Grecia deberá enfrentar al menos siete factores de crisis si decide abandonar el euro e incumplir con las condiciones de pago de sus acreedores. Crear una nueva divisa y tejer alianzas comerciales figuran entre los principales retos.    Por Viridiana Mendoza, Francisco Muciño e Israel Pantaleón El fin de semana, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, anunció un referéndum cuyo resultado se dará a conocer el domingo (5 de julio de 2015) sobre los términos del acuerdo impuestos por la zona euro y el Fondo Monetario Internacional (FMI). El pueblo griego debe decidir entre permanecer en la zona euro y sujetarse a las condiciones de austeridad que implican el pago de los tramos de rescate concedidos, o empezar con un proceso de salida del euro. “Existen diversos escenarios para el largo plazo de Grecia, los cuales dependen de la respuesta de la población en el referéndum. Si triunfa la propuesta de aceptar las condiciones de los acreedores en el referéndum, se llevaría muy seguramente a la disolución del gobierno griego, ya que Tsipras ha puesto todo su capital político en juego y su bandera ha sido evitar la prolongación de las medidas de austeridad”, dice Gabriela Siller, directora de Análisis Económico Financiero de Banco Base. Un escenario más pesimista es que en el referéndum sea rechazada la propuesta de los acreedores, lo cual fortalecería a Tsipras en el gobierno, pero conllevaría un retiro de la liquidez por regulaciones del Banco Central Europea (BCE) el 20 de julio, una vez que no cumplan con el pago programado para ese día, algo que forzaría la salida del euro del país heleno. Ante la situación, existe la posibilidad de que el BCE retire o disminuya la provisión de liquidez, tal como hizo con Irlanda y Chipre, para dar un mensaje de lo que podría pasar si el pueblo vota en contra de la propuesta de los acreedores. Si Grecia decide abandonar la comunidad monetaria, el gobierno deberá enfrentar siete frentes de crisis. Aquí te los explicamos:   1. Sistema financiero: Contagio a la banca europea Al cierre de 2014, la deuda pública de Grecia ascendía a 317,000 millones de euros (355,642 millones de dólares), según cifras de Eurostat. Si se cuenta a partir de 2010, cuando Atenas comenzó a recibir los primeros programas de rescate, la deuda es de 271,000 mdd. Los mayores acreedores de Grecia son el Fondo Monetario Internacional (48,100 mde), el Banco Central Europeo (hasta 118,000 mde entre bonos, el Fondo de Liquidez de Emergencia y notas de bancos griegos) y los gobiernos de la eurozona (52,900 mde, siendo Alemania y Francia los más expuestos), de acuerdo con un cálculo que hizo Reuters. “El principal afectado a nivel financiero son los bancos comerciales. La liquidación de depósitos y la conversión a una nueva moneda será un golpe considerable. Sin embargo, el incumplimiento del pago de la deuda a los bancos extranjeros puede generar serias distorsiones en los balances”, dice Carlos Brown, asesor y consultor económico independiente. Si Grecia sale de la zona euro, el mayor impacto sería para el BCE, los bancos alemanes y franceses, aunque casi todo el sector financiero de Europa también se vería afectado, sobre todo en los mercados, con caídas en las acciones de los bancos, asegura un reporte de Multiva Análisis. “Se sabe dónde está concentrada en su mayoría la deuda. El problema es que no sabes si en otros países hay deuda griega y que no esté visible”, agrega. El lunes 20 de julio, Grecia tiene que pagar 4,200 mde al BCE. Si no lo hace, el banco central tendría que cubrir las pérdidas. En este caso, la relación entre Atenas y la zona euro llegaría a un punto sin retorno, considera Bank of America Merrill Lynch en un análisis.   2. Moneda: El amargo adiós al euro “La nueva moneda de Grecia difícilmente se llamaría dracma. El gobierno buscará que, si Grecia sale del euro, la población no lo sienta como un ‘regreso al pasado’, sino más bien como un nuevo comienzo”, dice Carlos Brown, asesor y consultor económico independiente. En el caso de que Grecia opte por una salida de la zona euro, el banco central griego deberá emitir una nueva moneda y establecer un mecanismo de paridad. Es probable que, en un inicio, el gobierno parta de una paridad uno a uno con el euro, pero los diferentes bancos de inversión prevén una devaluación inmediata, pese a los controles de capital. Barclays señala que ésta puede ser de entre 45 y 85%, mientras que Capital Economics sugiere que la caída puede ser de 20%. Oxford Economics prevé que sea de 30%. Los depósitos en euros en los bancos, que actualmente rondan los 150,000 millones de euros, se convertirían de manera automática a la nueva moneda y el gobierno iniciaría un periodo de transición en que los euros seguirían en circulación, aunque no por mucho tiempo. “Es probable que el gobierno establezca ventanillas para cambiar euros por la nueva moneda y negociar prestaciones sociales, como sueldos gubernamentales y pensiones. El gobierno buscaría que el proceso fuera rápido”, explica Brown.   3. Deuda y bonos: Aumento de riesgos y pérdida de confianza Sólo con el anuncio del fracaso de las negociaciones entre Grecia y sus acreedores, los costos de endeudamiento gubernamental de Italia, Portugal y España subieron entre 20 y 30 puntos base. Los inversionistas temen que si Grecia sale, otros países también lo harán. “Aunque Grecia equivale a sólo 2% del PIB de la zona euro, su salida desataría una crisis de confianza en el bloque, lo que llevaría a un aumento en los intereses y en la caída del euro. Pese a que Portugal o España no consideren salir de la zona euro, los inversionistas podrían pensar que sí”, señala Mark Taylor, decano de Warwick Business School de Reino Unido, en un análisis publicado el 22 de junio. El reporte de Multiva coincide en que si Grecia sale de la zona euro, los siguientes en la mira serían los países que también fueron rescatados.   4. Prestaciones sociales: Pensiones en riesgo Los griegos sufren ahora la imposición de sólo cobrar pensiones una vez a la semana, pero ése no es el único problema para los trabajadores jubilados, pues el bajo crecimiento y la poca recaudación pueden generar que el gobierno se quede sin fondos para pagarlas. “Las pensiones, finalmente, son un compromiso del Estado con los ciudadanos. Si el gobierno griego no tiene los recursos para pagar sus obligaciones, como la deuda pública o de otro tipo, no tendrá para solventar las pensiones”, dice Leticia Armenta, directora del Centro de Análisis Económico del Tecnológico de Monterrey. José Velasco Orozco, economista del banco Ve por más, coincide en que mientras no haya una mayor recaudación por parte del gobierno, tampoco habrá un incremento en el gasto de las pensiones. “El tema de las pensiones es complicado para el gobierno griego, debido a que atacar de alguna manera o reducir el esquema del pago de pensiones generará polémica”, agrega Velasco Orozco. En caso de que Grecia saliera de la eurozona, el gobierno determinaría la equivalencia en los pagos; probablemente habría una pérdida de valor en las pensiones, como casi siempre se da en todas las reestructuraciones de este tipo. Las pensiones son parte fundamental en la manutención de un hogar en Grecia, ya que por el alto desempleo que hay se estima que casi la mitad de las viviendas viven de la pensión de una miembro, según un estudio de la Federación de Comerciantes y Artesanos del país helénico.   5. Descontento social: Aumento de las protestas Según las encuestas, 70% de la población griega quiere estar en la zona euro. Esto indica que la población griega se inclina más por la austeridad al cobijo de la zona euro, que por la volatilidad de enfrentar una salida y una devaluación, así lo explica Leticia Armenta, directora del Centro de Análisis Económico del Tecnológico de Monterrey. Armenta reconoce que con el voto a favor de las medidas de los acreedores, la población está aceptando la austeridad. Esto representa un “voto implícitamente en contra del nuevo gobierno”. En opinión de la especialista, es muy difícil que la sociedad soporte un control bancario como el denominado ‘corralito’, en que la población sólo puede retirar una cantidad limitada de dinero por un periodo prolongado. “El ‘corralito’ está crispando los ánimos de la sociedad. No estoy segura de que la sociedad quiera mantener una situación tan crítica como la que está viviendo”, agrega. El pasado domingo, Grecia actuó para contener las crecientes tensiones sobre su sistema financiero cerrando los bancos e imponiendo controles de capitales que plantearon la perspectiva de que el país se vea forzado a salir del euro. Se prevé que los bancos estén cerrados toda la semana, con un límite diario de 60 euros para los retiros de efectivo de los cajeros automáticos.   6. Comercio: Rusia, ¿el nuevo aliado clave? Si Grecia rompe los lazos con la Comunidad Económica Europea, deberá buscar alianzas comerciales fuera del bloque. “Grecia tendría que empezar nuevamente con tratados internacionales para llevar a cabo comercio y visados, entre otros, lo que tardaría tiempo y ocasionaría pérdidas considerables”, dice Gabriela Siller, de Banco Base. En 2014, Grecia registró un déficit en su balanza comercial de 20,610 millones de euros, un 11.51% de su PIB. Los principales compradores de las mercancías griegas son: Turquía (12%), Italia (9.2%), Alemania (6.6%), Bulgaria (5%) y Chipre (4.6%). Tan sólo los tres miembros de la zona euro con más peso concentran más de 20% de las exportaciones, según datos de Comtrade. En contraparte, Rusia (10.3%), Alemania (9.9%), Italia (7.5%), China (5.3%) y Kazajistán (5.2%) son los principales proveedores. “Es muy probable que Rusia se convierta en un aliado comercial fundamental si Grecia deja el euro. Rusia ha buscado reforzar la integración con Asia Central, China y Medio Oriente. Una alianza con Rusia podría mitigar los efectos de que se congelara la balanza comercial, pues será difícil establecer intercambios con una moneda de reciente creación vulnerable a la volatilidad, aunque esto tendría un costo político previsible”, advierte Brown. Los aceites de petróleo representan 37% de las exportaciones griegas, seguidos de medicamentos (3.5%),  aluminio (2%), pescado fresco y refrigerado (1.6%) y hortalizas (1.3%). Entre las importaciones destacan los combustibles, gas de petróleo e hidrocarburos gaseosos, con una proporción superior a 30%.   7. Política: Resurgimiento de fuerzas radicales Multiva Análisis señala que el referéndum propuesto por el gobierno heleno, que se realizaría el próximo domingo, busca que la población decida si quiere permanecer en la zona euro y someterse a las condiciones del rescate. Pero el ‘Grexit’, como también se le conoce a la potencial salida del bloque monetario, podría despertar el descontento social en otros países, porque los acreedores no quisieron dar más concesiones. “Crecería el descontento en muchos otros países, y a finales de año hay varios procesos electorales. Es muy claro que se vería el resurgimiento de las llamadas izquierdas radicales, que están en contra de los estatutos de la Unión Europea y de las medidas de austeridad”, añade. Por otra parte, Carlos Brown señala que la salida de Grecia de la zona euro representa un foco de alerta para Estados Unidos, pues Rusia se convertiría en una influencia económica y política  importante para Grecia. “Rusia ha tratado de tejer un bloque político con países de Europa. Si cuenta con el respaldo de Grecia, podría generar que incluso saliera de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), lo que representa una amenaza de tensión política internacional. Estados Unidos es uno de los entes políticos más interesados en que Grecia permanezca en la zona euro”, afirma el analista.

 

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