Fuentes próximas a las negociaciones dijeron que los prestamistas presentaron contrapropuestas que comprenden una serie de diferencias sobre asuntos sensibles.   Reuters Los acreedores internacionales exigieron el miércoles al primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, grandes cambios en sus recientes propuestas sobre impuestos y reformas, añadiendo incertidumbre a las conversaciones que buscan desbloquear el financiamiento y evitar un impago de la deuda la próxima semana. Fuentes próximas a las negociaciones dijeron que los prestamistas presentaron contrapropuestas que comprenden una serie de diferencias sobre asuntos sensibles, horas antes de que los ministros de Finanzas de la zona euro se reunieran para intentar dar el visto bueno a un acuerdo. Antes de viajar a Bruselas, Tsipras criticó como extraña la postura de “ciertos” acreedores -en un ataque contra el Fondo Monetario Internacional-, ya que, según dijo, rechazaron medidas presentadas por Atenas para cerrar el agujero presupuestario. “Esta actitud extraña sólo puede significar una de dos cosas: o que no quieren un acuerdo o están sirviendo a intereses específicos en Grecia”, tuiteó Tsipras. Los mercados reaccionaron con nerviosismo, los inversores acudieron al refugio de los bonos alemanes y el euro sufrió una breve liquidación. Las acciones europeas cayeron y los títulos en Estados Unidos abrieron a la baja. Un funcionario de la Unión Europea insistió en que las conversaciones no se han suspendido y que el intercambio de propuestas diferentes es algo normal en una negociación. No obstante, un funcionario heleno dijo que las cinco páginas de contrapropuestas de los acreedores  -llenas de tachaduras y subrayados en tinta roja- diferían poco de su oferta inicial del 3 de junio y no tenían apenas en cuenta el documento de Atenas. En la capital griega, un funcionario del partido Syriza de Tsipras dijo que un ministro calificó de “absurdas” las últimas propuestas en una reunión del comité político de la formación. Las conversaciones fueron especialmente tensas, puesto que queda poco tiempo para alcanzar un acuerdo antes del plazo del 30 de junio en el que Grecia debe desembolsar 1.600 millones de euros (mde) al FMI, justo cuando expira el actual rescate. Si Grecia se salta el plazo y es declarado en cesación de pagos, podría provocar una fuga de fondos en los bancos, controles de capital y una eventual salida de Grecia de la zona euro, demostrando que la pertenencia al bloque monetario no es irrevocable, tal y como pretendían sus fundadores.

 

Siguientes artículos

Grecia debe presentar una propuesta creíble: Lagarde
Por

Lagarde aseguró que una recuperación económica griega requeriría no solamente reformas en el país, sino también de los a...