cintillo

Dos de las más importantes compañías tecnológicas del mundo son lideradas por un ’empresario maestro’. Su estrategia de emprendimiento marca la pauta para cualquiera que desee consolidar un negocio.   Por Eric Savitz   Si pasas un rato con Dorsey puedes abarcar un terreno muy amplio. En las oficinas centrales de Square, en San Francisco, donde se fabrica el dispositivo que convierte un Smartphone en una máquina para pasar tarjetas de crédito o débito, es evidente la manera en que estructura su tiempo y su compañía organiza el trabajo, los detalles de una compra reciente, varias reuniones  y lo que suele desayunar todas las mañanas: dos huevos cocidos con salsa de soya. En sus oficinas hay 21 salas de juntas, todas cubiertas de cristal, y nombradas en honor a diversas plazas notables del mundo. En una habitación oscura un grupo de ingenieros trabajan en integrar un gran proyecto con Starbucks, que pronto dependerá de Square para procesar todas las transacciones de crédito y débito que tengan lugar en sus tiendas en los Estados Unidos. A sus 35 años, Dorsey es más nerd que Steve Jobs (él es primero un programador, luego un empresario), y su ego parece estar controlado. Al igual que Jobs,  es un provocador en escala épica y un infractor recurrente. Twitter, el servicio de microblogging que cofundó en 2006, ha convertido a 500 millones de personas en el mundo en cronistas de mensajes capaces de comenzar revoluciones. Este año debe lograr un estimado de 290 millones de dólares en ingresos por publicidad. Y al aceptar pagos en línea con Square, dos millones de negocios están cambiando drásticamente la industria de los servicios financieros; la compañía tiene como objetivo alcanzar 220 mdd de ingresos. Ambas compañías han hecho de Dorsey un multimillonario, miembro por primera vez de la lista de los 400 de Forbes. Su participación del 3% en Twitter vale 240 mdd. Forbes evalúa su participación del 26.4% en Square en 845 mdd. Antes de que cofundara dos de las cinco compañías de tecnología pre-IPO (IPO: Oferta Pública Inicial, por sus siglas en inglés) más importantes del planeta, Dorsey mostró ligeros síntomas de poseer un enfoque brillante. Diseñó programas de software para ambulancias y patrullas, abandonó la universidad (dos veces), realizó dibujos de botánica, se convirtió en un masajista certificado y, al final, se interesó en el diseño de modas. Recientemente ha hecho ruido en los medios por su idea de convertirse en el alcalde de Nueva York. Su madre ha llegado a decir que en muchas ocasiones se desesperó pues creía que su hijo nunca descubriría lo que quería hacer en realidad. “Alentamos a la gente a que pase tiempo al aire libre porque creemos en la serendipia. Pero de vez en cuando necesitas enfocarte como un equipo”, comenta.   Emprendimientos tempranos A los 16 años Dorsey trató de iniciar su propio servicio de mensajería en bicicleta, si bien lo hizo, en parte, para tener una excusa para diseñar un programa para llevar un negocio, hasta que al fin  descubrió que no había mucha demanda de mensajeros en bicicleta en San Luis. El joven entró a la universidad de Missouri-Rolla, pero no permaneció ahí por mucho tiempo. Fascinado por los sistemas, Dorsey descubrió un error de seguridad en un sitio web operado por una compañía en Nueva York llamada Dispatch Management Services, la cual era liderada por Greg Kidd. Dorsey encontró la dirección de correo electrónico de Kidd en el sistema de la compañía y le mandó una nota alertándolo sobre el error. Kidd inmediatamente le ofreció un trabajo y Dorsey cambió Missouri por la Gran Manzana. Kidd y Dorsey comenzaron una nueva compañía llamada DNet que ofrecía compras en línea con entregas el mismo día. DNet pronto recibió financiamiento por parte de Band of Angels, sin embargo, la naciente compañía nunca atrajo tanto la atención. Era una buena idea pero se encontraba una década adelantada a su época: Amazon hace lo mismo, y hoy en día Wal-Mart lo intenta también. Después de que DNet fracasó, Jack volvió a su casa en San Luis y se capacitó para ser un terapeuta en masajes, hasta que finalmente siguió a Kidd a Bay Area. Eventualmente, consiguió un trabajo de medio tiempo en la nueva empresa de podcasts, Odeo, la cual creada por una antigua estrella de Google llamada Evan Williams. “Twitter salió de ahí debido a una idea que tuve y comenté con mis cofundadores y Biz, así como con Noah Glass (otro cofundador de Odeo)”. Dorsey relata que el grupo le dio dos semanas para diseñar un programa para una herramienta de mensajes que pudiera saltarse los SMS y se archivara en la web. No era solamente una compañía: Twitter le permitió a Dorsey llevar a cabo la creación de una empresa de forma ampliamente innovadora, enfocándose en una idea en vez de una entidad de negocios (un enfoque que retomaría cuando fundó Square).   Para crear una compañía, comienza con una idea grande “Sabía que se trataba de una gran idea, sabía que tendría pies y cabeza, pues se trataba de un concepto con la esencia de una tecnología que yo utilizaba de otras formas”. Arriba los bocetos originales que realizó Dorsey acerca de la idea de cómo concibió Square. Se hallan en el vestíbulo de las oficinas centrales de la compañía en San Francisco. Twitter se convirtió en algo viral en la conferencia South by Southwest en 2007 y desde ese entonces se ha expandido. A la fecha la compañía ha recibido ingresos por 1,100 mdd, por parte de Kleiner Perkins, DST Global, Union Square Ventures, Benchmark Capital y otros. Su siguiente apuesta fue Square, la idea de una nueva compañía surgió de un problema práctico. Jim McKelvey, quien durante algún tiempo se había dedicado al negocio del vidrio soplado, había diseñado un grifo de 2,500 dólares pero no pudo venderlo debido a que no pudo procesar la transacción con una tarjeta de crédito. Ahora bien, Twitter tiene el crédito de ayudar a derrocar dictadores árabes. El plan de Square es derrocar el sistema de pagos multimillonarios. Llamado originalmente Squirrel (por guardar el dinero como lo haría una ardilla con las bellotas), Square se propuso facilitar a los comerciantes en pequeño aceptar el plástico, con un dispositivo periférico colocado en un Smartphone en el que se pudieran pasar tarjetas, con una tarifa del 2.75% por transacción. (Square paga esa cantidad a las compañías de tarjetas de crédito.) En un santiamén, Square comenzó a ofrecerle a los comerciantes la opción de pagar 275 dólares al mes por transacciones ilimitadas de hasta 250,000 dólares al año. Dorsey observó la forma en que “el dinero podría ser mucho más funcional,” comenta Vinod Khosla, el inversionista de capital de riesgo que invirtió en la Serie A de Square hace algunos años. “Esa es una cuestión radicalmente diferente a la que plantea PayPal. Se trata de una pregunta mucho más fundamental: ¿qué podemos nosotros hacer por la gente que aún usa dinero?”. Square no solamente se trata de transacciones. Dorsey quiere ayudar a los minoristas a llevar sus negocios de forma más eficiente al proporcionarles mejor información y acercarlos a sus clientes. Un servicio llamado Square Register convierte un dispositivo móvil o una tablet en un sistema de punto de venta y proporciona gestión de inventarios, rastreo de clientes, análisis de negocios y demás. Su siguiente innovación, Square Wallet,  permite comprar cosas sin tener que pasar la tarjeta; incluso puedes pagar sin utilizar las manos en algunos negocios (incluyendo Starbucks, que es un inversor y socio), utilizando tecnología de localización, la cual le indica a un negocio que estás ahí. Square Wallet también permite a los minoristas crear programas de recompensas. Para cumplir sus sueños en la compañía, Dorsey ha desarrollado un organismo corporativo poco usual en Square y un acercamiento altamente estructurado en cuanto a la gestión. “La compañía necesita tener una cadencia semanal”, explica. Y detalla el calendario: •             El lunes, es para ocuparse de cuestiones de gestión •             El martes se enfoca en la ingeniería y diseño de los productos •             El miércoles se avoca a la mercadotecnia, comunicaciones y crecimiento •             El jueves tiene reuniones con socios externos y desarrolladores •             El viernes está dedicado a “la compañía y a la cultura”, y también se recluta gente •             El sábado se toma el día; en particular disfruta dar caminatas •             El domingo piensa en estrategias y realiza entrevistas de trabajo Durante un tiempo Dorsey se mantuvo fiel a este calendario cada semana, tanto en Twitter como en Square. Recientemente, dice, visita Twitter de vez en cuando, en especial para discutir las estrategias. El modelo de Dorsey para una compañía funcional es una sala de redacción. Una vez trabajó en el periódico de su preparatoria. Hoy en día se ve a sí mismo como el editor en jefe de Square, perfeccionando ideas que provienen de su equipo y sugiriéndoles a ellos algunas propias. “Un empleado puede cambiar dramáticamente el curso de la compañía si propone una buena idea”, afirma.

 

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