Por Alan Ohnsman 

Ingenieros de la industria automotriz, científicos y empresas reguladoras compiten por resolver los detalles del funcionamiento de los automóviles autónomos, de esta forma podrán estar listos para integrarse al mercado a principios del 2020. Elon Musk, CEO de Tesla, dijo que sus vehículos eléctricos tendrán la capacidad “completa” de conducción autónoma en los próximos seis meses. El lunes por la tarde Musk se pronunció al respecto en Twitter, tras comentarios recientes sobre el ritmo de actualizaciones de los vehículos Tesla, específicamente en lo referente al sistema semi-automatizado de auto-conducción. En respuesta a una pregunta sobre cuál es el valor de añadir la capacidad “completa” de conducción autónoma a los productos de la compañía —con sede está en Palo Alto, California—, de cara a la “aprobación regulatoria”, Musk respondió: “…la seguridad debería mejorar significativamente gracias a las características de la autonomía, incluso sin tener un conductor presente”. Sobre cuándo llegaría la capacidad “completa” de conducción autónoma a los autos de Tesla, más allá de las habilidades de auto-conducción, Musk respondió que “definitivamente en 3 o 6 meses”. Elon Musk no definió en sus comentarios en Twitter lo que significa el término capacidad “completa” de conducción autónoma o qué tan significativos serán estos cambios en los vehículos Tesla. Lee también: 2016: el año en que los autos se manejaron solos The Society of Automotive Engineers (SAE, por sus siglas en inglés) ha establecido diferentes niveles de autonomía, que van del 0 al 5. El más alto nivel de capacidad indica que un vehículo puede conducirse por sí solo todo el tiempo bajo cualquier condición sin requerir de un conductor asistente; mientras que el nivel 4 de autonomía refiere que un vehículo puede ser autónomo casi la mayoría del tiempo dentro de determinados parámetros. Hasta el momento no existen leyes nacionales que regulen a los vehículos autónomos, el año pasado el Departamento de Transporte de Estados Unidos estableció directrices básicas para su desarrollo y pruebas, adoptando así las definiciones de la SAE de los distintos niveles de autonomía. Por ahora, cada estado define sus propias reglas. Investigadores de la Universidad Carnegie Mellon y fabricantes de automóviles, entre ellos Ford y Toyota, señalan que aún hay un largo camino por recorrer antes de que los vehículos autónomos tengan la capacidad de ser más seguros y de tomar las mejores decisiones en cualquier circunstancia que los conductores puedan enfrentar en el camino. Diseñar algoritmos capaces de manejar situaciones de riesgo —desde hielo en el pavimento, comportamiento impredecible de los peatones, ciclistas y animales, objetos inesperados en el camino y hasta cambio de carriles en tránsito pesado— plantean desafíos a los sistemas de auto-conducción. Los fabricantes de automóviles están trabajando por alcanzar el nivel 5, “donde un carro puede conducirse completamente de manera autónoma bajo cualquier condición climática o de tránsito en cualquier lugar y a cualquier hora”, dijo este mes Gill Pratt, CEO del Toyota Research Institute —nueva unidad de tecnología avanzada de 1,000 millones de dólares (mdd) del fabricante japonés— durante su presentación en la CES 2017 en Las Vegas. “Este es un objetivo maravilloso. Sin embargo, nadie de la industria automotriz o de la industria de tecnologías de la información está cerca de lograr un nivel 5 de autonomía”, dijo Pratt, informático y ex gerente del programa de la U.S. Defense Advanced Research Projects Agency, que inició la carrera para perfeccionar la tecnología de auto-condición. “En conjunto, nuestros actuales prototipos autónomos pueden manejar varias situaciones, pero hay otros que están más allá de las competencias actuales”. Lee también: Híbridos y eléctricos, la otra revolución automotriz Los comentarios de Musk en Twitter tuvieron lugar después de que una investigación de la National Highway Traffic Safety Administration concluyera la semana pasada que no encontró ningún defecto específico en el sistema de conducción automática de Tesla, el cual estuvo implicado en un accidente en Florida que tuvo como víctima fatal al conductor del modelo S de Tesla. El chófer estaba utilizando la característica de piloto automático cuando el automóvil impactó con un camión que cruzó su camino. El sistema falló en detectar el camión y el conductor aparentemente no estaba al pendiente de las condiciones del camino cuando ocurrió el accidente. Desde entonces Tesla hizo varias modificaciones al software del piloto automático para mejorar la habilidad para detectar peligros. A finales del año pasado, Tesla comenzó a equipar sus vehículos con cámaras, radares y sensores, y con el sistema de cómputo de última generación Nvidia, hardware necesario para que se puedan analizar todas las condiciones alrededor de camino, y eventualmente, para la conducción autónoma. Musk indicó que tanto el software como los algoritmos necesarios para otorgar la capacidad de conducción autónoma estarán integrados en sus vehículos muy pronto. Siempre ansioso por estar a la vanguardia en lo que se refiere a avances en la industria de la transportación, Musk ha establecido el objetivo a Tesla de ser el líder en tecnología de vehículos autónomos. Con la fecha estimada de seis meses o menos, también ha dibujado una meta a futuro de la cual será difícil desprenderse.

 

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