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Este texto se publicó originalmente el 12 de octubre de 2016. 

La Caja Popular Las Huastecas inició su operación con 25 fundadores que aportaron en total 17.65 pesos. Hace 55 años, cada uno de los miembros hacía aportaciones de apenas 20 centavos. “Es así como funcionan las finanzas en las zonas más marginadas. Hay una idea equivocada de que la inclusión financiera es ofrecer créditos, y no es así. La inclusión financiera es enseñar a las personas a ahorrar y enseñarle a usar los créditos de manera responsable. El ahorro es la mejor herramienta de inclusión”, explicó a Forbes Sabás Ledesma, Gerente General de la Caja Popular Las Huastecas, en el marco del seminario internacional de inclusión financiera de la fundación alemana Sparkassenstiftung für internationale Kooperation.  Lee también: Bancos sin empleados, el futuro del sistema financiero Hoy, la Caja Popular Las Huastecas tiene una cartera de captación de 810 millones de pesos y 600 millones de pesos en créditos colocados. Está conformada por 59,000 socios y los recursos corresponden a 9,600 ahorradores. “Tenemos una diferencia de 200 millones de pesos entre lo que captamos y lo que prestamos, la gente que tiene un préstamo sabe que es el dinero de la gente humilde lo que se les está prestando, adquieren un compromiso moral y eso es lo que hace que justo la gente más pobre es la que más paga”. Sabás Ledesma acusa al sistema financiero de poner la rentabilidad por delante del sistema financiero. “Esto es un negocio para muchas personas, las instituciones financieras, las grandes instituciones no fondean por caridad. Los pobres somos un gran negocio para los grandes bancos porque somos muchos, de ahí que haya ahora muchas instituciones que ofrecen créditos con tasas enormes porque consideran que el riesgo es alto, yo creo que más bien son agiotistas de nueva era”.   Evitar el consumismo En opinión del directivo, la cultura de consumo influye fuertemente en la manera de administrar el dinero. 39% de los socios de la caja popular viven en comunidades de alta o muy alta marginación y es justo en estas localidades donde se capta 46% del ahorro. “La mayoría de los ahorradores son de comunidades pobres, donde están familiarizados con la escasez, cuando la gente tiene un ingreso asegurado es cuando se sobre endeuda, mucho de ello es por la publicidad nociva.  En algunas zonas más urbanas vemos que en la familia faltan las tortillas en la mesa pero no falta el saldo en el teléfono para conectarse a Facebook. La publicidad en torno al consumo es abrumadora”, acusa. Para 2016, la Caja Popular Las Huastecas planeaba cerrar el año con un aumento de 90 millones de pesos en captación, en lo que va del año, se ha cumplido y rebasado la meta con 180 millones de pesos. “El tener ese dinero en reservas nos genera costos, porque si nosotros lo invertimos en bancos no nos pagan suficiente para dar una tasa de rendimiento a nuestros ahorradores, lo que debemos tener cuidado es en el otorgamiento pues muchos profesionistas deben mucho. La clase media es presa del consumismo, y eso causa sobre endeudamiento”, añade.

 

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