El factor de gobernabilidad se convierte en un reto para convertir los atractivos en recursos para la actividad productiva.     Cuando hablamos de Inversión Extranjera Directa (IED) en Latinoamérica y el Caribe, uno de los primeros países que se nos viene a la mente, al menos en mi caso, es Brasil. En 2012, el gigante sudamericano captó 65,272 millones de dólares por dicho concepto, cerca de 40% de lo registrado en la región, según datos de la Cepal. En segundo lugar está Chile; en tercero, Colombia, y en cuarto, México, con 12,659 millones de dólares. Sin embargo, pese a esas cifras, México tiene el mejor entorno-país de América Latina para atraer nuevas inversiones, aunque con un negrito en el arroz: la gobernabilidad, de acuerdo con un análisis realizado por el Centro de Pensamiento en Estrategias Competitivas (Cepec) de la Universidad del Rosario de Colombia y la firma de consultoría Inteligencia de Negocios. De una muestra de 19 economías, la nuestra registró la evaluación más alta este año. Le siguieron Chile, Perú, Puerto Rico y Colombia. Sí, pensó bien, Brasil no está en el top five, ya que se ubicó en la sexta posición. Hasta el fondo de la tabla, muy al fondo, se posicionó Venezuela. ¿Por qué será? ¿Qué destaca el documento de México? La estabilidad macroeconómica medida en cuatro variables: inflación, saldo en cuenta corriente, saldo fiscal y crecimiento potencial. El país también lidera este apartado del análisis, a pesar de la desaceleración por la que atraviesa la economía mexicana, que finalmente se reflejó en un recorte de la expectativa de crecimiento para este año de 3.5 a 3.1% por parte de la Secretaría de Hacienda, y una inflación relativamente alta, que alcanzó una tasa anual de 4.72% en la primera quincena de mayo, un nivel fuera del objetivo del Banco de México, de entre 2 y 4%. También pone sobre la mesa el tamaño de mercado como una de las fortalezas, medido por el valor total del Producto Interno Bruto (PIB), el cual, para 2013,  estiman sea de 1.27 billones de dólares. No obstante, y lo cito textual: “Dentro de la región, la hegemonía de Brasil en este indicador es imbatible y, dada la magnitud de dicha brecha, nada hace prever que está situación varíe en los próximos años. Por más que México siempre le siga los pasos, aún existe una distancia de casi 100% entre ambas economías”. Resalta también la apertura comercial, los costos de producción, como energía, insumos y mano de obra, así como de transacción, que mide la velocidad para hacer negocios. Sin embargo, hay un talón de Áquiles: el grado de gobernabilidad. En esta cancha pone a jugar seis variables. Se  trata de voz y rendición de cuentas, estabilidad política y ausencia de violencia, efectividad del gobierno, calidad regulatoria, imperio de la ley y control de corrupción. Si bien no está en los últimos lugares, como es el caso Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela, no destaca entre los primeros, al posicionarse en el noveno, prácticamente a media tabla, lo cual indica que es un reto para el gobierno en los siguientes años. Y es que, como bien dice la Universidad del Rosario, la atracción de nuevas inversiones también está ligada al comportamiento de variables del entorno político y económico de cada país, las cuales “influyen directamente en el clima para las inversiones”. Contacto Twitter: @FhernandoFranco

 

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