Viki, la plataforma de entretenimiento que  permite ver contenidos globales en distintos idiomas, tiene un modelo de negocios que se monetiza a través de dos fuentes: publicidad digital y suscripciones.   Por Ana Paula Flores Hasta hace algunos años, lo único que conocíamos de la televisión asiática eran sus animaciones. Fue con la llegada de internet que algunos títulos se hicieron accesibles para el público global. Sin embargo, una barrera más se in­terponía entre el contenido asiático y esta audiencia: el idioma. La solución a ese problema la ofrecieron tres estudiantes de las universidades de Stanford y Harvard: Razmig Hovaghimian, Changseong Ho y Jiwon Moon. “La idea inicial fue crear una he­rramienta que permitiera aprender idiomas y que los usuarios pudie­ran subtitular mientras veían un video instructivo. Pronto nos dimos cuenta que los videos con instruc­tores eran mucho menos populares que los dramas coreanos que los usuarios estaban compartiendo en el sitio”, platica Razmig. De acuerdo con Anaheli de los Santos, business development para América Latina de VIKI, la startup logró obtener dos rondas de financiamiento; la primera, por 2 millones de dólares (mdd) en Singapur y la segunda por 24 mdd en San Francisco, Califor­nia. “A pesar de contar con un ADN de Silicon Valley, reunir capital de Singapur para una empresa mediática que requería una gran inversión de capital era relativamente difícil”, comenta Razmig. El emprendedor afirma que no estaba preparado para el rápido crecimiento que presentó la empresa. No obstante, dice: “Crecer deja heridas, pero en retrospectiva preferiría hacerlo de la misma manera a pasar años en la bús­queda de un ilusorio producto para el mercado”. Anaheli explica que úni­camente 5% de las empresas creadas en Silicon Valley logra sobrevivir. De éstas, apunta, la mayoría tiene dos opciones: salir a Bolsa o venderse. En el caso de VIKI, la decisión fue venderse por 200 mdd a Rakuten, una compa­ñía japonesa de tecnología. “A pesar de tener opciones de financiamiento en la mano y varias  compañías interesadas en nosotros, congeniamos con Rakuten tanto en visión, como en cultura. Y la ver­dad, no puedo imaginar un mejor hogar para nosotros. Hemos dupli­cado o triplicado nuestra visibilidad desde entonces”, comenta Razmig.   Comunidad A diferencia de Netflix, VIKI tiene un modelo de negocios que se monetiza a través de dos fuentes: publicidad digital y suscripciones. La traducción de los contenidos queda a cargo de la comunidad. “Los subtítulos están hechos por nuestros propios fans; no se les paga un centavo”, dice la encarga­da del desarrollo de negocios para Latinoamérica. Actualmente, VIKI transmite programas subtitulados en 200 idiomas. La programación más popular, destaca, es la produci­da por SBS, de origen coreano, aun­que también transmiten contenidos de Netflix, Google, Caracol, etc. Con respecto a la importancia de México para VIKI, Anaheli explica que el país es el segundo mercado más importante en visitas, luego de Estados Unidos.   A futuro Hace algunos días, VIKI anunció su primera coproducción: Dra­maworld, una serie que se lanzará a principios de 2016, en la que se buscará unir los dramas asiáticos con los estadounidenses. Anahelí comenta que la platafor­ma ya se encuentra en pláticas con las principales televisoras de Méxi­co para coproducir contenido. Razmig considera que en el futuro la tv digital y VIKI romperán fronteras: “Lanzamientos globales con menos o ninguna barrera a través de cada plataforma. No falta mucho para eso”. grafico_viki_bueno

 

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