- Los acuerdos de Nueva York, que fundamentan la agenda para el desarrollo sostenible.
- Los acuerdos de Adís Abeba, que establecen como eje principal el impulso al financiamiento para el desarrollo de las naciones y la vigilancia y regulación de los paraísos fiscales.
- Los acuerdos de París de la COP21, enfocados en la mitigación de los efectos del cambio climático.
Los anhelos del desarrollo sostenible 20-30
Los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), que surgieron bajo el programa 20-30, son aspiracionales, aunque no por ello inalcanzables.
Luego de 15 años, los líderes del planeta se reunieron en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para revisar y evaluar los resultados de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), firmados por las 189 naciones participantes en el año 2000.
El saldo no fue positivo. Algunas metas ni siquiera cubrieron el 50% de sus propósitos, sobre todo las relacionadas con el combate a la pobreza y el desarrollo económico de las naciones más atrasadas. Temas como la salud –específicamente el combate al VIH– y el acceso a la educación tuvieron algunos resultados destacables, pero nada que pueda suponer que se han superado los rezagos en ambas materias.
Las evaluaciones dieron paso a la firma de nuevos acuerdos y objetivos en los que confían las naciones firmantes; se podrán obtener mejores resultados que su versión anterior. Bajo el programa 20-30 surgieron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que buscan –al igual que los ODM– reducir las brechas de desarrollo entre los países.
Los ODS están fundamentados en tres acuerdos que conforman los objetivos y programas sobre los que se debe trabajar de aquí al año 2030.