América Latina tiene cada vez más personas obesas, un problema multifactorial que depende de cuestiones fisiológicas, psicológicas, sociológicas, antropológicas y culturales. El aumento de la obesidad que tanto nos preocupa se debe a distintos factores, por eso se le considera una enfermedad multifactorial en la que intervienen variables genéticas, fácil acceso a comidas, un aumento notable en el tamaño de las porciones de los platos de comidas ofrecidos en los restaurantes y un inadecuado registro de lo que comemos. ¿Cómo combatir este padecimiento que ya es hoy epidemia? La responsabilidad por promover estilos de vida saludables es compartida por todos y se debe trabajar conjuntamente para alentar elecciones equilibradas de alimentos, así como promover la actividad física frecuente. Para lograr un bienestar integral, es necesario lograr un equilibrio manteniendo una buena alimentación, una hidratación adecuada y realizar actividad física. Tradicionalmente se ha asociado a la obesidad con dietas demasiado abundantes o poco apropiadas, pero los especialistas insisten cada vez más en la necesidad de realizar ejercicio físico, no sólo para mantener un peso adecuado, sino para prevenir numerosas enfermedades. Factores positivos La obesidad es un mal que aqueja a gran parte de la población mundial, por lo que la lucha para combatir el exceso de peso es una guerra que se está librando no sólo a nivel personal, sino también con campañas de gobierno y mediante la promoción de un estilo de vida saludable. – Comer de todo Una adecuada alimentación tiene de todo, aunque eso sí: vale la pena vigilar las cantidades. – Ingerir lo necesario Toda actividad absorbe energía que se obtiene de las calorías de los alimentos. Depende del esfuerzo que se realice durante el día que se consuman las calorías ingeridas o no. – Hacer ejercicio Ejercitarse ayuda al organismo a sentirse bien, así que es importante desempeñar actividad física. – Buena hidratación Parte importante de la alimentación es la ingestión de líquidos, un factor que ayuda incluso al cerebro a pensar bien. – Bienestar mental De nada sirve que el cuerpo se mantenga en buen estado físico si no se consigue el bienestar mental y espiritual. Alimentar los sentidos con todo aquello que uno disfruta, es una pieza fundamental para alcanzar el bienestar mental. En conclusión, si bien la obesidad es un problema intrínsecamente relacionado con la alimentación, intervienen también múltiples factores –que van desde la vida sedentaria hasta la predisposición genética- provocando que la solución de este trastorno sea más compleja de lo que se piensa. Aunque eso sí, si en algo concuerdan todos los expertos es que la actividad física es de vital importancia.

 

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