Por John Kang 

El heredero de Samsung, el mayor fabricante de smartphones en el mundo, está involucrado en un caso de soborno que forma parte del escándalo presidencial más grande de Corea del Sur. El lunes pasado los fiscales solicitaron una orden de arresto contra Lee Jae-yong, heredero del conglomerado tecnológico, por su supuesta participación en el escándalo nacional de corrupción que involucra  a la presidenta Park Geun-hye y a su amiga íntima Choi Soon-sil. Lee ha negado las acusaciones. Lee más sobre el tema aquí: Escándalo de corrupción tira a la presidenta surcoreana Park Geun-hye Un tribunal surcoreano rechazó el jueves la solicitud de los fiscales alegando que el arresto no es necesario, informó Reuters. La suspensión de la pena de Lee, sin embargo, sólo será temporal debido a que la fiscalía  anunció su decisión de continuar con el caso, señaló la agencia de noticias. ¿Cómo se llegó a este punto?   El escándalo  Corea del Sur  tenía grandes esperanzas con la presidenta Park Geun-hye. Después de obtener más del 50% del voto en 2013, se volvió en la primera mujer líder del país. Ahora está involucrada en el mayor escándalo presidencial de Corea del Sur y podría ser la primera vez que un gobernante surcoreano en ejercicio sea enjuiciado políticamente. La presidenta Park Geun-hye ya es la primera presidenta en ejercicio en ser acusada por los fiscales de conspiración criminal. Su amiga de toda la vida y asesora informal, Choi Soon-sil, fue acusada de abusar de su cercanía con la líder surcoreana para forzar a uno de los mayores conglomerados empresariales de Corea (conocidos como “chaebols”) a realizar una donación por alrededor de 70 millones de dólares (mdd) a dos fundaciones sin fines de lucro que dirige. Choi niega las acusaciones. El mes pasado, los legisladores surcoreanos votaron abrumadoramente a favor para acusar a la presidenta Park por el escándalo. El Tribunal Constitucional se encuentra revisando la votación. Y ahora un fiscal está investigado a Park por soborno, atrayendo a los “chaebols” al escándalo. Park niega cualquier alegato.   ¿Cómo está involucrado Samsung? Samsung es acusado de haber entregado 43,000 millones de won surcoreano (36 mdd) en sobornos a Choi Soon-sil, y a dos fundaciones sin fines de lucro que dirige la amiga íntima de la presidenta, a cambio del apoyo gubernamental surcoreano durante la fusión en 2015 de dos de las filiales de la compañía. Samsung ganó la aprobación de la fusión entre Cheil Industries y Samsung C&T, medida que fortaleció el control del heredero del conglomerado tecnológico. Los fiscales están investigando si los pagos de Samsung compraron el apoyo gubernamental para la fusión mientras el fondo de pensiones del país, el Servicio Nacional de Pensiones, constituía el voto decisivo.  Samsung niega las acusaciones. Samsung es uno de los ocho conglomerados empresariales que admitió realizar pagos a la fundación pero rechazó que haya sido a cambio de cualquier favor. Los otros “chaebols” son Hanhwa, Hanjin, Hyundai Motor, LG, Lotte y SK.   ¿Ahora qué? Aunque el Parlamento votó para acusar a la presidenta Park, el Tribunal Constitucional aún debe revisar la votación y tiene hasta el mes de mayo para decidir si el voto acusatorio es válido. En caso de que el enjuiciamiento político prosiga, Park será destituida del cargo y se convocará a una nueva elección presidencial en 60 días. Esta inestabilidad política ocasionaría que la incertidumbre económica en el país aumente, reduciendo así las inversiones y el consumo en la nación, dijo Kim Jung-Sik, profesor de economía de la Universidad Yonsei. “Cuando la incertidumbre persista, Corea experimentará una tasa baja de crecimiento económico y una recesión económica por la baja demanda interna y la disminución de las exportaciones”, expresó Kim. “El bajo crecimiento económico tendrá como resultado un aumento en la tasa de desempleo, en el endeudamiento en los hogares y en la ruptura de la burbuja de precios de la vivienda”. Si existe algún beneficio de este escándalo, sería la oportunidad de regular finalmente la relación cómoda entre el gobierno y los conglomerados empresariales. “Habrá más regulaciones en los chaebols para cortar los vínculos políticos y económicos”, dijo Kim. “El nuevo gobierno podría imponer altas tasas de impuestos corporativos porque los chaebols no incrementaron el índice de empleo pese al bajo impuesto corporativo. La inversión de los chaebols y sus beneficios podría reducirse y su credibilidad externa podría disminuir”.  

 

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