China es una de las potencias exportadoras más importantes del mundo. Brasil recibe cantidades bárbaras de inversión extranjera. México sólo tiene un camino: arriesgarse, aprovechar sus bajos costos de producción y su mano de obra calificada.   Por Paola Palma   China y Brasil son dos potencias emergentes que, al igual que México, buscan colocarse como los destinos más atractivos para la inversión extranjera. Con flujos superiores a los 120,000 millones de dólares (mdd), China es el primer receptor de Inversión Extranjera Directa (IED) del mundo y, Brasil, con 65,000 mdd, se ubica en el segundo puesto. Recientemente, México ha destacado sobre estos países debido a la ambiciosa agenda de reformas emprendidas por el gobierno y la capacidad del país para liderar negociaciones comerciales de amplio alcance, como la Alianza del Pacífico o el Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica (TPP), que contrastan con la pérdida de competitividad de Brasil o el relativo aislamiento económico de China. El optimismo sobre el potencial de México para superar a estas economías es elevado. Sin embargo, resulta pertinente preguntarse: ¿qué posibilidades tiene México para relevar a China o Brasil como los destinos predilectos de inversión?, ¿cuál es la mejor estrategia para competir?, ¿estrechar nuestros vínculos económicos y comerciales con estos países o confrontarlos?   México y China El país asiático es actualmente el tercer socio comercial de México. En 2012, el comercio total con China alcanzó los 62,657 mdd. Entre enero y abril de 2013, nuestras exportaciones hacia China crecieron 25.6% con respecto a 2012 para alcanzar 2,101 mdd, mientras que las importaciones alcanzaron 18,579 mdd, aumentando 9.7%. México y China libran una batalla por los mercados internacionales, básicamente por Estados Unidos. China es el segundo exportador y tercer importador mundial; México es el 11° exportador y 10° importador. El comercio total de Estados Unidos con China sumó en 2012, 167,400 mdd. El comercio total con México alcanzó 164,500 mdd. A pesar de ello, nuestro país importa tres veces más productos estadounidenses que China (73,500 mdd vs 37,100 mdd). Sin embargo, la rivalidad persiste ya que tanto México como China son naciones manufactureras altamente desarrolladas que compiten en los mismos segmentos de mercado. La economía de China es 7 veces mayor a la mexicana, con un PIB de 8.3 billones de dólares.  En términos de inversión extranjera, el país asiático recibe 8.5 veces más IED que México, que capta cerca de 14,000 mdd. Sin embargo, México puede aprovechar el interés del país asiático y ubicarse como un socio idóneo. Actualmente, la inversión china en México es reducida y, según cifras oficiales, asciende a 265 mdd, lo que representa menos de 1% del total de la IED china destinada a América Latina (31,000 mdd). En este contexto económico, México debe desarrollar estrategias que le permitan diversificar sus ventas a China, estimular las alianzas empresariales, así como el intercambio comercial y tecnológico, a través de facilitar la inversiones chinas en nuestro país. paises_pugna1   Brasil Brasil es el segundo mercado más importante en el Continente Americano y una de las principales economías emergentes a nivel mundial. Se ubica como la 6a Economía en el mundo y la 1o en América Latina. En términos de comercio internacional es el 22° exportador mundial y 21° importador. Como receptor de IED, se ostenta 2° entre todas las economías emergentes y el 1o en América Latina. Brasil se encuentra entre los principales países productores de alimentos del mundo. Cuenta con el mayor volumen de ganado comercial. A pesar de ello, la participación de la agricultura al PIB es de apenas un 5.5%, sin embargo, este sector participa con el 40% de las ventas al exterior. El sector industrial representa 27.5% del PIB brasileño, siendo los más relevantes los sectores textil, aeronáutico, agroalimentario, farmacéutico, automovilístico, siderúrgico y químico. Aunque para 2012 Brasil sufrió una caída de la producción industrial de 2.7% y una contracción de sus exportaciones del 5.3%. El sector servicios representa dos tercios del PIB brasileño y emplea a 60% de la población activa. A pesar de estas impresionantes credenciales, Brasil ha enfrentado en los últimos años un estancamiento económico y competitivo que se ha reflejado en la severa contracción de la tasa de crecimiento del PIB desde niveles de 7.5% en 2010 a 1.2% en 2012. Para este año, el Banco Central Brasileño estima un crecimiento del 3.5%.   México y Brasil México y Brasil son las dos principales economías en América Latina y juntos representan casi 2/3 partes del PIB regional. En términos comerciales concentran 57% de las exportaciones latinoamericanas. El presidente Enrique Peña Nieto ha expresado su interés en estrechar la relación económica entre ambas naciones. Un Tratado de Libre Comercio entre Brasil y México podría constituir la relación comercial con mayor futuro en América Latina, con beneficios potenciales para nuestro país en términos de: Diversificación y acceso a un mercado de 198 millones de habitantes. La incorporación a la clase media de 40 millones de personas, con necesidades crecientes en bienes de consumo, representan una importante oportunidad para las empresas mexicanas. El comercio total entre Brasil y México registra un crecimiento de 227% (10,549 mdd), entre 2000 y 2012. Actualmente la inversión brasileña en México suma 1,300 mdd, mientras que la inversión mexicana en Brasil supera los 30,000 mdd. Promover la transferencia de tecnología brasileña en sectores estratégicos para México. Un TLC entre México y Brasil no sólo implicaría la reducción o eliminación de aranceles, también permitiría un acceso real al mercado brasileño al abordar de manera integral importantes ámbitos  tales como el comercio de servicios, negociaciones en materia inversión, solución de controversias comerciales, regulaciones sobre propiedad intelectual y compras del sector público. Ante las posibilidades que ofrece Brasil como potencial socio comercial, México debe aprovechar el momentum político con el país sudamericano que, hasta ahora muestra gran interés y receptividad para estrechar los vínculos económicos con nuestro país.   ¿Quién ganará? ¿Cómo pueden México y sus empresas aprovechar mejor sus ventajas competitivas y ganar la pugna por los flujos de inversión frente a China y Brasil? La respuesta es: arriesgándose. La organización del Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos 2016 en Brasil presentan inigualables oportunidades de negocio en el mercado brasileño. Los beneficios económicos de ambos eventos, se estiman en 120,000 mdd, según estudios de la consultora Ernst&Young y la Universidad de Sao Paulo. Por otro lado, el sector servicios es un campo fértil para hacer negocios con China. El turismo representa una oportunidad excepcional que no debe desaprovecharse. Desarrollar productos orientados al turista chino permitiría expandir la oferta hacia otros segmentos turísticos, más allá del norteamericano o el europeo. No debe olvidarse que en un entorno internacional donde China ha dejado atrás las tasas de crecimiento cercanas a 10%, los precios de las materias primas se han estancado afectando la principal ventaja comparativa de Brasil y los flujos de inversión se orientarán cada vez más hacia las industrias de alto valor agregado, México destaca como protagonista en sistemas de producción globales, gracias a costos más bajos y a una mano de obra calificada. Consolidar las atractivas ventajas del mercado mexicano y fortalecerlas a través de estrategias de negocio innovadoras son las vías para ir un paso adelante en la pugna económica entre estos gigantes de la economía mundial. manufactura_gigantes1

 

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