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Estas son las 30 promesas de los negocios 2024
La trayectoria que siguen la productividad y los sueldos debería ser paralela, pero rara vez lo es.  Ser más productivo en México no significa per sé ganar más. ¿Por qué?    A mayor productividad, ¿mayor salario? La regla dice que sí o al menos así es la forma en que empresas y diversos analistas consideran que debería ocurrir un alza en los salarios, y no por decreto, como están impulsando algunas fuerzas políticas. Una encuesta de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh) indica que 62% de 1,500 ejecutivos de recursos humanos encuestados consideran que el salario mínimo debe vincularse únicamente a la productividad. Pero cuando sube la productividad en algún sector, ¿también se incrementan las remuneraciones? Y cuando la productividad baja, ¿los sueldos permanecen igual? No necesariamente ocurre siempre así. De acuerdo con un análisis de Bank of America Merril Lynch México, la productividad laboral total ha aumentado 4.6% desde 2005, pero del otro lado los salarios mínimo y promedio solamente han aumentado 1.6% en términos reales en ese periodo. La trayectoria de la productividad y de los sueldos es diferente, dependiendo del sector que se mire. Un aumento en el nivel de ingresos no radica exclusivamente en incrementar la productividad, sino también en el nivel de bienestar de la población y de inversión en la educación para generar personal mejor calificado, considera José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).   Productividad da crecimiento, ¿o al revés? En el país no abundan los estudios sobre la relación entre productividad y salarios, y los que existen toman en cuenta diversos factores. Desde que inició el gobierno de Enrique Peña Nieto ha puesto énfasis en que para generar mayor crecimiento en el país es necesario elevar la productividad en todas las áreas económicas. El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, dijo en marzo pasado, durante la presentación de los lineamientos del Comité Nacional de Productividad, un órgano consultivo que creó el Ejecutivo, que México tiene un “rezago de 30 años en productividad”. Pero la productividad de la mano de obra en el sector manufacturero se ha mantenido al alza desde 2009. Así lo muestra el Banco de México en su informe del segundo trimestre sobre la inflación (página 22), mientras que los costos unitarios (lo que se gasta en salarios) se han mantenido a la baja.   ¿Cuáles sectores de la economía producen más y ganan más? De acuerdo con el Índice de Productividad Laboral de la Economía del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la productividad en el primer trimestre de 2014 creció 0.3% respecto al mismo periodo del año pasado. Por sectores, en el mismo periodo reportado la productividad de las empresas constructoras creció 1%, en las industrias manufactureras 1.5%, mientras que en los establecimientos comerciales subió sólo 0.6%. Pero al observar el costo unitario de la mano de obra por sector, la tendencia es distinta. Por ejemplo, el costo de mano de obra en las empresas constructoras subió 1.3%, en las manufacturas se redujo 1.5% y en comercio –pese a que la productividad creció sólo 0.6%– los costos salariales subieron 1.5% en los comercios al mayoreo y 2.8% al menudeo. Bank of America Merrill Lynch indica en un análisis de inicios de septiembre que la productividad laboral total ha aumentado 4.6% desde 2005. Pero los salarios mínimo y promedio solamente han subidop 1.6% en términos reales en ese periodo.  ¿Por qué?   La productividad tiene que ser sustentable Si el aumento de la productividad no se refleja necesariamente en los sueldos, ¿qué se necesita para que ambas variables crezcan? José Luis de la Cruz, director general del IDIC, dice que para que la productividad sea sustentable se tiene que invertir en el estado de bienestar e innovación, y pone como ejemplo a Alemania, la economía más fuerte de la zona euro y una de las más competitivas del mundo. “El bienestar y generación de empleo bien remunerado es esencial para el desarrollo del mercado interno, y sus cámaras empresariales tienen un fuerte vínculo con los centros de innovación, lo que permite que, en general, se tenga un mercado laboral que paga buenos salarios y que está justificado porque la economía sigue siendo productiva”, agrega. Nadie se opone a que aumenten los salarios, pero la condición del sector privado es que suba primero la producción. Pero para que las dos cosas ocurran debe invertirse en otros factores que las propuestas de incremento salarial no contemplan. José Luis de la Cruz lo dice sin rodeos: “Se debe crecer a través de la innovación y la educación para que la productividad sea sustentable; no se puede pensar que esto puede llegar con bajos salarios.”

 

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