciones para mejorar la rendición de cuentas. Éste es un avance importante respecto a otros presupuestos. Pero, por otro lado, llevará más tiempo saber si la fusión y rediseño de otros programas tendrán mejores resultados, alerta Alfredo Elizondo. “Lo que nos preocupa es el nuevo diseño de los programas para los cuales se hicieron fusiones. Las evaluaciones respecto al nuevo diseño de programas tardan dos años. Tendríamos los resultados hasta 2017 y 2018”, comenta el especialista, quien considera que hubiera sido mejor que la Secretaría de la Función Pública evaluara el rediseño. En la configuración del Presupuesto 2016 hubo avances en la transparencia y rendición de cuentas de programas sociales, pero aún falta trabajo por hacer para achicar la caja negra del gasto público. Elizondo afirma: “Es de urgencia tener información de estos programas para ver el efecto sobre su desempeño.”

 

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