Como candidato, Enrique Peña Nieto se comprometió a impulsar un programa para producir etanol a partir de la caña de azúcar, pero, hasta ahora, aún no queda claro cuál será el papel que jugarán los biocombustibles en su propuesta de Reforma Energética.     A horas de que el Presidente de México presente su propuesta de Reforma Energética no estaría de más recordar que, como candidato, se comprometió ante el sector cañero, el 15 de junio de 2012, en Lerdo de Tejada, Veracruz, a impulsar un programa para la producción de etanol a partir de caña de azúcar. México entró de por sí un par de décadas tarde a la producción de biocombustibles: actualmente no produce ni el 1% del total mundial, y si en esta Reforma Energética no se le da un impulso importante será otro “ya fue” para el país, toda vez que durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa no se logró aterrizar la producción, a pesar de que desde 2009 se han publicado una serie de estrategias para fomentarla, incluso, se hizo pública una convocatoria para oxigenar las gasolinas de las ciudades de México, Monterrey y Guadalajara. En 2009 se publicó la licitación para suministro de etanol anhidro a Guadalajara por un volumen total de 823 millones de litros en un plazo de suministro de 5 años. El ganador con la única propuesta solvente, de entre 17, desistió de la firma del contrato, ya que el costo fijado por Petróleos Mexicanos no compensaba los costos de producción. El uso de biocombustibles en México está aprobado desde 2008, cuando se fijó como meta para 2012 la producción de 800 millones de litros. Actualmente hay en desarrollo al menos cinco proyectos en los estados de Jalisco y Tamaulipas, y algunos ya consolidados en Chiapas y Veracruz, sin embargo, la política pública en la materia no se ha visto tan entusiasta. De acuerdo con la Asociación Nacional de Productores de Biocombustibles (ANPB), en Tamaulipas se podría construir el próximo año la primera planta de etanol con base en sorgo (con una inversión de 100 millones de dólares), con la intención de reducir las importaciones anuales de gasolinas en alrededor de 3,000 millones de dólares. Con la Reforma Energética a la vuelta de la esquina, la ANPB espera apoyo gubernamental para construir al menos ocho plantas para la producción de etanol que se ubicarían en el Estado de México, Veracruz, Jalisco, Colima, Hidalgo y Nuevo León, pero no se ve claro si recibirán este apoyo y cuándo. Para la producción de etanol no es necesario el uso de maíz como principal insumo, ni que los biocombustibles compitan con la producción de alimentos, pero lo que sí se necesita es inversión. Entre la disputa de si se abren o no a la inversión extranjera algunas áreas de Petróleos Mexicanos, la discusión sobre las energías limpias y los biocombustibles ha quedado rezagada. El tema del etanol fue una promesa de Peña Nieto que, se espera, tenga un lugar preponderante en su lista de compromisos.     Contacto: email: [email protected] Twitter: @julianafregoso

 

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