Francisco Javier y Abraham Mojica Morett son originarios del Pueblo Mágico de Tapalpa, Jalisco. En este pintoresco lugar crecieron rodeados de arte, ya que en su familia todos son pintores, de hecho, ambos jamás habían tomado un pincel, y ahora ambos son reconocidos artistas, tanto en Latinoamérica como en Estados Unidos. Chisko, como mejor se le conoce a Francisco, relata cómo fue ese momento en el que tuvo una mágica revelación que más bien parecía premonición. “Me veía rodeado de cuadros y colores y a partir de ese momento esas imágenes no dejaron de aparecer como visiones que me agolpaban detrás de los ojos, era como una necesidad vital, tenía que expresar intensamente todo aquello que provenía de mi interior”. Había entonces, encontrado su vocación. Así pues, desde los 16 años no ha soltado el pincel y el mundo se ha convertido en su lienzo ya que sus expresiones van desde el mural y técnica al óleo y fresco, hasta la aplicación de polímeros en bases de óleo sobre metal, pasando por el acrílico sobre diferentes soportes, incluso funcionales. En tanto que Abraham, siempre supo que el talento en México está por todos lados. “En México nos sobra el talento, pero muchas veces faltan oportunidades, pero también creo que uno tiene que buscar esas oportunidades, siempre hay más alternativas, más ciudades, más países”, puntualizó. Abraham decidió probar suerte en Estados Unidos y eso le ha ayudado a abrir muchas puertas. “Hay que ser constante, yo tengo alrededor de 16 años fuera de México, y veo con mucho entusiasmo que, a pesar de muchas situaciones adversas en el país, hay muchísima gente saliendo adelante con sus proyectos y con una calidad increíble”. Abraham empezó a pintar por terapia hace aproximadamente seis años, después de una perdida muy fuerte en su familia. “Desde el principio hasta hoy ha sido un proceso más que nada, catártico, en una búsqueda constante de cambio y aprendizaje”, reconoce el jalisciense. Esta catarsis ha llevado al artista a exponer, exhibir y colocar su obra en países como Japón, Bélgica, Alemania, Italia, Brasil, Canadá, Irlanda, México y Estados Unidos.  El portafolio de Abraham está compuesto por aproximadamente 200 obras, en su mayoría de gran formato 1.60 metros x 1.80 metros.   Movimiento Chiskomovil chisko-sentado Chisko en cambio, tiene un estilo único que ha perfeccionado, conforme pasa el tiempo y lo que éste ha de enseñarle y que es aquello que plasma en sus lienzos cuando toma el color, el pincel y se deja llevar con la armonía que le produce pintar. Sus obras trasmiten sensaciones difíciles de conceptualizar, aunque define su obra como ‘Figuratismo Policromático’ su expresión logra conectar al espectador con deidades enteógenas que no pertenecen al mundo material, pero que a la vez existen dentro de cada ser vivo. “Para mí, la pintura no es un fin en sí misma, es un medio para llegar a otros, a uno mismo. Cuando te entregas a la pintura te pierdes, viajas, cambias de dimensión, bailas con el universo, te comunicas con quienes quizá jamás estarían a tu alcance de otra manera. Para mí, la pintura es una catarsis, es la huida y el encuentro con el uno y con lo otro”. La obra de Chisko está dispersa por diferentes partes del planeta, desde su natal Tapalpa, donde se encuentra uno de sus estudios. Ciudad Guzmán, Jalisco en el que dejó a la vista de estudiantes y docentes de la rectoría de la Universidad Pedagógica Nacional un mural (2011). En Playa del Carmen y Puerto Vallarta realizó la exposición “Simbolismos Policromáticos” en la galería Amarte (agosto 2014) exposición que además también visitó el Distrito Federal en la galería AR190 (octubre 2014) y en Guadalajara, ciudad en la que se encuentra trabajando actualmente y presentó la exposición “Mundos Posibles” (noviembre 2013) en Casa Borell.   Conexión emocional Hay un lenguaje sensorial que manejan ambos hijos prodigios de Tapalpa, pero especialmente el de Chisko, logra una conexión con aquellos que han adquirido algunas de sus obras en un sentido casi primigenio, esto es debido a que tal como lo define su autor sus obras son orgánicas, poseen ritmo y tienen una libre expresión. “El color te permite transfigurar eso que tenemos preconcebido en la mente. Entonces logra poner otra mente. Entonces logra poner otra realidad y eso es también parte de lo bello de esto, que el observador también tenga su punto de vista y su sensación”. Chisko ahora radica en la ciudad de Guadalajara y es ahí, en medio de uno de los barrios más emblemáticos de esta ciudad (Santa Tere), donde continúa plasmando las visiones de otros mundos mágicos, aunque pequeños fragmentos de su esencia ya se encuentren alrededor del mundo a donde ha viajado su obra. Actualmente una serie de 30 piezas de Chisko, de pequeño formato están viajando por Estados Unidos en colaboración de O’Gallery, sin embargo, la mayoría de su obra se encuentra en México y en países como Londres, Italia, España, Argentina entre otros, en colecciones privadas. “En mi próxima exposición (CHISKODELIA), presento la obra que realice durante el año y que está en planes de iniciar una gira a través del planeta a partir de febrero del 2017”, afirmó Chisko. Abraham, radica en Texas y desde ahí abastece a galerías de Las Vegas, San Antonio, Nueva York y Los Ángeles especialmente. “Espero seguir produciendo obra, más como una búsqueda interior, y como un encuentro conmigo mismo y como esta catarsis que libera realidades y fantasías que no pueden ser nombradas en el día a día”, concluyó Abraham.   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @Raul_Curiel Facebook: raul.curiel.148 Página web: dedalocomunicacion.com   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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