La firma insignia de la tecnología ibérica, Indra, perfila su internacionalización. Ya está en la base de datos de bancos y en la operación de carreteras en el país. Ahora, se frota las manos ante el eventual negocio de trenes para pasajeros.     Madrid, España.- Las autoridades de la capital española pagaron entre 2005 y 2007 cerca de 18 millones de euros (unos 23.5 millones de dólares, mdd) para que les remodelaran las instalaciones y montaran sistemas informáticos y de telecomunicaciones, con la finalidad de bajar su tiempo de respuesta ante las llamadas de auxilio. Ahora, en el cuartel de policía de Madrid cada empleado dispone de una pantalla plana cargada con diagramas, mapas y bases de datos que puede consultar al tacto y sin interrumpir la llamada telefónica que atiende. La remodelación del edificio policiaco y la plataforma tecnológica corrió a cargo de Indra, una empresa española de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), que también contó con la colaboración de operadoras de trenes de pasajeros y metro urbano, telefónicas, hasta entidades públicas como los ministerios de Sanidad y las Fuerzas Armadas. Pero ahora que la crisis de deuda de varios gobiernos de la región aplasta los presupuestos públicos, las compañías están obligadas a salir a buscar proyectos fuera de Europa. Indra así lo hace: hasta septiembre de 2011 obtenía en España 59% de sus ingresos, pero un año más tarde esa cuota cayó a 45%, según sus reportes bursátiles. A medida que el negocio en casa se debilita, América Latina emerge como la nueva fuente de contratos. Su mayor mercado en la región es Brasil, que aporta 10% de los ingresos globales; mientras que el segundo es México, con un aporte no revelado por la compañía. Pero Indra no piensa dejarlo ahí. Sus ejecutivos en España y México están atentos a los grandes proyectos del gobierno mexicano y grandes empresas que requieren de un componente de TIC con el fin de ofrecer sus soluciones. El portafolio es vasto: el plan de modernización de carreteras que opera Caminos y Puentes Federales (Capufe), la introducción del expediente electrónico en el IMSS y la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), hasta la implantación de sistemas de peaje en carreteras concesionadas, operación en plataformas de Pemex y por supuesto la infraestructura tecnológica de los nuevos trenes de pasajeros anunciados por el gobierno federal.   Cambio de ruta En unos cuatro o cinco años, México, Brasil y España (que ahora contribuye con 43% de los ingresos de Indra) podrían estar al parejo en cuanto al aporte a los ingresos globales de Indra, dice Jorge Arduh, director para México, Centroamérica, Caribe y región Andina de Indra. Pero llegar a ese punto no será fácil. El atraso de México en la dosis tecnológica de sus servicios públicos está a la vista de todos, incluidas otras compañías de TIC más grandes que Indra: el caso del grupo francés Thales con ventas por 18,676 mdd y Wipro que factura más de 8,000 mdd, cotiza en la Bolsa de Nueva York. Indra se caracteriza por sus excelentes prácticas en procesos de negocios, dice Edgar Fierro, de la consultora IDC. Pero hay muchas compañías que la aventajan. “Así que tiene que ser muy agresiva, junto con el hecho de reclutar talento local y subcontratar firmas locales para tropicalizar sus servicios”. El plan latinoamericano de Indra ya está en marcha. En Buenos Aires, Argentina, ya montó un centro policiaco similar al cuartel de Madrid. Una diferencia de estos, frente a los tradicionales, es que ahí también hay personal de bomberos y del cuerpo de ambulancias de las ciudades para atender llamadas de emergencia, y así aprovechar la plataforma tecnológica y coordinar la respuesta con la policía en los casos que lo ameriten. En Madrid, sin embargo, el centro integrado de seguridad y emergencia planeaba continuar la modernización e instalar un ordenador virtual para no tener que disponer de una PC en cada sitio de trabajo, pero el proyecto se dejó para un mejor momento por falta de dinero. Los recortes presupuestales son el pan de cada día en España. Con el fin de reducir los déficit de este año y el siguiente, el sector público español, del que Indra obtuvo 19% de sus ingresos el año pasado, podría recortar 9.5% el gasto en la administración pública y 6% en defensa; así como reducir 25% la inversión pública en su conjunto y 6% la destinada a transporte  y tráfico, dice el analista bursátil de BPI, Pedro Oliveira, en un reporte de abril. Consecuencia de ello y de la situación en su conjunto, los ingresos de Indra en España bajarán 15% en 2013, 10% en 2014 y 7% en 2015, estima Goldman Sachs. Dado este gris panorama en casa, Indra dirige la mirada hacia otros horizontes, en especial a América Latina, que en los doce meses previos a septiembre de 2012 aumentó de 16 a 25% su aporte a los ingresos totales de la compañía y con ello se convirtió en la región del exterior más valiosa para la compañía. “La crisis nos obligó a acelerar el plan estratégico que ya teníamos y en el que otros países y otros clientes tienen que ser relevantes”, dice Ema Fernández, directora de Planeación Estratégica de Indra. En Europa, la población envejece y no surgirá ninguna nueva ciudad de más de 10 millones de habitantes en las próximas décadas. Así que los nuevos entornos urbanos están en el sur y eso significa oportunidades para Indra, dice Juan José González, director de Desarrollo Estratégico y Nueva Oferta de Indra.   La punta de lanza A la par que apresura sus planes de internacionalización, Indra trata de compensar las caídas en España con otras líneas de negocio como la organización de elecciones y todo tipo de contratos fuera de España, dice Andrés Bolumburu, analista del banco Sabadell. Indra nació a principios de los años 90 de la fusión de una empresa privada de electrónica Ceselsa y la estatal Inisel, proveedora de servicios de defensa. Al cierre de 2012, 50% de las acciones estaba en manos de minoritarios, mientras que 20% pertenece a Banco Financiero y de Ahorros (BFA), con dos representantes en el consejo de Indra y a la que pertenece Bankia y Caja Madrid, éste último el más importante de varios bancos regionales aglutinados; 11% pertenece a Corporación Financiera Alba (Banca March); 10% a FMR LLC; 5% a Liberbank; otro 5% a Lolland y 5% más a Casa Grande de Cartagena. Pero este reparto podría cambiar, dado que Bankia y Liberbank, que suman 25% de las acciones, atraviesan por una reestructura de capital que podría derivar en una venta de sus títulos, que a su vez desembocaría en una pérdida de valor de las acciones. Uno de sus planes siguientes para ejecutar entre 2003 y 2007 fue identificar a qué países convenía salir y trabajar los siguientes cuatro años en convertirse en una empresa global. A América Latina llegó tras comprar en 2006 Soluciona y Azertia a Unión Fenosa, ambas con filiales en la región, y el año pasado compró Politec en Brasil, su mayor mercado en la región gracias a una decisión de desinversión de una compañía japonesa. Las proyecciones indican que en América Latina hay mucho más para hacer. Este año, la industria de las TIC se expandirá 10.3% en la zona, para totalizar un mercado de 140,500 mdd, dicen las predicciones para 2013 de IDC. El crecimiento más rápido se registrará en México, Brasil y Colombia, con tasas de 13, 12 y 11% respectivamente, añade la consultora. Esos tres países son los más importantes para Indra, que el año pasado reportó un aumento de 54% en sus ventas de 2012. México está en la nueva ruta de la compañía. Los servicios públicos tienen grandes rezagos, las proyecciones para la economía mexicana lucen bien ante el bajo desempeño de otras regiones y el país ya es el segundo mercado de Indra en la región. Hasta ahora, las filiales de compañías españolas son una parte importante de la lista de clientes de Indra en México; opera el servicio de gestión de datos a Telefónica Movistar, BBVA Bancomer y Santander; el cobro de peaje en la autopista Bicentenario en manos de OHL; al tiempo que se hace cargo de las máquinas electrónicas de boletos del Tren Suburbano concesionado a CAF. También tiene algunos grandes clientes no españoles. Destaca IDEAL, de Carlos Slim, con la que ganó un contrato de 21 mdd para implementar tecnología en la carretera Guadalajara-Tepic, concesionada a la constructora. Pero Indra necesita más que eso. Espera que Capufe modernice la red de carreteras que administra e Indra está lista para ofrecer sus sistemas automatizados para gestión de tráfico, cobro de peaje, etcétera. También está lista para ofrecer sus servicios de control de entrada y salida de barcos a las administradoras de puertos como Veracruz y Lázaro Cárdenas. Por lo pronto, ya trabaja de cerca con el IMSS y espera hacerlo con el ISSSTE para la introducción del expediente electrónico. En una docena de años, México será relevante bajo cualquier lectura, por su cercanía a Estados Unidos, población joven y capacitada, evolución económica y su mercado interno de tamaño importante, dice Juan José González. “Tendrá todas las condiciones”. Por otro lado, si bien dar servicio a multinacionales españolas le da reputación de proveedor capaz, también tiene el riesgo de desarrollar dependencia y de ser visto sólo como apéndice de estas compañías. El reto es ser percibida como una compañía local y construir una marca relevante como lo es Indra en España, dice González. “Que Petrobras y Pemex sean clientes directos de Indra, sin Repsol de por medio”.   Los contratos clave Indra tiene amplia experiencia en trenes. Provee los sistemas de control de ADIF y Renfe, los dos monopolios estatales que operan la infraestructura y la operación, respectivamente, de toda la red de trenes de pasajeros en España (costó 50,000 millones de euros, se financió con dinero del Estado, Unión Europea, deuda y figuras público-privadas; hoy transporta cerca de 468 millones de viajeros al año en trenes convencionales y de alta velocidad). ADIF es el escaparate de la tecnología española en materia de trenes, y tanto esta dependencia como Indra ya tienen un pie en el Suburbano que une el Estado de México con el norte de la Ciudad de México (Indra opera las máquinas de cobro con tarjetas de prepago). Ganar un proyecto de trenes de pasajeros en México sería como matar dos pájaros de un tiro: son contratos jugosos y de largo plazo, y vuelven populares a las compañías que los construyen y operan. “Los trenes que se planean hacer en México son los típicos proyectos en los que nos gusta participar”, dice Eduardo Bonet, director general adjunto del Comité de Dirección de Indra. “Si gana Indra uno de estos proyectos, eso hará cambiar a la filial mexicana”. [youtube id=”B760BqNzqoM” width=”620″ height=”360″]    

 

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