México suspendió la importación de carne de pollo desde Brasil, en medio de una crisis sanitaria por maquillar y vender carne podrida. Las autoridades mexicanas han decidido restringir de manera precautoria la introducción de cárnicos de Brasil, “hasta que la autoridad sanitaria ofrezca evidencias científicas y garantías suficientes de la sanidad, la calidad y la inocuidad de sus productos”, precisó el  Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) en un comunicado. Aunque Brasil no exporta carne de res o cerdo a nuestro país, sí envía productos avícolas, desde carne refrigerada, congelada y deshidratada de pollo y pavo, huevo fértil, aves canoras, de ornato y rapaces. Senasica solicitó a la autoridad sanitaria de Brasil aclarar la situación respecto a adulteración de la carne, y un informe oficial completo respecto a las medidas que está aplicando para extinguir el riesgo de que las plantas que exportan a México envíen cárnicos adulterados. Como medidas de precaución, también se suspendieron las plantas exportadoras de productos como: huevo fértil, carne cruda y deshidratada de ave, harinas avícolas, proteína hidrolizada bovino, enlatados bovino, alimentos balanceados para cualquier especie, grasas para consumo animal e industrial – bovina, cueros secos y carnazas para la industria alimenticia, para consumo humano y animal, así como piel de cerdo con tratamiento térmico. Cada año, la principal economía de América Latina vende 5,500 mdd de carne roja y 6,500 mdd de carne avícola. La industria cárnica representa 7.2% de su Producto Interno Bruto (PIB), detalló la cadena inglesa BBC. Nuestro país no es el único que ha tomado medidas sanitarias contra Brasil. La Unión Europea  suspendió la importación de carne roja, pollo y otros productos de las compañías involucradas. China ha prohibido la entrada de carne roja brasileña. La medida puede desencadenar una fuerte reacción de Brasil, quien ya anunció represalias en contra de Chile si cierra por completo su mercado cárnico, de acuerdo con declaraciones del ministro brasileño de Agricultura, Blairo Maggi. La industria brasileña de la carne enfrenta uno de los peores escándalos de contaminación alimentaria a partir de una operación denominada “Carne Débil”, que involucró a las empresas que maquillaban  alimento podrido, entre ellas, JBS y BRF.  

 

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