El filme llega a las salas mexicanas con el precedente de provocar que algunos críticos abandonaran la sala durante su presentación en Cannes 2013 y el posterior reconocimiento a Escalante como Mejor Director del festival. La mayoría de los comentarios generados durante el certamen versaban sobre las gráficas escenas de tortura que contiene la trama. Como lo puso Scott Foundas, de Variety: “destinada a traumatizar compradores y audiencia en igual medida, este logrado pero singularmente incómodo retrato confiere a la competencia de Cannes de este año su primera bocanada de auténtico escándalo.” Otros aseguraban que había que tener algo más que estómago para ver la película completa.
¿Qué puede esperar el público de Heli?
Amat Escalante: Diseñé una película que lleva al espectador a través de los personajes. Entrañables porque llevamos la historia a puntos oscuros, bajos, y a veces los llevamos a puntos altos, luz. No es una película que la gente vaya a olvidar. Ni se van a sentir defraudados por pagar su boleto.
Reina Torres –encarna a una detective en la cinta–: La película trae muchos mensajes. Hay una falta de amor, de atención. A esa edad no todo es el dinero, el trabajo, sino la atención que necesitan los hijos. Muchas veces nosotros los orillamos a que hagan lo que no quieren hacer. Tiene mensajes para adultos y niños, depende cómo quieras tú verla. Hay muchas escenas donde la gente se sorprende, pero son las cosas que pasan que pasan en Guanajuato y a nivel nacional. Se ve donde menos te lo esperas. Yo sé que la va ir a ver mucha gente.
Un fenómeno interesante, al menos en la sala donde tuve oportunidad de ver la cinta, es la reacción del público mexicano hacía lo que ve en pantalla. Sí, las escenas de tortura son crudas y Escalante no da lugar a concesiones. Aunque quizá por familiaridad con lo que se muestra, la mayoría de los espectadores no reacciona de manera aireada. La muerte de un pequeño estimula una respuesta palpable, a ese grado de deshumanización nos ha llevado la violencia cotidiana.
Al igual que muchos directores de su generación. Amat Escalante ha encontrado el éxito con sus películas en festivales alrededor del mundo pero no en su país. Su ópera prima, Sangre, obtuvo el premio FIPRESCI en Un Certain Regard en Cannes 2005 y Los Bastardos se llevó el reconocimiento a la Mejor Película Iberoamericana en el Festival Internacional de Mar de la Plata en 2008.
¿Por qué tus películas son más exitosas en festivales que con el público en general?
AE: Tal vez no han sido películas para público masivo. En primer lugar, no tenemos el dinero que la mayoría de las películas hollywoodenses tienen para promoción. Creo que ahí está el detalle más importante. Si yo pudiera tapizar la ciudad con posters de Heli y la fecha de estreno, es posible que más gente de la que va a ir podría ir a verla. Ahora ya va a salir la película y creemos en ella, en el boca en boca para que nos apoyen. Es una película que lleva al público en un viaje, en una montaña rusa de emociones, van a salir y será inolvidable.
Heli es el trabajo más depurado, estilística y técnicamente hablando, de Amat Escalante. Apoyado por la segura cámara de Lorenzo Haggerman, Escalante logra darle a su película un pertinente contraste. Mientras las acciones son más bien oscuras, apreciamos amplios y luminosos paisajes –con un tufillo de western– o trabajos de luz similares a los de Había una vez en Anatolia (Bir zamanlar Anadolu’da, 2011) de Nuri Bilge Ceylan e incluso un par de encuadres que recuerdan a John Ford o Sergio Leone.
La violencia mostrada a cuadro recuerda a algunos trabajos de Michael Haneke, pero a diferencia del cineasta alemán, el mexicano logra generar empatía hacia sus personajes. Además de alejar el tono de la violencia casi caricaturesca de filmes como El Infierno (2010) de Luis Estrada o del melodrama, a la manera de Gerardo Naranjo en Miss Bala (2011).
Lo más sencillo sería descalificar a Escalante por retratar el lado más oscuro del país y mostrarlo en el extranjero o por hacer cine con “estética de festival”. Negar que las cosas suceden no las erradica. Por el otro lado, encumbrarlo como un paladín de las causas justas o un activista en contra del gobierno, también sería un error.
Al final del día, Heli es sólo una película de ficción. Nada más que eso. Las verdaderas atrocidades suceden todos los días y a todas horas a lo largo y ancho del país. Inusitadamente, Heli está llena de amor y un dejo de esperanza. A pesar de los severos traumas a los que son sometidos los personajes, estos seguirán con sus vidas.
A pesar de lo crudo de algunas escenas, ¿es una cinta llena de amor y esperanza?
AE: Claro. Toda la película sucede porque dos personajes se enamoran, quieren escapar y casarse. Sí hay amor. También futuro. Los niños son la esperanza, están dentro de la película, aunque se envuelven en cuestiones negativas. Hay nueva vida en la niña, es la esperanza que yo puedo ver.
Al final de tu carrera, ¿cómo quisieras que recordaran tu trabajo?
AE: Con una colección interesante de películas. Variadas. Que hablen de la humanidad, que no sean olvidadas.
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Contacto:
@pazespa
http://pazespa.tumblr.com/
http://butacaancha.com/ ‘Heli’ es una película que no van a olvidar: Amat Escalante
La polémica cinta que le dio al director mexicano el premio al mejor director en el festival de Cannes de este año llega hoy a los cines del país.
Lo primero que vemos en pantalla son dos caras ensangrentadas siendo aplastadas por una bota en la parte trasera de una camioneta. Si algo podemos asegurar de Heli, es que su director, Amat Escalante, no pierde el tiempo en preámbulos. De manera inmediata sitúa el tono de lo que veremos a continuación.
La camioneta sigue su curso hasta llegar a un puente peatonal, ahí un grupo de hombres descarga un par de cuerpos. Uno de ellos es colgado y el otro es abandonado a un lado, en la repetición de una viñeta tristemente familiar en nuestro país. Escalante pasará la siguiente hora y media en explicar los hechos que dieron pie a ese acto y sus consecuencias.
Heli (Armando Espitia) es un joven padre de familia –de unos 20 años– que vive con su, también, joven esposa, su hijo, su hermana Estela –estudiante de secundaria– y su padre, en una diminuta casa en algún municipio de Guanajuato.
Estela (Andrea Vergara) está enamorada de un cadete, Beto (Juan Eduardo Palacios), cinco años mayor que ella. Aunque eso no importa, ya que ambos dicen amarse y planean escapar a Zacatecas para casarse. Para lograrlo, Beto roba dos paquetes de coca y los guarda en casa de su amada. Así se detona la tragedia.
Como muchos jóvenes de su generación, los protagonistas de Heli son forzados a madurar de manera temprana por su entorno. Se ven envueltos en situaciones para las que no están preparados, desde el trabajo hasta el matrimonio.
En la secuencia más polémica, vemos cómo unos niños juegan con un Playstation y después pasan a golpear a los secuestrados con la misma facilidad con la que su madre prepara la cena al fondo de la toma, sin inmutarse ni intervenir. De manera similar a como dos hombres platicaban sobre sus animales sin alterarse por el linchamiento de los estudiantes de Canoa (1976), una de las obras más logradas de Felipe Cazals.
La familiaridad con la situación es espeluznante, estos niños pierden la inocencia de manera muy temprana. Tienen dinero (el videojuego y la pantalla gigante lo demuestran) y poco les importa algo más. El no-actor Juan Eduardo Palacios, quien trabajaba en la SEP antes de hacer la cinta, vive en la zona donde filmaron y lo explica brevemente:
¿Hay una generación de niños que son obligados a madurar?
Juan Eduardo Palacios: Yo he visto a muchos niños que ya andan en malos pasos. Es por lo que dices, quieren, según ellos, madurar muy rápido. Lo que se ve en la película es la realidad de lo que está pasando, los niños no quieren vivir su niñez. Quieren caminar rápido… son decisiones malas. Los padres tienen la culpa porque no los orientan como debe de ser.
El filme llega a las salas mexicanas con el precedente de provocar que algunos críticos abandonaran la sala durante su presentación en Cannes 2013 y el posterior reconocimiento a Escalante como Mejor Director del festival. La mayoría de los comentarios generados durante el certamen versaban sobre las gráficas escenas de tortura que contiene la trama. Como lo puso Scott Foundas, de Variety: “destinada a traumatizar compradores y audiencia en igual medida, este logrado pero singularmente incómodo retrato confiere a la competencia de Cannes de este año su primera bocanada de auténtico escándalo.” Otros aseguraban que había que tener algo más que estómago para ver la película completa.
¿Qué puede esperar el público de Heli?
Amat Escalante: Diseñé una película que lleva al espectador a través de los personajes. Entrañables porque llevamos la historia a puntos oscuros, bajos, y a veces los llevamos a puntos altos, luz. No es una película que la gente vaya a olvidar. Ni se van a sentir defraudados por pagar su boleto.
Reina Torres –encarna a una detective en la cinta–: La película trae muchos mensajes. Hay una falta de amor, de atención. A esa edad no todo es el dinero, el trabajo, sino la atención que necesitan los hijos. Muchas veces nosotros los orillamos a que hagan lo que no quieren hacer. Tiene mensajes para adultos y niños, depende cómo quieras tú verla. Hay muchas escenas donde la gente se sorprende, pero son las cosas que pasan que pasan en Guanajuato y a nivel nacional. Se ve donde menos te lo esperas. Yo sé que la va ir a ver mucha gente.
Un fenómeno interesante, al menos en la sala donde tuve oportunidad de ver la cinta, es la reacción del público mexicano hacía lo que ve en pantalla. Sí, las escenas de tortura son crudas y Escalante no da lugar a concesiones. Aunque quizá por familiaridad con lo que se muestra, la mayoría de los espectadores no reacciona de manera aireada. La muerte de un pequeño estimula una respuesta palpable, a ese grado de deshumanización nos ha llevado la violencia cotidiana.
Al igual que muchos directores de su generación. Amat Escalante ha encontrado el éxito con sus películas en festivales alrededor del mundo pero no en su país. Su ópera prima, Sangre, obtuvo el premio FIPRESCI en Un Certain Regard en Cannes 2005 y Los Bastardos se llevó el reconocimiento a la Mejor Película Iberoamericana en el Festival Internacional de Mar de la Plata en 2008.
¿Por qué tus películas son más exitosas en festivales que con el público en general?
AE: Tal vez no han sido películas para público masivo. En primer lugar, no tenemos el dinero que la mayoría de las películas hollywoodenses tienen para promoción. Creo que ahí está el detalle más importante. Si yo pudiera tapizar la ciudad con posters de Heli y la fecha de estreno, es posible que más gente de la que va a ir podría ir a verla. Ahora ya va a salir la película y creemos en ella, en el boca en boca para que nos apoyen. Es una película que lleva al público en un viaje, en una montaña rusa de emociones, van a salir y será inolvidable.
Heli es el trabajo más depurado, estilística y técnicamente hablando, de Amat Escalante. Apoyado por la segura cámara de Lorenzo Haggerman, Escalante logra darle a su película un pertinente contraste. Mientras las acciones son más bien oscuras, apreciamos amplios y luminosos paisajes –con un tufillo de western– o trabajos de luz similares a los de Había una vez en Anatolia (Bir zamanlar Anadolu’da, 2011) de Nuri Bilge Ceylan e incluso un par de encuadres que recuerdan a John Ford o Sergio Leone.
La violencia mostrada a cuadro recuerda a algunos trabajos de Michael Haneke, pero a diferencia del cineasta alemán, el mexicano logra generar empatía hacia sus personajes. Además de alejar el tono de la violencia casi caricaturesca de filmes como El Infierno (2010) de Luis Estrada o del melodrama, a la manera de Gerardo Naranjo en Miss Bala (2011).
Lo más sencillo sería descalificar a Escalante por retratar el lado más oscuro del país y mostrarlo en el extranjero o por hacer cine con “estética de festival”. Negar que las cosas suceden no las erradica. Por el otro lado, encumbrarlo como un paladín de las causas justas o un activista en contra del gobierno, también sería un error.
Al final del día, Heli es sólo una película de ficción. Nada más que eso. Las verdaderas atrocidades suceden todos los días y a todas horas a lo largo y ancho del país. Inusitadamente, Heli está llena de amor y un dejo de esperanza. A pesar de los severos traumas a los que son sometidos los personajes, estos seguirán con sus vidas.
A pesar de lo crudo de algunas escenas, ¿es una cinta llena de amor y esperanza?
AE: Claro. Toda la película sucede porque dos personajes se enamoran, quieren escapar y casarse. Sí hay amor. También futuro. Los niños son la esperanza, están dentro de la película, aunque se envuelven en cuestiones negativas. Hay nueva vida en la niña, es la esperanza que yo puedo ver.
Al final de tu carrera, ¿cómo quisieras que recordaran tu trabajo?
AE: Con una colección interesante de películas. Variadas. Que hablen de la humanidad, que no sean olvidadas.
[youtube id=”tUY5kZmgxpc” width=”620″ height=”360″]
Contacto:
@pazespa
http://pazespa.tumblr.com/
http://butacaancha.com/
El filme llega a las salas mexicanas con el precedente de provocar que algunos críticos abandonaran la sala durante su presentación en Cannes 2013 y el posterior reconocimiento a Escalante como Mejor Director del festival. La mayoría de los comentarios generados durante el certamen versaban sobre las gráficas escenas de tortura que contiene la trama. Como lo puso Scott Foundas, de Variety: “destinada a traumatizar compradores y audiencia en igual medida, este logrado pero singularmente incómodo retrato confiere a la competencia de Cannes de este año su primera bocanada de auténtico escándalo.” Otros aseguraban que había que tener algo más que estómago para ver la película completa.
¿Qué puede esperar el público de Heli?
Amat Escalante: Diseñé una película que lleva al espectador a través de los personajes. Entrañables porque llevamos la historia a puntos oscuros, bajos, y a veces los llevamos a puntos altos, luz. No es una película que la gente vaya a olvidar. Ni se van a sentir defraudados por pagar su boleto.
Reina Torres –encarna a una detective en la cinta–: La película trae muchos mensajes. Hay una falta de amor, de atención. A esa edad no todo es el dinero, el trabajo, sino la atención que necesitan los hijos. Muchas veces nosotros los orillamos a que hagan lo que no quieren hacer. Tiene mensajes para adultos y niños, depende cómo quieras tú verla. Hay muchas escenas donde la gente se sorprende, pero son las cosas que pasan que pasan en Guanajuato y a nivel nacional. Se ve donde menos te lo esperas. Yo sé que la va ir a ver mucha gente.
Un fenómeno interesante, al menos en la sala donde tuve oportunidad de ver la cinta, es la reacción del público mexicano hacía lo que ve en pantalla. Sí, las escenas de tortura son crudas y Escalante no da lugar a concesiones. Aunque quizá por familiaridad con lo que se muestra, la mayoría de los espectadores no reacciona de manera aireada. La muerte de un pequeño estimula una respuesta palpable, a ese grado de deshumanización nos ha llevado la violencia cotidiana.
Al igual que muchos directores de su generación. Amat Escalante ha encontrado el éxito con sus películas en festivales alrededor del mundo pero no en su país. Su ópera prima, Sangre, obtuvo el premio FIPRESCI en Un Certain Regard en Cannes 2005 y Los Bastardos se llevó el reconocimiento a la Mejor Película Iberoamericana en el Festival Internacional de Mar de la Plata en 2008.
¿Por qué tus películas son más exitosas en festivales que con el público en general?
AE: Tal vez no han sido películas para público masivo. En primer lugar, no tenemos el dinero que la mayoría de las películas hollywoodenses tienen para promoción. Creo que ahí está el detalle más importante. Si yo pudiera tapizar la ciudad con posters de Heli y la fecha de estreno, es posible que más gente de la que va a ir podría ir a verla. Ahora ya va a salir la película y creemos en ella, en el boca en boca para que nos apoyen. Es una película que lleva al público en un viaje, en una montaña rusa de emociones, van a salir y será inolvidable.
Heli es el trabajo más depurado, estilística y técnicamente hablando, de Amat Escalante. Apoyado por la segura cámara de Lorenzo Haggerman, Escalante logra darle a su película un pertinente contraste. Mientras las acciones son más bien oscuras, apreciamos amplios y luminosos paisajes –con un tufillo de western– o trabajos de luz similares a los de Había una vez en Anatolia (Bir zamanlar Anadolu’da, 2011) de Nuri Bilge Ceylan e incluso un par de encuadres que recuerdan a John Ford o Sergio Leone.
La violencia mostrada a cuadro recuerda a algunos trabajos de Michael Haneke, pero a diferencia del cineasta alemán, el mexicano logra generar empatía hacia sus personajes. Además de alejar el tono de la violencia casi caricaturesca de filmes como El Infierno (2010) de Luis Estrada o del melodrama, a la manera de Gerardo Naranjo en Miss Bala (2011).
Lo más sencillo sería descalificar a Escalante por retratar el lado más oscuro del país y mostrarlo en el extranjero o por hacer cine con “estética de festival”. Negar que las cosas suceden no las erradica. Por el otro lado, encumbrarlo como un paladín de las causas justas o un activista en contra del gobierno, también sería un error.
Al final del día, Heli es sólo una película de ficción. Nada más que eso. Las verdaderas atrocidades suceden todos los días y a todas horas a lo largo y ancho del país. Inusitadamente, Heli está llena de amor y un dejo de esperanza. A pesar de los severos traumas a los que son sometidos los personajes, estos seguirán con sus vidas.
A pesar de lo crudo de algunas escenas, ¿es una cinta llena de amor y esperanza?
AE: Claro. Toda la película sucede porque dos personajes se enamoran, quieren escapar y casarse. Sí hay amor. También futuro. Los niños son la esperanza, están dentro de la película, aunque se envuelven en cuestiones negativas. Hay nueva vida en la niña, es la esperanza que yo puedo ver.
Al final de tu carrera, ¿cómo quisieras que recordaran tu trabajo?
AE: Con una colección interesante de películas. Variadas. Que hablen de la humanidad, que no sean olvidadas.
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Contacto:
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http://butacaancha.com/ 
