¿Qué papel juegan las regulaciones no arancelarias en el acceso a mercados para productos y servicios?     Con el avance de la tecnología en materia de transporte y telecomunicaciones, la dinámica comercial en el planeta se incrementa cada día, motivo por el cual el acceso a mercados para productos y servicios se ha convertido en un elemento estratégico para las economías nacionales. De acuerdo con la Organización Mundial del Comercio (OMC), el acceso a mercado puede ser definido como “el conjunto de condiciones y medidas arancelarias y no arancelarias convenidas por los países miembro, para la entrada de determinadas mercancías a sus mercados”. En una definición más comercial podemos decir que es la capacidad que tienen los exportadores para penetrar el mercado correspondiente de otro país. Para las empresas de cada país, el grado de acceso del mercado externo depende de la complejidad y magnitud de las barreras comerciales establecidas por sus autoridades nacionales, mismas que deben ser cumplidas por los artículos importados para poder comercializarse dentro de su territorio. Bajo las reglas del sistema multilateral del comercio de la propia OMC, cada uno de sus integrantes debe cumplir con los principios de no discriminacióny trato nacional, que se refieren específicamente a la condición que cada miembro concede a las mercancías o servicios nacionales de los terceros países. El propósito es que las mercancías extranjeras, una vez que hayan cumplido con todos los requisitos para nacionalizarse y tengan derecho de acceso a mercado, reciban un trato no menos favorable que el otorgado a las mercancías idénticas o similares de producción local. A nivel internacional, es evidente que se han hecho enormes esfuerzos por facilitar el comercio mediante reducciones arancelarias y la firma de acuerdos internacionales. En la liga se puede revisar la lista de los más de 250 acuerdos comerciales regionales vigentes a nivel mundial, mientras que en la liga pueden consultarse los 26 acuerdos comerciales preferenciales. Un denominador común en la firma de todos estos acuerdos es, en principio, la reducción de impuestos a las importaciones mediante el otorgamiento de preferencias arancelarias entre las partes contratantes. Es importante explicar que arancel es el nombre que reciben los derechos de aduana aplicados a las importaciones de mercancías, mientras que un arancel preferencial es el que se negocia entre las partes al amparo de un Acuerdo de Libre Comercio y que no corresponde al tributo de Nación Más Favorecida (NMF) que se cobra a todos los demás países miembro de la OMC. Es decir, se trata de un impuesto normal, no discriminatorio, aplicado a las importaciones de terceros países. Hoy existe una clara tendencia para que los aranceles vayan disminuyendo, pero, a la par, el comercio internacional también se ve expuesto a la proliferación de diversos controles nacionales a las importaciones como inspecciones previas a la expedición; políticas de competencia; medidas sanitarias y fitosanitarias; cumplimiento de estándares internacionales en materia de calidad del producto, etiquetado y empaque, además de múltiples consideraciones no comerciales que se conocen comúnmente como barreras no arancelarias. En el Informe sobre el Comercio Mundial 2012 de la OMC se hace un estudio a profundidad del impacto ocasionado en la dinámica comercial a nivel internacional ante la imposición de las medidas no arancelarias. Se indica que, por ejemplo, la implantación de un reglamento de la inocuidad de un artículo específico aumentará los costos de producción, pero también dará una señal importante sobre la calidad del mismo, lo que fortalece la competitividad de los artículos que respondan a normas estrictas. Las reglamentaciones sobre la inocuidad aumentan la confianza en la calidad de las mercancías extranjeras, reduciendo los costos de transacción y promoviendo el comercio. Es entonces que las regulaciones no arancelarias se convierten en el último recurso para brindar el acceso al mercado. Se trata de instrumentos establecidos por los gobiernos para controlar el flujo de mercancías entre los países, ya sea para proteger la planta productiva y las economías nacionales, para preservar los bienes de cada país, para asegurar a los consumidores la buena calidad de las mercaderías que están adquiriendo, o su seguridad, o bien, sólo para dar a conocer las características de las mismas. Podemos observar que este tipo de medidas no arancelarias representan un beneficio para las empresas que las aplican, ya que brindan competitividad a sus procesos productivos y un elemento diferenciador frente a sus competidores. No obstante, por su naturaleza, estas regulaciones no arancelarias resultan más difíciles de conocer, interpretar y cumplir, lo que ocasiona que en muchos casos no sean tan transparentes, ya que tienen su origen en varias fuentes y, al igual que los aranceles, pueden ser modificadas en tiempos relativamente cortos. En nuestro México, los aranceles NMF se han disminuido radicalmente según se muestra en la siguiente gráfica: Cabe aclarar que este arancel promedio ponderado no es el arancel que de manera real paga el total de importaciones hechas a México ya que con la red de acuerdos comerciales que nuestro país ha firmado, se ha negociado el arancel de más del 80% de las mercancías que se importan a nuestro país a través de acuerdos de libre comercio y cuya tasa tiende a llegar al 0%. Sin afirmarlo, podría ser factible que el costo arancelario para el total de importaciones a nuestro país sea inferior al 1%, ya que la única excepción significativa que existe es nuestro comercio con China, con quien no tenemos acuerdo alguno y que representa casi el 16% del total, motivo por el que China se ha convertido en nuestro segundo socio comercial.
Fuente: ProMéxico.

Fuente: ProMéxico.

  Para más información sobre los tratados suscritos por México, por favor consulta el sitio de Internet de la Secretaría de Economía.
Fuente: INEGI. Balanza comercial de mercancías de México. Información revisada enero-mayo, 2014.

Fuente: INEGI. Balanza comercial de mercancías de México. Información revisada enero-mayo, 2014.

Sin embargo, existe una presión constante de nuestros principales socios comerciales para que brindemos un mayor apoyo al acceso al mercado y se apoyen las exportaciones de las empresas extranjeras aceptando, reconociendo o adoptando sus certificaciones, registros o documentos que comprueban el cumplimiento con regulaciones establecidas en el país de origen de la mercancía, pero de manera unilateral, sin reciprocidad, lo que implica ceder el acceso indiscriminado al mercado mexicano, y representa una gran desventaja para la planta productiva nacional. Es necesario reflexionar sobre la importancia de contar con estas regulaciones no arancelarias como la última frontera de acceso al mercado ante el impacto que puede tener la caída de los aranceles en la limitación por costo de los flujos comerciales.     Contacto: Correo: [email protected] / [email protected] Twitter @perez_munguia Páginas web: NYCE / IMECE     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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