Primero se conocieron siendo uno como diputado federal y otro, vecino de la alcaldía Miguel Hidalgo. Más tarde, coincidieron andando en bicicleta en la Ciudad Deportiva. Fue precisamente la pasión compartida por la bici lo que animó a Javier Hidalgo, exlegislador y actual director del Instituto del Deporte de la Ciudad de México, a invitar al empresario Ramón Neme Sastré a formar parte del Consejo del Deporte capitalino junto con otros empresarios que también invierten en deporte.   

El deporte es un tema que se le da con facilidad a Neme Sastré. Y no es para menos: el empresario es parte del patronato del Club Universidad Nacional, A.C., equipo conocido popularmente como los Pumas de la UNAM; además, es presidente de la filial Pumas Tabasco, estado de donde es originario.

Como paisano de Andrés Manuel López Obrador, fanático del beisbol, Neme Sastré no evade hablar del presidente: “si hay una persona que entiende el deporte, es él”, dice en entrevista con Forbes México.

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“Tengo el honor de conocerlo. Ha sido un apasionado del beisbol desde los 10 años. Jugó beisbol llanero, muchas veces sin guantes. Eso yo lo viví. Él fue evolucionando y hoy vemos un presidente de la República que todavía no cumple los 70 años y está en una muy buena condición física. Es una persona muy fuerte y sobre todo que entiende perfectamente el deporte”, apunta Ramón Neme, quien ahora apoyará a una colaboradora cercana del presidente: Claudia Sheinbaum Pardo.

“El sector empresarial juega un papel muy importante en el deporte en México, desde el alto rendimiento hasta la parte comunitaria. El programa de Pilares me tiene impresionado, nunca había visto una cosa así en el mundo. El tema de activar físicamente a la gente en diversas actividades es fundamental para que hagan deporte. Es lo que estoy viendo que se está realizando y por eso acepté la invitación del arquitecto Javier Hidalgo”, confiesa Neme Sastré.

Ramón Neme
Ramón Neme, aficionado a la bici. 8 de febrero 2022. Foto: © Andrea Gama Del Valle.

Como presidente del patronato del Hospital General de México, Ramón Neme admite que la pandemia de Covid-19 dejó una gran enseñanza: se debe promover más el deporte comunitario y la activación física con el objetivo de tener una sociedad más sana y menos sedentaria. Como hombre de negocios, remarca que el deporte también puede ser un motor para la reactivación económica de la ciudad al atraer eventos como la Fórmula 1, la NFL, la NBA o el Tour de Francia.

“El sector empresarial se puede volver un brazo del Instituto del Deporte para gestionar patrocinios, apoyos, promociones. El empresario con el empresario habla el mismo idioma, es más fácil ser un interlocutor ante el sector empresarial y buscando que se aterricen las ideas en proyectos definidos”.

No todo es dinero, añade, las empresas también ganan de otra manera: se vuelven compañías socialmente responsables al promover los valores del deporte en la sociedad.

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¿Los empresarios pueden becar a deportistas de la ciudad? Se le pregunta, a lo que Neme Sastré responde: “sin duda, se ha hecho muchos años, el problema es que no ha habido orden, no participábamos desde el origen del deportista. Yo creo que en este caso, y ahí el Instituto del Deporte debe ser muy claro, hay que empezar a identificar a las próximas promesas”. Eso implica separar a los niños o niñas de sus familias a los 9 o 10 años, “porque hoy a los 20 o 24 ya se retiran”.

“¿Cómo separar al niño de su familia? Para una sociedad mexicana es muy complicado. En qué momento va a separar de su familia a un niño de 8 años y lo vas a llevar a vivir a una escuela de alto rendimiento de gimnasia, de taekwondo, de box, de clavados. En la UNAM hay niños que llegan a vivir a la cantera a los 8 años, ahí estudian, ahí comen, ahí juegan. Se tienen que empezar a replicar ese tipo de academias”, detalla.

No solo eso, también se deben identificar las disciplinas en las que se puede ser altamente competitivo: “en alto rendimiento es el box, el ciclismo, el atletismo, los clavados, algo el nado sincronizado. No necesariamente es que sean medallistas olímpicos, pueden ser cuartos o quintos lugares. Para el mundo es un fracaso, pero si eso permite que haya un tema de reactivación física y poder mover a una sociedad, es importantísimo”, suelta el empresario tabasqueño.

En España, en el club Barcelona, por ejemplo, los niños viven y estudian en las mismas instalaciones donde entrenan; ¿algo de eso se puede replicará aquí en la Ciudad de México?, se le insiste al presidente de Pumas Tabasco.

“En el país hay muy pocos clubes deportivos así. Se tienen que hacer academias regionales porque no puedes mover a un niño de Iztapalapa a Cuajimalpa. El niño debe tener su academia en Cuajimalpa, estudiar en Cuajimalpa y comer en Cuajimalpa”.

“En el tiro con arco, la academia está en Querétaro, los niños viven ahí, llegan desde los 8 años, pero se necesitan becas. De la Ciudad de México puede salir un buen arquero, pero qué hace sin apoyo: ¿dónde lo vas a poner a tirar? Hay que construir instalaciones para que pueda practicar ahí, pero si ahí no tiene comida, psicólogo, entrenador, el niño va a estar practicando, pero sin un futuro. Ahí es cuando la Ciudad de México se puede volver el semillero nacional”.

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─¿Los empresarios pueden impulsar esas academias?

─Puede haber permisos donde le das la administración de ciertas instalaciones deportivas al sector empresarial y que el empresario le dé de comer al niño y vas buscando otro tipo de cuotas, donde también participe el gobierno. El gobierno no va a invertir millones de dólares para hacer un centro de alto rendimiento, pero sí se puede sumar en una parte, se vuelven participaciones mixtas: el gobierno pone 20 pesos y los empresarios 60 u 80 pesos. En el Estado de México está el Centro Otomí completamente desaprovechado, pero ahí se encierra El Canelo, ahí se encierran los andarines, ahí se van a entrenar los ciclistas. Ahí están las instalaciones, pero no les alcanzan los recursos a los estados y empiezan a deteriorarse.

─¿El apoyo al deporte impulsa el valor de las marcas?

─Las grandes empresas mexicanas necesitan adoptar al deporte y al deportista. Tradicionalmente las empresas contratan al deportista en su momento de éxito, le meten publicidad y después se acaba. Yo creo que hay que pensar en cómo las empresas tanto trasnacionales como nacionales pueden adoptar un deporte. Que una empresa como Genomma Lab adopte el ciclismo, que trabaje con 10 o 30 atletas y los beque, y así con diferentes deportes. Si adoptas 10 o 12 disciplinas y le tienes al sector empresarial apoyando, vas a amarrar a muchos deportistas, pero eso no se ha dado mucho en el sector empresarial, somos pocos. Si hay muchos empresarios que están dedicados a este tema, pues que adopte el deporte. Sí, utilízalos como figuras públicas, ahí es donde puede estar el beneficio económico, pero también los becas e impulsas.  

Ramón Neme
8 de febrero 2022. Foto: © Andrea Gama Del Valle.

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No obstante, Neme Sastré insiste en que el foco del Consejo del Deporte debe estar en el deporte comunitario como semillero: “si empezamos a perder la vocación social el tema no va a funcionar. Hay que sumar a las comunidades y los niños al gran proyecto de la Olimpiada Comunitaria, eso va a mover a toda la Ciudad de México, y en paralelo promover los grandes eventos deportivos que se dan en el mundo, porque eso te permite una cantidad de recursos muy fuertes”.

“Hay políticas muy claras, vemos un tema organizado, saben hacia dónde quieren ir y por esa razón nosotros podemos sumarnos (al Consejo del Deporte) con promoción y becas, apoyos publicitarios, hablar con empresarios y tratar de uniformar los esfuerzos y que queden permanentemente para beneficio de la comunidad, si no hay beneficio para la comunidad no va a funcionar, pero estamos convencidos de que como se está planteando esto va a ser un éxito”, reitera Neme Sastré.

Y cierra: “hay que aspirar al sexto partido (en el Mundial de Futbol) o ser campeones del mundo, a tener más basquetbolistas en la NBA, ya hay dos regiomontanos que van a jugar futbol americano profesional con Dallas; el box tiene que ser un deporte que nos dé tres o cuatro medallas por Olimpiada. El país está viviendo otra visión, se está moviendo de otra forma, esta transformación que está dando el presidente de la República la tenemos que entender, mucha gente no la quiere entender. Se está moviendo a la sociedad, a los grupos más vulnerables, y estoy convencido que esto puede dar mucho más al deporte nacional”.

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