El gobierno federal recibirá la cantidad de 239, 093 millones de pesos (mdp) por parte de Banco de México (Banxico) por el concepto del remante de operación del instituto central del ejercicio de 2015. La entrega del remanente se da luego de que la Secretaría de Hacienda anunciara un recorte de 175,000 mdp al gasto en 2017. “La determinación del remanente de operación se hizo en estricto apego a la Ley del Banco de México y por lo tanto en cumplimiento del mandato constitucional del Instituto Central de mantener una inflación baja y estable”, indicó Banxico en un comunicado. La Cámara de Diputados aprobó en 2015 que los remanentes del Banco de México (Banxico) se destinen al pago de obligaciones del gobierno federal, en vez de complementar el gasto. Los diputados aprobaron que el 70% de los remanentes que tenga Banxico durante 2015 y en los años siguientes serán destinados al pago de la deuda pública. El 30% restante se destinará al Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios. El instituto central indicó que el resultado neto del ejercicio 2015 del Banco de México fue de 378,235.8 mdp. De dicho monto la Junta de Gobierno decidió destinar 109,142 mdp a incrementar la reserva de capital para, de esa forma, alcanzar el objetivo del capital más su reserva de 118,464.4 mdp, mismo que resulta de la aplicación del artículo 53 de la Ley del Banco de México.   70% de los recursos serán para pagar deuda La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció que usará el 70% de los 239,093 millones de pesos que le entregó el Banco de México para reducir su nivel de endeudamiento y a disminuir la emisión de deuda nueva en 2016. En un comunicado, la dependencia dijo que se utilizarán 167,000 millones de pesos a re-comprar deuda existente del gobierno federal y reducir los montos de emisión en el segundo trimestre+ y los 70,000 millones restantes se ingresarán al Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios. Estos ingresos no recurrentes le servirán también al gobierno federal para reducir el monto de colocación de deuda programada para el segundo trimestre de 2016 por un monto de al menos 64,000 mdp. Por otro lado, se utilizarán 1,700 millones de pesos para pagar aportaciones pendientes a organismos internacionales como el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América del Norte, entre otros. “De acuerdo a los principios de contabilidad gubernamental, el remanente de operación de Banxico se registrará como un ingreso del Gobierno Federal”, dijo  Hacienda en el comunicado, y agregó que informará al Congreso del avance de la aplicación de los recursos del remanente en los informes trimestrales sobre la situación económica y las finanzas públicas.   Apoyo a Pemex, en los “próximos días” Por otra parte, Hacienda dijo que el gobierno sigue evaluando los instrumentos que tiene a su alcance para proveer capital a Pemex y agregó que las características de dicho apoyo se darán a conocer “en los próximos días”. A mediados de febrero pasado, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, dejó abierta la posibilidad de usar parte del remanente de Banxico para dar liquidez a Pemex. “Una posibilidad es que, si se reciben remanentes del Banco de México en las próximas semanas, una parte pudiera aplicarse a mejorar el balance público, es decir, disminuir los requerimientos financieros del sector público, específicamente en Petróleos Mexicanos”, dijo en aquella ocasión Videgaray Caso durante conferencia de prensa. Jaime Reusch, analista soberano de la calificadora Moody’s dijo el pasado 31 de marzo que un eventual apoyo a Pemex con los recursos emanados del banco central daría un alivio temporal a la petrolera estatal. “Pero debido a que no es recurrente y los problemas financieros de Pemex no son temporales, también por eso las autoridades están tratando de transformar la empresa”, dijo Reusch en conferencia telefónica con periodistas. Ese mismo día, Moody’s rebajó la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex), a Baa3 desde Baa1, y puso en la mira a la del gobierno federal, al cambiar su perspectiva de estable a negativa. Una de las razones por la que la agencia cambió su perspectiva sobre la calificación del gobierno como emisor soberano es por el incremento de deuda, que pasó de 27.9% del PIB en 2011 a 34.4% al final de 2015. Además, otro riesgo son las grandes necesidades de liquidez de Pemex para seguir operando y cumplir sus obligaciones financieras. Sólo en este año, la empresa enfrenta vencimientos de deuda por 11,700 millones de dólares (mdd).  

 

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