La sucesión de una empresa familiar es un proceso que requiere de tiempo y planeación, y Carlos Slim Helú, el hombre más rico de México y el cuarto en el mundo, lo sabe muy bien. A pesar de que el magnate se mantiene en el Consejo de Administración de empresas como América Móvil y Grupo Sanborns, y como presidente de Minera Frisco, ha delegado el poder de su imperio a sus hijos y yernos, principalmente. Incluso, tres de sus nietos: Daniel y Rodrigo Hajj Slim, y Arturo Elías Slim, son consejeros de Minera Frisco, la firma Soinmob Inmobiliaria Española y de Impulsora del Desarrollo y el Empleo en América Latina (IDEAL), respectivamente. A sus 76 años, el empresario mantiene mayor presencia en actividades sociales, al igual que sus hijas Soumaya, Vanessa y Johanna Slim Domit, encargadas de las fundaciones Telmex y Carlos Slim. Lee también: Carlos Slim invertirá 8,000 mdd para mejorar la comunicación en América Latina Daniel Aguiñaga, socio líder de Gobernabilidad en Deloitte, explicó que para cualquier empresa familiar uno de los principales retos es la institucionalización de la toma de decisiones y la creación de órganos en que participen tanto los que son parientes como los que no. El especialista afirmó que la sucesión tiene que ser un proceso planeado, que debe contemplar el tipo de organización que se prevé en el largo plazo, así como el perfil que se necesita para la persona que tomará el control de la compañía. “El proceso de sucesión siempre será complicado, porque hay que definir cómo se pasarán las relaciones, cómo se posicionará tanto interna como externamente al nuevo sucesor y cómo se creará la imagen del nuevo líder. Cuando los fundadores tienen más de 70 años, el proceso de sucesión se convierte en un tema prioritario”, indicó. Aguiñaga explicó que el Consejo de Administración es considerado como un órgano de gobierno que debe enfocarse en trabajar de manera colegiada con sus distintos miembros, buscando dar cumplimiento a la visión, misión y objetivos del negocio. “Las decisiones que no puede tomar la dirección general, las debe tomar el Consejo”, comentó el especialista. Un vistazo hacia la organización de las empresas de Slim refleja que sus hijas están encargadas de las actividades sociales de la Fundación, contrario a lo que ocurre con sus hermanos Carlos, Marco Antonio y Patrick. El estudio Mujeres ejecutivas: lo que ellas quieren de las empresas en México, de la firma PwC, revela que el porcentaje de mujeres con estudios universitarios es de 52% en el país; además, 53% cuentan con estudios de posgrado. Sin embargo, solo 5% de las mujeres ocupa un lugar dentro de los consejos de administración de las empresas. De igual manera, el análisis señala que sólo 13% de las mujeres en el país está dentro de puestos directivos de alto rango. A continuación, el estado actual de los roles que han adoptado los descendientes del millonario al interior de las empresas de la familia: Interactivo | ¿Quién es quién en los negocios de Slim?

 

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