El líder familiar, que puede o no ser el mismo que el líder dentro de la compañía, tiene la responsabilidad de generar un interés de los integrantes por el negocio que vaya más allá de los beneficios económicos que pudieran obtener.     Cuando hablamos de liderazgo dentro de las empresas familiares, no podemos dejar de lado al líder familiar, que puede o no ser el mismo que el líder dentro de la compañía. En ambos casos, esta figura tiene la responsabilidad de generar un interés de los integrantes por el negocio que vaya más allá de los beneficios económicos que estos pudieran obtener de la empresa. El papel del líder es crucial dentro de una familia, fundamentalmente si esta familia posee una entidad generadora de riqueza como es una empresa. Un buen líder procura la cohesión familiar y garantiza con ello la estabilidad del negocio. En nuestro país, es característico el respeto generalizado a la figura del patriarca o, en su caso, de la matriarca, quien dicta lo que se ha de hacer y cuya palabra casi nadie cuestiona. Sin embargo, cuando hablo de “buen líder” no me refiero a uno de este tipo, sino a uno que sabe escuchar y dialogar con los demás miembros de la familia y que además sabe persuadir sin imponer, pese a su bien definida y reconocida autoridad. La rentabilidad, estabilidad y trascendencia de una compañía familiar dependerá de la madurez que tenga la familia, y esta madurez será producto del trabajo del líder familiar, quien deberá enfrentar varios retos, entre ellos, los siguientes:   Fomentar interés en la empresa familiar: Es bastante común que las nuevas generaciones sean indiferentes al negocio, aun cuando éste ha sido producto del esfuerzo de años de trabajo del padre o del abuelo. Si el líder logra atraer el interés de los miembros jóvenes, en determinado momento podrán éstos ejercer nuevos liderazgos y tomar las riendas, permitiendo la trascendencia generacional de la compañía.   ¿Cuáles son las claves para conseguir esta figura de liderazgo? 1. Educar empresarialmente. El líder familiar debe dejar claro que la empresa es algo más que un negocio, es el resultado de años de trabajo, una fuente de bienestar y una oportunidad de crecer, mejorar y trascender para las nuevas generaciones. El líder debe buscar una preparación profesional y adecuada para quienes dirigirán un día la entidad. 2. Separar los problemas. Los problemas familiares no deben influir en el funcionamiento de una empresa, así como los problemas del negocio no deben permearse al núcleo familiar. A su vez, el líder de la familia debe hacer compatibles los intereses divergentes entre la empresa y la familia, procurando la felicidad de la familia y el éxito de la empresa. Ciertamente el liderazgo hace una diferencia esencial en cualquier compañía, pero en el caso de la empresa familiar, se ejerce en condiciones distintas. La presencia de la familia y la coincidencia entre administración y propiedad hace más complicada la labor de liderazgo. El líder familiar debe asumir estas y otras responsabilidades y retos, y aunque no es una tarea sencilla, al final tendrá un éxito doblemente satisfactorio: un negocio rentable, funcionando y una familia estable y en armonía. 3. Como líder, el padre o la madre de familia tienen el compromiso de plagar y contagiar a todos los que le rodean de valores como el respeto, la nobleza, responsabilidad, humildad, honestidad, honradez y disciplina. Estos valores serán los pilares que sostengan y normen la actuación de la empresa.   Como líder en tu familia debes poner especial atención en la responsabilidad que implica la libertad de elegir. Si te implicas de la misma manera en tu trabajo que en tu familia, veras que vas a lograr resultados rápidamente. Tu equipo de trabajo es como los miembros de tu familia: se trata de tener la misma actitud positiva en ambos lados.     Contacto: Twitter: @mariorizofiscal

 

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