Por Samuel Casanova Jorge es un pequeño productor de café de los Altos de Chiapas, pero probablemente no sabías que tu café es producido por él, y también es probable que no sepas que forma parte del 80% de pequeños productores que no cuentan con seguridad social, del 58% que no cuentan con acceso a servicios básicos en sus casas y del 32% que tienen carencias alimentarias. No obstante, esto se puede cambiar. Hay iniciativas en México que, mediante soluciones innovadoras, buscan mejorar las condiciones de los pequeños productores: lograr un mejor acceso al mercado, más calidad, ingreso justo, entre otras cosas. Mediante el emprendimiento social, iniciativas como Nuup y El Buen Campo buscan enfrentar los grandes retos que tiene el sector, ya sea articulando las diferentes organizaciones involucradas, como lo hace Nuup, o eliminando intermediarios y dando mayor visibilidad al pequeño productor, como lo hace El Buen Campo.   ¿Por qué son importantes los pequeños productores? Seguramente los alimentos que compras en un supermercado vienen de un pequeño productor, y es que, de acuerdo con datos obtenidos de subsidiosalcampo.org.mx, 1 de cada 7 alimentos proviene de estos productores, 40% de la producción de granos básicos son aportados por ellos y generan 6 de cada 10 empleos en el campo. Pero además de alimentar a México y generar empleos, los pequeños productores fungen como guardianes de la biodiversidad y en ocasiones tienen conocimiento como técnicas agroecológicas que pueden ser de mucha utilidad para otros productores.   Nuup En 2013, empresas, organizaciones sociales y grupos de productores iniciaron un proceso de cocreación para descubrir los retos del sector. Producto de este ejercicio de trabajo colectivo se llegó a la conclusión de que hacían falta tres cosas:
  1. Más información acerca de compradores, ONG y productores, de cómo funcionan los mercados, de qué se necesita para la producción, qué tipo de empaque, cómo saber si los productos están listos, entre otras cosas.
  2. Transparencia en entender cómo funcionan las relaciones entre grupos de productores, organizaciones civiles y compradores.
  3. Colaboración tanto a lo largo de la cadena como entre los mismos actores, por ejemplo las ONG donde se necesita que encuentren más espacios de colaboración.
A raíz de la identificación de estas brechas surge Nuup en 2015, una plataforma que conecta a productores, organizaciones sociales y empresas para generar una red de trabajo para el sector agrícola orientada al acceso a mercado. “Ya hay muchas organizaciones trabajando en el campo y muchas empresas trabajando con organizaciones, y se trata de proveer articulación”, dice María Luisa Luque, de Nuup. Dada su naturaleza, Nuup se enfoca a evaluar que cualquier enlace comercial que se dé, producto de su plataforma, sea en beneficio del pequeño productor, y no sólo que tengan más ingreso, sino que también se fortalezcan en temas administrativos, de calidad o legales. Por la parte de los compradores, esta iniciativa analiza cómo se van adaptando los procesos de compra y el comportamiento de los compradores para generar un benchmark y ponerlo a disposición de los pequeños productores.   El Buen Campo De estar en el ramo cervecero, Agustín Ortiz y su socio decidieron hace dos años emprender en el ramo agrícola y crearon esta iniciativa, que aunque comenzó como una tiendita en línea donde se vendían diversos productos empacados, fue transformándose a un modelo de agricultura compartida por la comunidad. Su modelo se enfoca en beneficiar directamente a los pequeños productores, sin ningún intermediario más que ellos, además de que se les asegura su pago por adelantado, cuando en otros lugares éste puede tardar 7, 30 o 60 días. “Como intermediario lo que hacemos es decir quién es el productor –explica Agustín–. Entonces es una forma diferente de ser intermediario, porque sí estás ayudando al productor. La gente sabe de dónde viene su comida y nosotros estamos haciendo algo que el productor mismo no puede hacer, que es distribuir.” El Buen Campo vende canastas de frutas y verduras de lo que el productor puede producir por cada semana, es decir, si es temporada de mango, papa y zanahoria, es lo que recibirás en tu canasta. Y el pago se hace por adelantado gracias a que puedes adquirir una suscripción que te asegura recibir una canasta de 5 o 10 kg cada semana en tu domicilio o en puntos de entrega en la Ciudad de México. Trabajar con El Buen Campo implica que los pequeños productores reciban entre 50 y 70% del precio que paga el consumidor, pero también implica un proceso que incentiva la formalización con la expedición de facturas y formas de certificación. “Estamos viendo qué prácticas tienen en su agricultura y cómo podemos crecer con ellos, que ellos empiecen a crecer en producción y nosotros en ventas, pero al mismo tiempo”, dice Agustín.   ¿Cómo mejoramos la situación de los pequeños productores? El campo representa una fuente de riqueza para el país muy grande, pero es también un tema que abarca mucho más que el proceso de siembra, crecimiento y venta. Existe todo un mundo alrededor del campo y hay más iniciativas de campesinos, sociedad civil y empresas que trabajan para mejorar un sector tan importante para México. Aunque si de verdad queremos una mejora para los pequeños productores no basta con dar dinero a emprendimientos enfocados en el sector: hay que colaborar verdaderamente y cocrear un sistema en el cual se conozca al pequeño campesino, para que éste pueda progresar y como resultado se beneficie a la sociedad. Para esto hay que entender las responsabilidades que tienen algunos de los sectores involucrados:   Gobierno Se debe plantear qué tipo de política se quiere tener y cómo se quiere invertir en los pequeños productores, pues al final del día, éstos son una parte fundamental, tanto de empleo como de alimentación. Si consideramos al gobierno como el mayor inversionista de impacto de México, conviene una buena orientación de la inversión hacia los pequeños campesinos; por ejemplo, hacia informar y otorgar mismas oportunidades para acceder a un subsidio productivo, no privilegiar sólo a grandes productores.   Pequeños productores “Ellos aseguran el alimento del país, y sin ellos México perdería muchas cosas”, explica María Luisa Luque. El problema es que muchos campesinos no ven el valor que genera su actividad en la sociedad. Este tipo de pensamiento es lo que lleva a que el campo no se vuelva atractivo para nuevas generaciones, para generaciones jóvenes que son absolutamente necesarias para el progreso del sector. Es aquí donde los jóvenes deben entender que el campo es más que sembrar, sino que también existen otros tipos de servicios que pueden lograr la mejor calidad del alimento y una mejor calidad de vida para los productores.   Sociedad Saber de dónde viene lo que comemos y trabajar para dar mayor visibilidad a los pequeños productores dentro de la cadena de valor. Es cuestión de querer informarnos, y en caso de que no exista la información, utilizar la tecnología para apoyar a darle un rostro, una historia, a quienes producen los alimentos, como lo hace El Buen Campo y otras iniciativas de emprendedores mexicanos.
Samuel Casanova es colaborador editorial de Ashoka y líder de simplechange.com.mx (en Twitter, en Facebook), una iniciativa enfocada en contar historias de cambio social y empoderar a organizaciones mediante el storytelling. Participó en lideragentedecambio.com y le apasiona el emprendimiento social.   Contacto: Correo: [email protected] Facebook: AshokaMX Twitter: @ashoka_mx Página web: Ashoka México y Centroamérica   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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