El Departamento del Trabajo dijo que el alza del 0.1% en el Índice de Precios del Consumidor (IPC) ayudó a contrarrestar un amplio declive de los precios de la energía, en tanto que el IPC subyacente subió 0.1%, tras permanecer sin cambios en agosto.   Reuters Los precios al consumidor en Estados Unidos subieron marginalmente en septiembre, presentando un débil panorama para la inflación que debería dar a la Reserva Federal suficiente espacio para mantener las tasas de interés bajas por un tiempo. El Departamento del Trabajo dijo el miércoles que el Índice de Precios del Consumidor (IPC) subió 0.1% en septiembre debido a que un alza en los costos de los alimentos y de la vivienda contrarrestó un amplio declive de los precios de la energía. El CPI había caído 0.2% en agosto y los economistas preveían una lectura plana en septiembre. Los precios de los bonos del Tesoro de Estados Unidos cayeron tras la publicación del dato, mientras que el dólar se fortaleció modestamente. “Este escenario de inflación persistentemente débil debería seguir dando la justificación clave para que la Fed mantenga su postura de política monetaria expansiva”, dijo el economista de TD Securities en Nueva York Millan Mulraine. El IPC aumentó 1.7% en los 12 meses hasta septiembre, luego de anotar un alza similar en agosto. Un índice separado, que sigue los cambios de precios para los asalariados urbanos y oficinistas y que es usado para hacer ajustes al costo de la vida para pagos de seguridad social, subió 1.7% en el tercer trimestre en comparación a un año antes. La inflación estadounidense se ha frenado en los últimos meses tras acelerarse en el segundo trimestre, en parte debido a que la fortaleza del dólar y un crecimiento económico más lento en China y en la zona euro limita las presiones sobre el valor de las importaciones. La débil lectura de inflación podría reavivar las preocupaciones en la Fed de que las presiones sobre los precios son demasiado bajas. Eso y una reciente ola de ventas en los mercados globales de acciones ha llevado a los inversores a mover hacia atrás sus expectativas respecto a cuándo el banco central estadounidense elevará las tasas de interés el próximo año. La Fed ha mantenido su tasa referencial a un día cerca de cero desde diciembre del 2008.   Inflación subyacente Las presiones de inflación subyacente también se mantuvieron contenidas en septiembre, pese a aumentos en los costos de la vivienda y de la salud. El llamado IPC subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía, subió 0.1% el mes pasado tras permanecer sin cambios en agosto. En los 12 meses hasta septiembre, el IPC subyacente subió 1.7% tras avanzar el mismo margen en agosto. La Fed tiene una meta de inflación de 2% y se guía por un índice cuya lectura es aún más baja a la del IPC. En septiembre, los precios de la energía cayeron por tercer mes consecutivo y los costos de la gasolina bajaron 1.0% tras caer 4.1% en agosto. Los precios de los alimentos subieron 0.3% tras haber escalado 0.2% en agosto. Dentro del IPC subyacente, los costos de la vivienda aumentaron 0.3% en septiembre tras subir 0.2% en agosto. El índice de vivienda subió 3.0% en los 12 meses hasta septiembre, el mayor avance desde enero del 2008. El índice de salud subió 0.2% por un incremento de 1.5% de medicamentos que no necesitan de receta médica y un avance del 0.3% en los costos de los servicios hospitalarios. Los pasajes de avión bajaron por tercer mes consecutivo, mientras que los precios de vehículos nuevos y de vestimentas se mantuvieron sin cambios. Los costos de autos y camionetas usados cayeron por quinto mes consecutivo.  

 

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