Monsanto, empresa multinacional de biotecnología, asegura que podría incrementar la inversión de 500 mdp que realiza al año en México si se aprueba la siembra comercial del maíz transgénico.   La empresa Monsanto incrementaría la inversión en investigación que realiza anualmente en caso de aprobarse la siembra comercial de maíz genéticamente modificado en México, aseguró en entrevista Manuel Bravo, presidente y director general de Monsanto. “Cuando se abra la oportunidad de sembrar biotecnología los centros de investigación se multiplicarán por tres o por cuatro, y esos son dineros de investigación y desarrollo”, dijo el directivo después de su participación en el Foro Forbes 2015. En la actualidad, la firma invierte anualmente 500 millones de pesos (mdp) para desarrollar investigaciones en semillas convencionales, mientras que el potencial de atraer nuevos recursos para hacer biotecnología podría ser mayor. Montos superiores a los 1,000 mdp podrían llegar al país. Monsanto tiene ocho centros de investigación y desarrollo en la República Mexicana, espacios en los que no se hacen estudios en biotecnología, ya que esos desarrollos se encuentran en otras partes del mundo, como Estados Unidos (EU) y Argentina. “Nosotros hacemos cosas para EU, Sudáfrica y Europa en los centros de investigación y ellos nos ayudan poniéndonos listos para cuando se permita la biotecnología en México”, explica Bravo. La empresa que desarrolla Organismos Genéticamente Modificados (OGM) se dice lista para la siembra de maíz transgénico en el momento que el gobierno apruebe sus solicitudes, después de que el Juzgado Décimo Segundo de Distrito en Materia Civil del Primer Circuito resolvió dejará sin efecto hace un mes la medida precautoria que impedía a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) evaluar nuevas solicitudes y entregar permisos para la siembra de maíz genéticamente modificado. “Estuvimos detenidos dos años por razones legales por una acción colectiva. Hoy, se le abre la oportunidad a la autoridad de seguir analizando y ver si (la biotecnología) es lo que el país necesita y los beneficios que le puede traer al agricultor”, dice el director de Monsanto. La multinacional ha realizado en México la siembra experimental y piloto del grano, lo que dio paso a que el corporativo solicitara a la autoridad los permisos para la siembra comercial del maíz genéticamente modificado en Sinaloa, Chihuahua, Tamaulipas y Torreón. Por ahora, el corporativo tiene inventario para cubrir los seis estados para los que ha solicitado permiso. Después de la salida de Enrique Martínez de la Sagarpa, el empresario se muestra entusiasta por la entrada de José Calzada a la titularidad de la dependencia por el enfoque que —dijo— tiene el ex gobernador de Querétaro de incrementar la productividad del campo. “Seguramente vamos a ser capaces de sentarnos con él, ya que él ha expresado que es un tema que se tiene que seguir desde la ciencia y creo que la ciencia está del lado de esta tecnología ”, comentó. En México, se prevé que en cinco u ocho años el país puede ser autosuficiente en la producción de maíz, de acuerdo conMonsanto. “Yo tengo la confianza y la esperanza (en la aprobación)”, dijo el directivo. Alejandro Monteagudo, director de AgroBio, aseguró hace unas semanas a Forbes México que los permisos podrían darse antes de que concluya este año, aunque los grupos que se oponen dijeron que aún pueden acudir a nuevos recursos legales. Manuel Bravo se muestra tranquilo y sabe que defender la biotecnología no es tarea nada sencilla, pero una cree en una promesa que puede ser decisiva. “El potencial que tiene el país para usar estas tecnología y generar mucho valor en el campo es enorme”.

 

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