La postura iraní complica las negociaciones sobre los niveles de producción, después de un sorpresivo compromiso anunciado esta semana entre dos de los mayores exportadores del mundo: Rusia y Arabia Saudita, la potencia más influyente al interior de la OPEP.   Reuters Irán evitó el miércoles ofrecer su colaboración para restringir la producción petrolera como parte de un pacto mundial destinado a congelar los volúmenes de extracción y apuntalar los precios, puesto que desea recuperar la participación de mercado que perdió tras años de sanciones económicas. La postura iraní complica las negociaciones sobre los niveles de producción, después de un sorpresivo compromiso anunciado esta semana entre dos de los mayores exportadores del mundo: Rusia y Arabia Saudita, la potencia más influyente al interior de la OPEP. El consenso inicial establece congelar la producción de este año a los niveles de enero, siempre y cuando otras grandes naciones petroleras se sumen a la iniciativa. El primer acuerdo global sobre cuotas de crudo en 15 años no ha impresionado al mercado, que esperaba un recorte de producción en lugar de un congelamiento, el cual todas formas podría llevar a un incremento del bombeo si Irán consigue términos especiales de los miembros de la OPEP. “Este es el primer paso y deberían tomarse otras medidas. Esta cooperación entre miembros de la OPEP y países fuera del grupo para estabilizar al mercado es una buena noticia. Apoyamos cualquier esfuerzo por estabilizar al mercado y sus precios”, dijo el ministro del Petróleo iraní, Bijan Zanganeh, citado por la agencia de noticias Shana. El miércoles, Zanganeh se reunió por alrededor de dos horas con los ministros de Petróleo de Irak, Qatar y Venezuela en Teherán. Los funcionarios, que habían viajado desde Doha, donde se forjó el acuerdo inicial sobre la producción el martes, abandonaron la capital iraní sin emitir comentarios. Zanganeh conversó con los medios iraníes más tarde y escogió cuidadosamente sus palabras, a fin de evitar mencionar la postura de Irán sobre un congelamiento de su propia producción. “Me informaron que Rusia, en su calidad de mayor productor mundial de crudo, Omán y otras naciones están listos para sumarse (al pacto). Este es un paso positivo, tenemos un enfoque positivo sobre el tema, es un buen comienzo”, indicó. Productores de la OPEP en el Golfo Pérsico -Qatar, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos-, además de Venezuela, dijeron que se sumarían al pacto, que intenta abordar el exceso global de suministros y ayudar a los precios a repuntar desde sus niveles más bajos en más de una década. Pero Irán ha surgido como el mayor obstáculo al primer acuerdo de su tipo desde el 2001, ya que el país islámico ha anunciado que aumentará vigorosamente su producción en los próximos meses para recuperar la participación de mercado. “Pedir a Irán que congele su nivel de producción de petróleo es ilógico (…) cuando Irán estaba bajo sanciones, algunos países elevaron su producción y causaron la caída de los precios del crudo”, dijo el enviado iraní ante la OPEP, Mehdi Asali, según un reporte del diario Shargh publicado el miércoles. A pesar de la falta de un consenso evidente, los precios del crudo reaccionaban positivamente a las declaraciones del ministro iraní Zanganeh, y los futuros del referencial Brent escalaban un 7%.

 

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