Tener una voz sólida en el entorno global y permanecer vigente en un mercado cada vez más competitivo y multicultural es posible sólo si se tiene la conciencia responsable de lo que significa comunicarse apropiadamente.   Por Paola García En un entorno cada vez más globalizado, en que los avances tecnológicos desdibujan las fronteras, la comunicación se ha convertido en el puente que conecta al mundo. Y en el mundo de los negocios y las relaciones personales, la comunicación es la punta de la balanza entre el éxito y el fracaso. Una comunicación acertada desarrolla la creatividad, confianza y/o deseo de cooperación. En la vida personal y en la profesional, la gente reacciona tanto a la energía que transmitimos como al lenguaje que utilizamos, generando, por ejemplo, sensaciones de confianza o desconfianza, de tensión o armonía; en otras palabras, la manera en que utilizamos el lenguaje marca la diferencia en la forma como somos percibidos. “El lenguaje moldea nuestro comportamiento y cada palabra que utilizamos está impregnada con un gran significado personal. Las palabras correctas, pronunciadas en la forma correcta, pueden traernos amor, dinero y respeto, mientras que las palabras equivocadas –o incluso las palabras correctas expresadas de la manera incorrecta– pueden conducir a un país a la guerra. Debemos organizar cuidadosamente nuestro discurso si queremos alcanzar nuestras metas y hacer nuestros sueños realidad”, se lee en el libro Words Can Change Your Brain (Las palabras pueden cambiar tu cerebro), del doctor Andrew Newberg. Teniendo la capacidad de entablar una excelente comunicación tendremos la posibilidad de inclinar la balanza hacia nuevas oportunidades, tratos cerrados, relaciones sólidas y duraderas, nuevos negocios y clientes, nuevos mercados, hacia el éxito en un mundo de posibilidades.
Paola García es estratega de contenido, redactora y editora de contenido web y redes sociales en Open English.   Contacto: Correo: [email protected] Facebook: Open English  Página web: open english   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.