Este texto fue publicado originalmente el 5 de mayo de 2017   México es un país al que le gusta la innovación y reconoce su importancia para el futuro de las empresas, sin embargo “es bueno en hacer más de lo mismo”, y no en lanzar nuevas ideas que impulsen la transformación de una industria o el cambio de paradigmas. ¿Las causas? La cultura y la educación, donde las jerarquías de lo tradicional se imponen en el diseño organizacional y los modelos educativos condicionan los modelos de innovación. Ésta es la lectura que hace Luis Ramos, director para América Latina de PA Consulting, sobre el informe sobre innovación presentado por la empresa. El directivo explica que el reporte “Innovation matters” también revela que en México –que representa el 6% del total de encuestados a nivel global– hay una convivencia de lo sofisticado con lo tradicional, en donde los directivos reconocen la importancia de la innovación, pero apuestan por aquellas transformaciones menores, en lugar de aquellas que modifican los modelos de negocio y los mercados. “México es bueno en hacer más de lo mismo, pero no en lo disruptivo”, subraya Ramos. Agrega que los ejecutivos mexicanos están satisfechos con la innovación incremental, aquellas que significan una modificación menor, pero no con la disruptiva. “México por ejemplo, en su manufactura está satisfecho, pero no con la innovación que cambia los paradigmas, modelos de negocio y mercados”. Te puede interesar: Ésta es la innovación más grande de Elon Musk, y nadie habla de ella Además, no sorprende que dos terceras partes de las innovaciones en el país sean incrementales, aquellas que crean valor a un producto/servicio que ya existe añadiéndole nuevas mejoras, y no disruptivas, dado que el país es base de muchas empresas internacionales que centralizan sus procesos de transformaciones de fondo en otros lugares del mundo, y dejan para sus equipos mexicanos las modificaciones menores. El directivo menciona que los principales obstáculos de la innovación son el miedo, la falta de un enfoque adecuado, el mecanismo corporativo inapropiado, una medición errónea y la resistencia a la inversión (tanto de capital humano como de recursos). Mientras que para hacer que la innovación funcione, apunta cuatro líneas de trabajo:
  1. Enfocarse en el futuro: Es decir, entender hacia dónde van tus clientes.
  2. Diseñar la innovación de acuerdo a tu empresa: Medir el valor de la innovación y llevar nuevos productos y servicios al mercado más rápido.
  3. Impulsar desde adentro una cultura de innovación: Además de recompensar tanto éxitos como fracasos, también se deben eliminar los malos proyectos a tiempo.
  4. Construir un ecosistema de innovación: Las empresas exitosas en este sentido no trabajan solas, buscan a terceros, por eso más de 60% se apoya firmas externas, capaces de flexibilizar sus procesos internos, además de contar con ejecutivos y equipos de liderazgo con diversas habilidades y antecedentes profesionales.
Innovar de la manera correcta no es sólo una cuestión de orgullo y satisfacción, sino también de salud financiera, ya que los datos a nivel global revelan que más del 70% de los líderes innovadores, que lo hacen bien, incrementaron los beneficios de su empresa en los últimos 12 meses, y una tercera parte crecieron más del 10% su Ebitda. Por el contrario, hacerlo mal y no percatarse de ello puede ser mucho más costoso, por ejemplo, en Reino Unido se desperdiciaron más de 100,000 mdd en mala innovación, lo que equivale al gasto de investigación contra el cáncer, señala Ramos. Además, a nivel global las personas innovadoras exitosas generan en promedio 217 mdd en ingresos anuales de su actividad, en comparación con los 135 mdd producidos por innovadores menos exitosos. Lee también: ¿Qué pasa con la innovación en México?   Innovación mexicana en cifras El reporte “Innovation Matters” (La innovación importa) considera que las organizaciones están perdiendo el potencial de las ideas capaces de impulsar el progreso y la rentabilidad, e incluso están luchando por innovar, y México no está exento de esto. Aquí algunos puntos clave sobre cómo piensan los ejecutivos mexicanos acerca de este tema y para entender el caso nacional:
  • El 78% de los ejecutivos mexicanos piensa que son buenos al recompensar a sus empleados por la innovación, incluso si el proyecto falla.
  • 60% menciona que la reciente innovación ha sido exitosa en impulsar el crecimiento de sus empresas.
  • En México, los ingresos generados por la actividad de innovación en los últimos 12 meses fueron de 50 millones 381,951 dólares.
  • Más de la mitad (54%) dice que tiene más probabilidades de lograr el éxito cuando obtiene innovación externa, y 46% cree que es bueno en terminar con las malas ideas: dos características clave de los innovadores exitosos en todo el mundo.
  • Casi 90% de los directivos mexicanos está muy satisfecho con la innovación incremental, pero sólo una tercera parte está medianamente satisfecha con la disruptiva.
  • 20% no tiene proceso de innovación, 68% tiene un sólo proceso para la innovación; y apenas 12% cuenta con varios procesos para diferentes tipos de innovación.
  • Cerca de 90% sabe que la innovación es clave para el futuro de la empresa. No obstante, sabe que no cuenta con la habilidad para impulsar innovación, reconoce la falta de liderazgo transformador y muestra insatisfacción con los resultados.
Te recomendamos este video: Ideas para la innovación 2017

 

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