El 5 de septiembre se cumple el segundo aniversario del movimiento Fuck Up Nights. En este tiempo, más de 100 fracasados de 15 países compartieron sus historias con más de 10,000 asistentes y han demostrado que un fracaso empresarial puede dar pie al verdadero éxito.     Leticia Gasca no tiene empacho en contar que el movimiento Fuck Up Nights empezó en una noche de copas entre amigos con Carlos Zimbrón, Julio Salazar, Luis López de Nava y Pepe Villatoro. Todos, sin importar a qué se dedicaran, habían experimentado alguna vez un fracaso profesional. Hablar de los fracasos y encontrar respuestas en los fracasos de los otros se convirtió en una enseñanza valiosa. Entonces cayeron en la cuenta de que, como ellos, muchos emprendedores estaban afuera asimilando el porqué sus ideas de negocio no habían funcionado. Así, entre amigos, desde 2012 han ocurrido reuniones mensuales en que los emprendedores se plantean cuál era el proyecto, qué salió mal, qué aprendieron y qué harían diferente. El movimiento empezó en la Ciudad de México, pero las Fuck Up Nights ya se han realizado en 15 países. La ‘magia’ detrás de estas reuniones reside en el hecho de que es un espacio liberador. En una ocasión, Guadalupe Loaeza relató su experiencia al haber sido candidata por el PRD para una jefatura delegacional. La chispa de la escritora hizo que aquello pasara de un fracaso político a una anécdota simpática. Al final, todos los que relatan sus historias recuerdan sus fracasos con cariño, pues generalmente se aprende más de aquello que no sale bien. En las Fuck Up Nights se puede escuchar de todo. Alguna vez una empresa relató cómo, sin un plan de negocios ejecutado, lograron colarse a la portada de una revista de negocios de renombre. “Generalmente los fracasos empiezan luciendo muy bien”, decía Alejandro Machorro, socio fundador de CocoLabs al lucir la portada; la empresa tuvo que replantear toda su estrategia después del proyecto que lucía exitoso en papel, pero que con el paso del tiempo resultó un fuck up.   Una celebración de lujo Tras dos años de generar estos encuentros, el movimiento Fuck Up Nights  celebrará con la llegada del Libro del  fracaso, en el cual se exponen 24 lecciones acerca del fracaso. El objetivo es asimilar éste como una fase en el camino a hacer las cosas bien y lograr objetivos. En total hay 12 historias de emprendedores de carne y hueso que han aprendido de sus descalabros y que ahora están listos para transmitir esas lecciones a otros empresarios novatos. El libro se elaboró en alianza con el Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera, FEMSA, Promotora Social México, el gobierno de Guanajuato y Posible. La celebración también incluye un evento en la Ciudad de México (aquí los detalles), una Fuck Up Night especial en que se expondrán cuatro casos, entre éstos el de la conductora Martha Debayle y el luchador VillanoV.   ¿Por qué fracasan los emprendedores? Francisco Layrisse, Mario Dávila y Sergio Ortiz, investigadores del Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera, forman parte del equipo que realizó un diagnóstico de las razones más frecuentes de fracaso en los nuevos negocios. El estudio está incluido en el Libro del fracaso y arroja algunas luces de los talones de Aquiles más comunes. Así, las 5 causas más frecuentes del fracaso son: 1. Ingresos insuficientes para subsistir (65%). “No tener más que el financiamiento justo para hacer frente a la operación mensual.” 2. Falta de indicadores (48%). “Faltó claridad en los objetivos del negocio, por y para qué trabajábamos, además de los rendimientos requeridos y esperados.” 3. Falta de proceso de análisis (44%). “Era mi primer negocio, y aunque en teoría conocía muchas cosas por la universidad y mis otros trabajos, es muy distinto ser empleado a ser cien por ciento responsable de tu propio negocio. Hoy pondría más atención en elaborar un plan de negocios a conciencia.” 4. Planeación deficiente (44%). “Falta de planeación. Falta de experiencia como directora. Falta de visión empresarial.” 5. Problemas en la ejecución (43%). “Creo que nos dedicamos demasiado a planear, pero nunca salimos a comprobar si nuestras hipótesis también eran lógicas para el cliente final.” El estudio se realizó a partir de una serie de encuestas a 409 emprendedores. En entrevista con Forbes México, los autores del estudio compartieron algunas de las lecciones más importantes después de analizar el fracaso. a) Los emprendedores tienen poca información a la mano: No hay un manual para emprender y falta una red de apoyo que permita orientar a los emprendedores sobre temas básicos de management. “Existen pocos libros, poca investigación. En tanto más sepan los emprendedores sobre otros casos de éxito en la misma localidad y cómo llegaron a él será más fácil trabajar en el negocio”, señala Francisco Layrisse. b) Empezar con una idea que el mercado no necesita, el primer error: Cuando los emprendedores piensan en el producto, antes de pensar en la necesidad que deben atacar, es cuando empiezan los problemas. “El mayor choque para los emprendedores suele venir cuando ven que no hay mercados basados en supuestos. Si los productos o servicios no atacan una necesidad real, entonces habrá complicaciones en el modelo de negocios”, señala Sergio Ortiz. c) Abrazar el fracaso, la lección más importante: Mario Dávila afirma que el Fracaso debe ser parte de los planes de estudios en las carreras. Asimilar que los fracasos pueden ocurrir es lo que genera resiliencia, la capacidad de asimilar situaciones límite y reponerse. “El fracaso es parte del plan de negocios, es parte del proceso de detectar oportunidades. Los emprendedores deben aprender a fracasar temprano, fracasar bien, reponerse y seguir adelante.” fuckup1

 

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