Platicamos con Mark Liwerant Bokser, presidente del Festival Internacional de Cine Judío en México, para conocer más sobre lo que espera del 13 de enero al 13 de febrero.   El Festival Internacional de Cine Judío en México (FICJM) llega a su duodécima edición en 2015 buscando consolidarse y expandirse entre el público del Distrito Federal, Cancún, Tijuana, Monterrey, Guadalajara y Querétaro. Los encargados del festín cinéfilo esperan a más de 25,000 asistentes entre el 13 de enero y el 13 de febrero, días en que las películas se proyectarán. Nos sentamos a charlar con Mark Liwerant Bokser, presidente del Consejo del FICJM, sobre los retos del festival, el crecimiento que han vivido en los últimos años, los temas que toca la programación, el reto de llevar la muestra fuera de la comunidad judía y sus imperdibles de esta edición. ¿Qué puede esperar el público de la 12 edición del Festival Internacional de Cine Judío en México? Podemos esperar siete película que traemos de Israel, Estados Unidos, Holanda, Canadá, Venezuela, que tocarán valores del pueblo judío, que en estos días los podemos buscar en cualquier parte de la sociedad. Traemos películas que han sido premiadas y tienen muy buena crítica en festivales de todo el mundo. Además, van a siete temáticas principales en las que dividimos la selección: la situación actual del Medio Oriente, Israel contemporáneo, transiciones, religión, el mundo de los jóvenes, memoria del Holocausto, diversidad. Todas estas películas nos tocan y nos dan valores que todo mundo necesita sentir… la tolerancia, la diversidad, el aceptar al prójimo, entender al otro, para tomar decisiones y actitudes mucho más humanas. ¿A qué se debe el crecimiento exponencial del público? Primero, a la integración de películas de gran calidad con situaciones actuales, modernas. Aunque veamos una película que se desarrolla en Venezuela o Canadá, están tocando relaciones entre padres e hijos, amigos, son modernas. Segundo, un apoyo y un reconocimiento en los medios de comunicación que nos han dado a conocer, y un México que tiene sed de una oferta cultural seria, interesante. Tercero, el apoyo fuerte de Cinépolis; empezamos con ellos en cuatro salas y ahora estaremos en 14 sedes, tres semanas en el Distrito Federal y estaremos de gira en cinco ciudades gracias a ellos. La mezcla de las tres cosas nos ayudó; en la novena edición tuvimos a 4,000 personas, en la décima hubo 10,000, hace un año llegamos a 17,000 y en 2015 queremos llegar arriba de 25,000 espectadores. ¿Cómo funciona el Consejo del festival? El Consejo del festival se divide en dos. Todos los que trabajamos en él lo hacemos de forma voluntaria, creemos en el proyecto y pensamos que es una forma de devolverle a la sociedad todo lo que México nos ha dado. Nuestra función principal es la relación del festival con los patrocinadores, los benefactores que nos ayudan a solventar la parte económica del festival. Tenemos en la oficina a nuestro director y el staff, que con el apoyo de los recursos que el Consejo consigue, puede desarrollar durante todo el año la búsqueda de las películas, negociación de los derechos, poder armar el programa porque el programa de mano tiene artículos importantes. El Consejo es el apoyo a la parte profesional del festival. ¿Quiénes forman el Consejo? El consejo está formado por el arquitecto Arturo Arditti (vicepresidente), Teófilo Kalach (tesorero), el investigador Moisés Salinas (secretario), y los consejeros David Alerhand, la conductora de televisión Vivian Silberstein, Stephanie Kurian Fastlicht y Arón Margolis. ¿Cómo acercar al público y no quedarse en la burbuja de la comunidad judía? Quisiera aclarar que no es un festival para la comunidad judía, es un festival de la comunidad judía para la sociedad y México. Cuando este festival surgió hace 12 años, nos dimos cuenta que en muchas ciudades alrededor del mundo, Nueva York, Londres, San Diego, San Francisco, París, hay festivales de cine judío. Cabe destacar que es judío porque traemos películas de temáticas judías de todo el mundo, no sólo hechas por judíos ni sólo de Israel. Hay diversidad en las películas. El éxito se debe al nivel profesional de las películas; la gente se entera y lo busca. El aporte cultural de la comunidad judía en México y el mundo es muy rico. Tocan principios básicos del ser humano. ¿Cuáles son tus indispensables de la programación? Yo recomiendo dos películas. Una es El árbol de aceituna, con la que inauguramos, ya está en cartelera. Trata sobre la relación del conflicto en Medio Oriente, entre un niño palestino y un piloto israelí, ambos por circunstancias de la vida se encuentran y se necesitan para poder salir del Líbano en 1982 ante el comienzo de la guerra civil. Es una película muy bonita y muy dura. Vale la pena verla para entender muchas cosas. Mi elección personal me gusta mucho. Es un cine negro muy cercano a Tarantino, es el lobo feroz sobre una serie de asesinatos y la relación entre un detective y el padre de una de las víctimas. Tiene matices de una sociedad de Israel moderna. La gente puede buscarnos en 12 FICJM; ahí vienen todos los horarios de las funciones para que vean a dónde pueden ir, y pueden comprar sus boletos con anterioridad. Además pueden revisar nuestras redes sociales: Twitter y Facebook.   Contacto: Twitter: @pazespa Correo: [email protected]    Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

Siguientes artículos

Homex tiene pasivos por 192,423 mdp
Por

En junio de 2014, Homex fue declarado en concurso mercantil para que la empresa siguiera operando mientras la ley lo pro...