Narcos, que se estrena el viernes, explora los orígenes del capo colombiano y la tensa relación entre su cártel de Medellín y la agencia anti drogas de Estados Unidos, la DEA.   Reuters No todos los policías son los buenos y no todos los traficantes de drogas son claramente villanos en el oscuro drama de Netflix Inc, Narcos, un análisis bilingüe de la historia del contrabando de cocaína en Estados Unidos y su proveedor más amenazador. Narcos, que se estrena el viernes en todos los territorios donde opera Netflix, explora los orígenes del capo colombiano de la droga Pablo Escobar y la tensa relación entre su cártel de Medellín y la agencia anti drogas de Estados Unidos, la DEA, en momentos en que el uso de la cocaína se extendía entre los estadounidenses en la década de 1980. Si bien Escobar, quien murió en un intento de fuga en 1993, era conocido como uno de los traficantes más ricos y más despiadados, Narcos intenta entender al hombre detrás del mito y a aquellos que trabajaron para derrotarlo. Hacer borrosa la línea entre el bien y el mal fue bastante fácil, dijo el director y productor brasileño Jose Padilha, porque “todo lo que tuvimos que hacer fue no pretender que las líneas estaban ahí”. “No estamos haciendo una película (…) en la que el malo es el que produce drogas, el superhéroe es quien representa al Gobierno estadounidense y la víctima es el que consume las drogas”, dijo Padilha. “No lo hicimos por el simple hecho de que esto ni se acerca a lo que es la realidad”, agregó. Para interpretar a Escobar, el actor brasileño Wagner Moura tuvo que aprender español en seis meses y prepararse leyendo todo el material posible sobre el colombiano así como historia moderna del país sudamericano. También observó a otros actores que han interpretado a Escobar, como Andrés Parra en la serie colombiana Pablo Escobar, El Patrón Del Mal y el puertorriqueño Benicio Del Toro en la película de este año Escobar: Paradise Lost. En la serie también actúan Boyd Holbrook y Pedro Pascal, conocido por su papel en Juego de Tronos, como los agentes de la DEA Steve Murphy y Javier Peña, basados en los oficiales reales que encabezaron la investigación sobre Escobar. Ambos fueron consultados por los productores de Narcos. Según Padilha, la historia mostrada tiene una intrincada profundidad y el tema de las drogas es algo que une a gran parte del mundo. “Las drogas son parte de la vida social”, dijo el director. “No creo que la gente se canse nunca de las drogas y de las series sobre drogas”, agregó.  

 

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