Sin afán de arruinarte la historia, por si no has visto House of Cards, te expongo tres cosas que debe contener cualquier buena historia en marketing.   Si eres alguno de los pocos “raros” que aún no han visto House of Cards, te invito a conectarte a Netflix (claro, después de leer esto), y comiences a ver todo un suceso que marcó una nueva forma de comercializar las series, ya que fue la primera gran demostración de cómo eludir el modelo de distribución típica de las mafias de los estudios y los operadores de cable. Cabe señalar que se trata de una serie pionera en liberar toda una temporada sin necesidad de buscar prime times, canales de TV de gran audiencia e incluso sin programas “piloto” que desenmascaran la sorpresa para poder encontrar distribuidor. Y es que, más allá del tema que resulta por demás atrayente, ya que versa sobre la corrupción en la política (seguramente ciencia ficción pura), me parece que House of Cards, entre muchos otros atributos, contiene una lección de marketing súper importante y que merece ser estudiada por cualquier mercadólogo; esa lección es que saben cómo contar historias. Cualquier mercadólogo decente sabrá que para nuestros días ya no es suficiente saber vender o promocionar, ni siquiera saber las sesenteras 4P del Mix de mercadotecnia; actualmente el secreto del éxito en la comercialización de productos se centra en saber contar historias (storytelling). Por ello, a continuación y sin afán de arruinarte la historia, por si no la has visto aún, te expongo tres cosas que debe contener cualquier buena historia en marketing, y House of Cards lo hace maravillosamente:
  1. Conflicto: El punto medular de cualquier buena historia es el conflicto. El conflicto crea tensión y la tensión mantiene a la audiencia involucrada. El conflicto entre quiénes somos, qué queremos ser y qué esperan los demás de nosotros es el hilo conductor de la experiencia humana. Hagan una introspección es sus propias vidas y recreen cuando se generaron conflictos, y encontrarán que es, precisamente, cuando esas expectativas no estuvieron a la altura de alguna o varias partes, y el conflicto se puso todavía mejor cuando no iban de acuerdo al orden establecido de las cosas o al deber ser de la sociedad, pero eso permitió, en algún momento, conseguir algo diferente e inesperado. Recordemos que los que toman riesgos son a los que les espera la recompensa más grande.
  2. Autenticidad: La autenticidad es otro factor clave para el éxito de una buena historia. Hay que mantenernos apegados a la marca y sus valores sin exagerar o rebuscar palabras, siendo sencillos y claros para mantenernos genuinos, relevantes y atrayentes sin perder el foco en el conflicto que vamos desenmascarando en la historia.
  3. Conocimiento de la audiencia: Sobre todas las cosas, la audiencia es lo más importante y la longitud del mensaje dependerá del medio por el cual interactuemos. La audiencia manda y ellos serán nuestra catapulta al cielo o nuestro camino a la tumba en el momento que decidan o no compartir y promocionar nuestras historias. Ya no importa la plataforma sobre la cual se lance un producto, pues lo más importante es el contenido, y Netflix, con la serie House of Cards, lo ha demostrado con creces. Nunca antes se habían puesto temporadas completas juntas de programación. En contraposición, como ejemplo tenemos a TV Azteca y sus novelas: siempre les “come” el aire y lo que empieza bien, termina siendo un desastre en su afán de ya sea alargar la historia o no tener claro el contenido y plan del programa, el cual acaban confundiendo y, por ende, se pierde a la audiencia. De lo bueno, poco, diría mi abuela, y al parecer TV Azteca, con más de 15 Academias, no ha tenido suficiente.
  Contacto: Twitter: @CesarEnriquez   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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