México junto con los del Triángulo Norte de Centroamérica acordó  unir esfuerzos y afinar estrategias con la meta de garantizar los derechos de la población migrante en Estados Unidos tras la amenaza del presidente electo, Donald Trump, de deportar a unos 3 millones de indocumentados. Los funcionarios de Relaciones Exteriores de los cuatro países  coincidieron en que los tiempos actuales marcan la necesidad de tener una comunicación “fluida, permanente y muy, muy abierta” para velar por los intereses de los suyos. El objetivo de la estrategia es continuar con la creación de una zona fronteriza más próspera y segura, fundar oportunidades para luchar contra una de las causas de la migración, pero, sobretodo, atender a los migrantes, máxime en estos momentos de incertidumbre, pues la dignidad y sus derechos son prioridad. “Hoy más que nunca estamos convencidos de la importancia de mantener una comunicación que sea fluida, que sea permanente y que sobre todo sea muy, muy abierta”, manifestó la secretaria mexicana de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu. Puedes leer: Renegociar el TLCAN no es una barbaridad: BID La funcionaria mexicana hizo una llamada para crear una plataforma regional a la que se sumen los esfuerzos con una visión de largo plazo para reforzar los espacios de diálogo y avanzar en temas comunes, como la cooperación, el comercio, la seguridad y la migración. “La paz y la prosperidad de Centroamérica son la paz y la prosperidad de México”, dijo Massieu parafraseando a su presidente, Enrique Peña Nieto, con el fin de refrendar el compromiso de su país con la región y con las tres naciones hermanas: “En México no solo tienen un vecino amigo, sino un socio confiable y un aliado permanente”. Ruiz Massieullamó a aprovechar mejor el Tratado de Libre Comercio entre México y Centroamérica pues, a su juicio, ahora están “obligados a potenciar los mecanismos” existentes para seguir construyendo progreso. Centroamérica, en especial el Triángulo Norte, es una de las zonas más violentas del mundo, pese a que no se desarrolla una guerra convencional, lo que incide en la emigración masiva a Estados Unidos y México, los principales destinos. Los cancilleres de México y Guatemala  se congratularon por los resultados alcanzados, los cuales son el reflejo del valor estratégico y prioritario que ambos países dan a la relación bilateral y formularon votos por continuar profundizando el diálogo y la cooperación con el objetivo de continuar construyendo una frontera próspera, segura, de oportunidades de crecimiento y desarrollo integral.

 

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