Por Enrique Hernández Cuba es la nación de moda. Desde que se ha hecho pública una nueva política de apertura todos quieren invertir. Por lo pronto, empresas mexicanas tienen la intención de llegar con diferentes proyectos:  sacar petróleo, construir hoteles, transportar a los turistas y hasta darles de comer a los cubanos a través de la venta de lácteos, pastas y alimentos agrícolas. “Hemos visitado 40 empresas (del sector petrolero, turismo, agricultura, alimentos, construcción) en México que han mostrado interés por invertir en la isla”, señala Beatriz Barreto Uzcátegui, presidenta de la Cámara Binacional de Negocios México-Cuba. La representante dice que el gobierno de Raúl Castro necesita 2,000 millones de dólares en inversiones al año para detonar y reactivar la actividad productiva y social del país del Caribe. “Es muy amplio el tema de oportunidades”, dice. Hay una cartera de 11 sectores económicos para que cualquier inversionista mexicano destine su capital en el corto, mediano y largo plazo, manifiesta la mujer que trabaja desde hace 15 años con la República de Cuba. Los primeros interesados ya levantaron la mano para participar en el cambio de económico. Hay una propuesta de dos empresas mexicanas, con socios mexicanos y con una amplia experiencia en el sector petrolero, para trabajar en Cuba”, revela a Forbes México. Actualmente, con la caída de los precios internacionales del barril de petróleo, las compañías vieron un incremento en costos de exploración, explotación y extracción del hidrocarburo. Sin embargo, “el sector energético en Cuba es fundamental”. El gobierno de Raúl Castro calculó que poseen más de 20,000 millones de barriles de petróleo por descubrir en su zona económica exclusiva del Golfo de México, frente a la costa noroccidental. Por su parte, el Servicio Geológico de Estados Unidos estimó una riqueza petrolera muy por debajo de lo proyectado por los Castro, pues ve la existencia de entre 5,000 millones y 7,000 millones de barriles. Durante los últimos años, una docena de empresas extranjeras han explorado y buscado petróleo en las aguas profundas de la isla. Ya se tuvieron reuniones hace dos semanas con los consorcios mexicanos dedicados al negocio petrolero; incluso entregaron una propuesta de qué les interesa de la economía cubana, adelanta Barreto Uzcátegui. “A las empresas que visitamos de forma personal, les mostramos la ficha técnica de lo que significa el sector petrolero”, expresa. “En el tema de generación de energía renovable tenemos la instalación de una planta de focos leds.” La confianza por Cuba no termina ahí ni existen impedimentos a los inversionistas extranjeros. “Aterrizar un proyecto en Cuba no es nada fácil”, acepta. “Para una empresa es importante saber que el territorio cubano cuenta con mano de obra calificada, así como que es un país seguro que da incentivos fiscales a los inversionistas”, aclara Barreto Uzcátegui, quien ha exportado bienes y servicios a lo largo y ancho de la isla. “¿Cómo apoyas a un país que ha pasado una vida, 50 años, bajo un bloqueo económico? El mejor apoyo que le podemos dar a un país hermano es buscar que quienes ingresen como inversionistas a este mercado sea gente con un alto grado de responsabilidad social”, expresa. Otro de los sectores en que Cuba es un fuerte, y seguramente será el rival a vencer a México, es el turismo o industria sin chimeneas. “México tiene oro en sus manos con la experiencia en el sector turismo”, por lo que Cuba analiza el proceder del gobierno mexicano para realizar asociaciones públicas y privadas en la construcción de los destinos como Riviera Maya, Cancún y Los Cabos, comenta la representante empresarial. Con todos los cambios registrados en la isla, uno de los sectores de mayor peso en la economía es el turismo, debido a que detonará infraestructura, la construcción de hoteles y reactivará el consumo, dice. La presidenta de la Cámara dice que el turismo genera 42% del producto interno bruto (PIB) de Cuba, “y continuará creciendo en los próximos años hasta convertirse en un producto líder de la región”. Más de 417,000 turistas, excursionistas y viajeros por crucero llegaron durante enero de este año a la isla, según la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) de la República de Cuba. A las compañías mexicanas se les explicó cuáles son las bondades para ampliar su mercado a territorio cubano. Y es por eso que “hay interés de firmas del sector de alimentos, especialmente una de lácteos y una de pastas”, que quieren, en principio, ampliar sus mercado. En este momento, la industria de alimentos ve el envío de productos terminados de México a Cuba; de igual manera trabaja en un estudio de mercado para evaluar la posibilidad de instalar una planta de pastas en la isla, añade “En el sector de la construcción hemos hablando con varias empresas con experiencia en el sector turismo, en el área de infraestructura en carreteras que están interesadas, en modificaciones portuarias y la construcción de servicios y hotelería.” Se ha conversado con la industria del transporte, particularmente con una firma mexicana dedicada a la transportación de viajeros, y se les presentó cuál es el potencial del mercado turístico, dice Beatriz Barreto. “Hay dos empresas interesadas en el negocio de la industria farmacéutica y biotecnología”, concluye.

 

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