En la actualidad, en el Hospital Metropolitano de Santiago en República Dominicana se ha sembrado la semilla de la cirugía robótica a través del Instituto de Cirugía Robótica Samadi-HOMS, gracias a la extraordinaria visión de su director, el doctor Rafael Sánchez Español, y el trabajo que desde Estados Unidos impulsó hacia otros países el doctor David Samadi. Forbes República Dominicana habla en exclusiva con ambos.   Por Felipe Vallejos M. Una tarde calu­rosa en la capital de República Dominicana, en un restaurante céntrico de Santo Domingo, nos re­unimos con los doctores Sánchez y Samadi. El primero es director del Hospital Metropolitano de Santiago, el segundo es director del Instituto de Cirugía Robótica que lleva su apellido y responsa­ble de más 5,200 cirugías laparos­cópicas robóticas con el afamado sistema Da Vinci en pacientes con cáncer de vejiga, riñón y especial­mente de próstata. Aunque la inquietud del doctor Sánchez había despertado hace años, todo se hizo oficial el 24 de febrero de 2014, cuando el presidente Danilo Medina inauguró la unidad de Cirugía Robótica, la Samadi–HOMS Robotic Institute, en donde desde su apertura se han realizado decenas de cirugías urológicas, ade­más de intervenciones en el campo bariátrico y de colon, entre otras. Pero, ¿qué es exactamente la ci­rugía robótica? En breves palabras, una operación a control remoto. Y es que el cirujano nunca intervie­ne directamente con sus manos, sino a través de brazos robóticos o tubos que maneja con una consola; estos se introducen en el abdomen a través de seis incisiones con una invasión mínima comparada con los procedimientos antiguos. Los beneficios de la cirugía ro­bótica con sistemas como Da Vinci son múltiples: menor trauma en los tejidos y rápida recuperación del paciente al ser mínimamente inva­siva, mejores resultados estéticos y un retorno más rápido a las labores cotidianas. Tantos beneficios re­quieren de una inversión importante. El costo de Da Vinci supera los 2.5 millones de dólares; factor económico que sumado a los avances propios de una cirugía menos invasiva, ex­plica su precio. “Una operación de este tipo en Estados Unidos puede llegar a costar entre 50,000 y 70,000 dólares”, dice Samadi. Este método es muy reciente, incluso en Estados Unidos. En un país con 300 millones de habitan­tes se registran 230,000 casos de cáncer de próstata cada año, de los cuales fallecen cerca de 30,000. Entre 2007 y 2012 se sometieron al proceso cerca de 2,000 pacien­tes, número que se espera siga en aumento a medida que la cirugía robótica se abra paso.   De lo tradicional a lo robótico “Antes hacía muchas operaciones abiertas, luego a partir de 2000- 2001 me perfeccioné en cirugías robóticas, modificando mi técnica hasta lo que hoy se conoce como smart surgery (cirugía inteligente)”, explica Samadi. A la fecha, ha lleva­do a cabo 6,000 cirugías de carácter robótica, “cerca de 500 operaciones por año con gran éxito”, agrega. Samadi dice que ya no se ven pacientes buscando ayuda por problemas de próstata a sus 60 o 70, sino a los 40 años de edad. “Como la medicina avanza, viviremos cada vez más y por ende habrá más casos de cáncer a la próstata”, dice. El doctor de origen iraní se aventura a aconsejar que una vez cumplidas las cuatro décadas de vida, el che­queo debe ser rutinario. “El cáncer de próstata es silencioso, no hay síntomas hasta que llega el mo­mento en que es demasiado tarde”, advierte. De la cirugía abierta, la que todos bien conocen, incluso de la cultura popular a través de famosas series de televisión como ER, se dio paso a la cirugía mínimamente invasiva, y de esa dimensión a la robótica, “hoy presente en 80% de las intervenciones quirúrgicas en Estados Unidos”, dice Samadi. En República Dominicana la realidad dista mucho del país del norte, pero el rumbo pare­ce ser el correcto. “En año y medio hemos superado 100-120 intervenciones en la unidad de cirugía ro­bótica”, explica el doctor Sánchez Español. Agrega que el costo de estas operaciones es la mitad de lo que alcanza en Estados Unidos, “alrededor de 20,000 o 25,000 dólares”. Sánchez dice que en la actualidad están en el proceso de que las compa­ñías de seguros paguen la totalidad o al menos una parte de la operación. “El presidente de la república tiene conocimiento de esto, incluso inauguró la unidad en 2014”, revela. El director del Hospital Metropolitano de Santia­go es enfático y da un avi­so para futuras inversio­nes en el área: “la cirugía robótica llegó para quedarse”.   A la vanguardia “Quisimos romper la creencia de que no se podía hacer medicina avanzada. El Hospital Metropoli­tano de Santiago demuestra cómo se va desarrollando en vertientes tecnológicas”, dice orgulloso el doctor Sánchez. No es para menos, tienen en su poder la única unidad robótica del Caribe, solo compartiendo ese hito con Puerto Rico. En el resto de la región, “hay una unidad en Panamá, en Colombia, Brasil, Chile y Argentina. En el mundo hay cerca de 4,000”, explica Sánchez, y agrega, “lo más difícil es ser pioneros, seguro vendrán nuevos equipos al país”, en alusión a la ausencia de unidades robóticas, por ejemplo, en Santo Domingo donde vive la mayoría de la población.   La próxima década de la cirugía robótica Al momento de las fotos no es necesario decirle al doctor Samadi cómo posar. Tiene experiencia como comentarista en la cadena norteamericana Fox News y con su propio programa radial en Fox Radio; su segundo “traje” es el comunicacional y sabe explotarlo. A su experiencia médi­ca, suma habilidades en relaciones públicas cuyo resultado está a la vista: el doctor Samadi es la marca más sólida de la cirugía robótica a nivel mundial. Nacido en Irán, se fue con su hermano a probar mejor suerte, pri­mero a Europa durante tres años. Luego, se trasladaría a Estados Unidos, “principalmente por la calidad de la educación”, dice. Se graduó de la Universidad Stony Brook en Nueva York en 1994; más tarde, en 2001, hizo su especialidad en Oncología en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center. Profe­sor e investigador, Samadi es uno de los pocos, cirujanos con tanta experiencia en cirugía robótica, aunque alude a la importancia de la trayectoria para obtener buenos resultados con el robot. “Detrás de cada robot exitoso, hay un cirujano con experiencia”. Si hace 10 años apostó por esta nueva dimensión de cirugía con un éxito rotundo, lo que vendrá en la próxima década promete ser aún mejor, una nueva obra maestra de la mano del Da Vinci de “acero”. “En los próximos 10 años el robot será más pequeño y no habrá quirófano que no tenga una máquina”, dice Samadi.

 

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