La compañía estadounidense desarrolló una bombilla basada en tecnología LED que consume sólo el 10% de la electricidad de los focos incandescentes, y además tiene una vida útil de más de 20 años.   Por Christopher Helman   Este fabricante de diodos emisores de luz con sede en Carolina del Norte tiene como objetivo acabar con la bombilla incandescente. Ya ha duplicado su valor de mercado a 7,000 millones de dólares (mdd) en sólo un año. En el anuncio de bombillas Cree puede verse nieve azotando un campo desolado mientras una gaita toca “Amazing Grace”. Un locutor sostiene una bombilla y habla a la cámara. “Señor Edison, hoy sepultamos su creación, la bombilla incandescente. Sé que no está sorprendido, señor. Usted sabía que necesitaba una cantidad razonable de la energía para hacer su trabajo y que tenía la esperanza de vida de un insecto afortunado.” El hombre mete la bombilla en un pequeño ataúd de madera y la coloca en un agujero en el suelo. Entonces vemos la nueva bombilla LED de Cree. “Lo más grande desde la bombilla”, dicen. [youtube id=”NZik9qwSyHE” width=”620″ height=”360″] Es un comercial divertido, y Chuck Swoboda, Director General de Cree, asegura que no intenta faltarle el respeto a nadie. “Nos aseguramos de que los herederos de Edison estuvieran de acuerdo con ello”, asegura. “Hay una cita de Edison que siempre ha sido fuente de inspiración para nosotros:
“Si hay una mejor manera de hacerlo. Encuéntrala.”
Swoboda cree que su compañía ha hecho precisamente eso. Más de 130 años después de que Thomas Edison creó la primera bombilla comercializable, su diseño se mantiene con pocos cambios. La electricidad fluye a través de un cable de resistencia en un ambiente libre de oxígeno y brilla. La bombilla de Cree, por el contrario, utiliza una matriz de diodos emisores de luz para crear el mismo tipo de luz rica, cálida y sin el dolor de cabeza que induce el parpadeo de las bombillas fluorescentes compactas. Lo hace con la economía insuperable. Una bombilla incandescente normal cuesta 1 dólar y utiliza 7 dólares de electricidad al año si se usa tres horas al día. Un bulbo de Cree puede costar 10 dólares, pero utiliza un 10% de la electricidad, con un costo de 1 dólar al año. Y mientras que una bombilla incandescente se fundirá en menos de dos años a ese ritmo, las bombillas LED pueden funcionar durante más de 20 años. A un costo de 9.97 dólares por el equivalente a 40 watts de luz incandescente, o 12.97 por un reemplazo de 60 watts, los bulbos Cree son más baratos que los modelos LED de su competencia. Ese desempeño es una de las razones por las que Cree gana 1,300 mdd en ventas y 70 mdd en ganancias. Su capitalización de mercado de 7,000 mdd, se ha duplicado en menos de un año, los inversionistas prevén una amplia adopción de estándares de iluminación LED en Estados Unidos, una vez que las leyes federales obliguen a la eliminación progresiva de los focos incandescentes de 40 y 60 watts en 2014. A nivel nacional, de alrededor de 6,000 millones bombillas en hogares estadounidenses, 3.6 millones son incandescentes. La iluminación absorbe aproximadamente el 14% de la electricidad del país. Reemplazar los bulbos de Edison con tecnología LED podría reducir esa demanda a la mitad. La empresa Durham NC fue fundada en 1987 y salió a la bolsa en 1993. En esos primeros años tuvo un buen negocio de venta de chips semiconductores hechos de nitruro de galio que brillaban cuando una corriente eléctrica pasaba a través de ellos. Pero los primeros diodos emisores de luz fueron producidos en sólo dos colores: rojo y verde. El escurridizo Santo Grial de la industria era un LED “blanco”. Si pudieran crear alguna forma de un LED brillante color azul podrían combinarlo con el rojo y el verde para hacer lo que el ojo humano percibe como luz blanca. Durante años, los físicos pensaron que el azul brillante era imposible de conseguir, hasta que en 1994 un investigador en la empresa japonesa Nichia demostró que podía hacerse. Los ingenieros de Cree les siguieron poco después con su propio chip de LED de color azul brillante, hecho a partir de obleas de carburo de silicio. “Todo se derivó de eso”, dice Swoboda, quien se unió a la compañía en 1993, cuando sólo contaba con 30 trabajadores. En la actualidad cuenta con más de 6,000. Al principio Cree sólo fabricaba los chips y los vendía a los fabricantes de LEDs, los primeros usos incluyeron tableros de automóviles y celulares. El potencial parecía tan grande que en 2004 los analistas estaban llamando a Cree la siguiente Intel. Pero las luces LED blancas no estaban preparadas para el mercado residencial. Los primeros modelos costaban demasiado y sufrían de otro problema, entonces sin resolver: Los LEDs son una fuente de luz direccional, como una versión más débil de los láser, emitían luz en una sola dirección. Eso estaba bien si se quería destacar algo, pero era inútil si se pretendía sustituir el versátil resplandor de las bombillas incandescentes. Apostando a sus fortalezas, los fabricantes de LEDs comenzaron la comercialización de algo llamado downlights. En 2007, Cree adquirió al fabricante chinio de accesorios para luz COTCO y en 2008 adquirió a LED Lighting Fixtures. Comenzó una relación con Home Depot, vendiendo downlights bajo su marca EcoSmart. Ni siquiera había intentado desarrollar un reemplazo al foco incandescente y se había centrado sus clientes de los gobiernos locales e industriales. Anchorage, Alaska, sustituyó 16,000 farolas de sodio de alta presión por LEDs, Los Ángeles está cambiando gradualmente 140,000. Wal-Mart ha instalado LEDs en cientos de sus tiendas. Para beneficiarse de este mercado industrial, Cree compró en 2011 al fabricante de accesorios Ruud por 525 millones. Pero entonces, ¿cómo hacer que los LEDs imitaran a los focos incandescentes? La clave estaba en el rediseño de la estructura central de la bombilla, llamada torre de filamento, donde están dispuestos 10 o 20 LEDs de diferentes colores. La Configuración de Cree permite a las fuentes de luz individuales superponerse unas a otras, creando un resplandor omnidireccional. Por ahora Home Depot es el único lugar donde se pueden comprar los focos de Cree, como parte de un acuerdo exclusivo para lanzar la bombilla en más de 2,000 tiendas. “La exclusividad se negociará. Vamos a buscar otras asociaciones en algún momento”, dice Swoboda. Home Depot espera obtener algún provecho de la relación: “Hemos trabajado en conjunto con Cree durante casi dos años para desarrollar la que es la bombilla LED más accesible y de mayor calidad en el mercado”, dice Mark Voykovic, quien supervisa la asociación con el minorista. Sin embargo, las bombillas son sólo el comienzo. Debido a que rara vez necesitan ser reemplazadas, las luces LED se pueden incorporar a instalaciones y mobiliario. El profesor Michael Siminovitch, jefe del Centro de Tecnología de Iluminación de California, en UC Davis, imagina un mundo de LEDs programados para cambiar de color e intensidad durante todo el día, igualando la luz del sol. Ya que los ritmos circadianos humanos “toman señales de la luz solar”, Siminovitch piensa que la iluminación LED inteligente podría mejorar estados de ánimo y reducir la depresión estacional. Cree y sus rivales están haciendo “muy, muy buenos primeros pasos” hacia el futuro, afirma. Todo este potencial inalcanzado deja a Swoboda lejos de estar satisfecho. “No creo que hayamos logrado mucho”, dice. “El mundo aún es iluminado por bombillas incandescentes.” Enterrar a Edison tomará un poco más de tiempo. [youtube id=”jnVw0doTbJ4″ width=”620″ height=”360″]

 

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