Gráfico interactivo: Édgar Cruz   En el mundo existen al menos 34 jurisdicciones conocidas como paraísos fiscales o centros financieros offshore, debido a que sus gravámenes son bajos o nulos, y por su nivel de secrecía, que los hacen atractivos para los capitales que quieren evadir pagar impuestos en su país de origen. La investigación de los Panama Papers, sacada a la luz el 3 de abril (de 2016) por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, muestra cómo el despacho de abogados Mossack Fonseca ayudó a miles de clientes, muchos de ellos políticos, empresarios y hasta personajes de la farándula, a ocultar su dinero del fisco mediante la creación de empresas y vehículos de inversión. Panamá, ya conocido como uno de los paraísos fiscales más antiguos de América, tiene un nivel de secrecía alto que impide investigar los nombres de sus clientes que piden sus servicios. En el país centroamericano existen alrededor de 350,000 sociedades offshore libres de fiscalización, el tercer número más grande del mundo sólo después de Hong Kong y las Islas Vírgenes Británicas, de acuerdo con la organización no gubernamental Tax Justice Network. El organismo también clasifica por un conteo el nivel de secrecía de los paraísos fiscales. Panamá tiene una calificación de 72 sobre 100 en este rubro, de los más altos en el mundo. “El secreto bancario de Panamá es lo que impide a las autoridades mexicanas y de otros países investigar adecuadamente cuál es la situación, cuánto dinero hay, cuáles son los nombres de los ciudadanos”, indica Luis Pérez de Acha, abogado experto en derecho fiscal. El caso de los Panama Papers trajo de nuevo la discusión sobre los avances en el combate a la evasión fiscal. Según Tax Justice Network, el monto de flujos financieros ilícitos transfronterizos se estiman entre 1.0 y 1.6 billones de dólares al año. A continuación te presentamos un gráfico interactivo que muestra los centros financieros offshore considerados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), su nivel de secrecía y peso global, según Tax Justice Network. Después del gráfico se muestra el caso de la Isla de Jersey, un ejemplo de que los paraísos fiscales no se encuentran sólo en el Caribe, y los avances en la lucha por aumentar la transparencia fiscal y lo que falta por hacer.       Un ‘edén’ británico Cuando se habla de paraísos fiscales, la primera imagen que llega a la mente de muchos es la de una isla en el Caribe o Panamá, tras la investigación que reveló miles de clientes del despacho Mossack Fonseca. Pero estas jurisdicciones con gravámenes bajos o nulos no se limitan solamente a este lado del orbe. También en Europa existen jurisdicciones, algunas de ellas islas británicas, que son ‘amables’ con el dinero que llega de fuera. Jersey es una isla dependiente de la corona  británica, de sólo 116 kilómetros cuadrados de extensión, ubicada en el Canal de La Mancha,  frente a las costas de Normandía. Pese a tener una población de sólo 90,000 personas, sus habitantes tienen un alto poder adquisitivo, con un PIB per cápita de 57,000 dólares en 2005. Su ubicación estratégica (entre Francia y Gran Bretaña), clima templado y paisajes lo convertirían  en un lugar paradisíaco, pero el verdadero edén está en sus servicios financieros, que contribuyen con 60% de la economía de la isla. Empresas y grandes contribuyentes emplean este centro para reducir la carga tributaria de su patrimonio La Isla de Jersey, pese a su clima británico, aparece como uno de los principales exportadores de plátano en el mundo. No es que tenga plantaciones de esta fruta en sus costas, sino que muchas empresas se instalan en estos centros por la reducida carga tributaria. Por ejemplo, en la isla británica los productos no pagan IVA, por lo que son más baratos que en casi todo el mundo. El problema de estos centros financieros offshore, como también se les conoce, viene de mucho tiempo atrás. Desde el siglo XVIII, Suiza fue el primero en implementar el “secreto bancario” para atraer más inversiones. Fue en 1934 cuando empezó a regularse esta práctica, pues la Alemania nazi buscaba fiscalizar las grandes fortunas que había fuera de su economía. Desde 2010, los flujos de inversión de la Unión Europea hacia estos centros financieros se incrementaron exponencialmente. De acuerdo con la agencia de estadística de la Unión Europea, Eurostat, 5,300 millones de euros salieron de su país de origen hacia jurisdicciones como Liechtenstein, San Marino, las Islas Feroe, la Isla de Man, Jersey, Panamá, las Bermudas, Islas Caimán, Bahrein, Hong Kong, y otras. En 2011, cuando la zona euro vivía el momento más agudo de su crisis, el número de capitales que huyeron a los paraísos escalaron hasta 59,000 millones de euros (mde). Según Eurostat. En 2013, la cifra se moderó a 40,000 mde, pero los paraísos fiscales siguen siendo el segundo destino de la inversión extranjera directa que sale de los 28 países de la Unión Europea.   Combate por tres frentes Luis Manuel Pérez de Acha, abogado experto en derecho fiscal, resalta que el combate global a los paraísos fiscales se tomó más en serio desde 2009, cuando Barack Obama asumió la presidencia de Estados Unidos en plena crisis financiera y la necesidad del gobierno de más recursos incrementó los niveles de fiscalización. “Hay tres frentes que se han abierto desde hace siete  años. Uno es el combate que ha emprendido Estados Unidos con su ley FATCA. El otro es la lucha que se ha emprendido con la OCDE y el Grupo de los 20, que se ha materializado en un acuerdo multilateral para el intercambio automático de información. El tercero es el combate al terrorismo, ya que los paraísos fiscales también se usan para financiarlo.” La investigación hecha por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, que reveló a varios de los clientes del despacho Mossack Fonseca, con sede en Panamá, encendió de nuevo la alarma entre los organismos internacionales como el Banco Mundial, el G-20, la ONU y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El presidente del Banco Mundial (BM), Jim Yong Kim, señaló  el 15 de abril (de 2016) que la evasión y el uso de paraísos fiscales, ilustrados recientemente con el caso de los Panama Papers, debilitan la lucha global contra la pobreza y el impulso de la prosperidad. La iniciativa más reciente para obstaculizar la evasión fiscal es Platform for Collaboration on Tax, un mecanismo con que los países deberán intercambiar información fiscal, recibirán asesoría y herramientas para combatir la erosión fiscal. Pérez de Acha asegura que desde hace siete años ha habido avances en la lucha contra la evasión fiscal, pero el próximo gran paso será que todos los países se comprometan a eliminar el secreto bancario. Casi 100 países han firmado el compromiso, pero falta ver si todos lo harán. “Será un gran paso para eliminar los paraísos fiscales. Ésta es la propuesta teórica, ya veremos si se lleva a la práctica.”

 

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