La moneda de la tercera economía de América Latina cayó a 14 unidades por dólar, su mayor devaluación diaria en décadas tras la liberación del mercado de cambio.   Reuters El peso mayorista de Argentina se desplomó casi 30% el jueves, su mayor caída diaria en décadas, después de que el nuevo Gobierno eliminó las amplias restricciones que desde hace años mantenían sobrevaluada la moneda doméstica en el mercado oficial de cambios. La moneda de la tercera economía de América Latina cayó a 14 unidades por dólar, desde las 9,8275 previas, una devaluación en línea con lo esperado por el mercado un día después de que la administración de Mauricio Macri anunció el final de los duros límites para acceder a divisas que había aplicado el Gobierno anterior. “Está todo el mundo cargado de incertidumbre porque los cambios son muy fuertes. Es lógico el desconcierto”, dijo un operador del mercado local luego de la apertura del jueves. La bolsa del país sudamericano subía 1.33% a las 12:45 hora local (1545 GMT), recuperándose de una merma del 9.52% en las cinco sesiones previas. Por su parte, los bonos reportaban alzas moderadas porque ya descontaban la devaluación. Según analistas, el desplome del peso acelerará aún más la inflación, que supera el 20% anual, lo que golpeará al consumo y hará que la economía argentina termine el año próximo estancada o con una leve recesión, para repuntar recién en 2017. “Lo que uno espera es que estas medidas permitan reordenar la economía para empezar a crecer”, dijo a Reuters Fausto Spotorno, economista de Orlando Ferreres y Asociados, que estimó que con las políticas del nuevo Gobierno la actividad del país podría crecer alrededor del 3% en 2017. La ex presidenta de centroizquierda Cristina Fernández, que dejó el poder la semana pasada, había impuesto severos límites sobre el mercado cambiario en 2011 para evitar fugas de capitales en una economía estancada por la falta de divisas. Ese sistema generó una enorme brecha entre la plaza oficial y el mercado negro, en un país donde la moneda estadounidense suele ser un refugio ante las turbulencias económicas. En el reducido mercado informal, el peso registraba una apreciación del 1.89% al cotizar a 14.25/14.30 unidades por dólar. “Hacía rato que no teníamos un día tan ajetreado, esto me hace acordar a la crisis con la salida de (el presidente Fernando) De la Rúa y la llegada de (Eduardo) Duhalde por la salida de la convertibilidad”, dijo otro operador del mercado. Argentina sufrió una devaluación de su moneda tras la crisis de 2001-2002, cuando el país cayó en un default por 1,000 millones de dólares y el peso argentino pasó de cotizar a 1 dólar por unidad a alrededor de 3 dólares en apenas unos meses. Operadores también comparaban la situación con el final del Gobierno de Raúl Alfonsín, que debió dejar la presidencia en 1989, cuando el país vivió meses de hiperinflación. El presidente Macri, un empresario bien visto por el sector financiero, llegó al poder con la promesa de eliminar políticas intervencionistas como restricciones a la importación y la exportación que ahuyentaron las inversiones y en muchos casos generaron una contracción de la actividad económica. Productores agrícolas de Argentina esperaban la devaluación y la oficialización de la baja de impuestos a la exportación de granos para desprenderse de millones de toneladas guardadas desde hace semanas, lo que inyectaría en el corto plazo miles de millones de dólares a las alicaídas reservas del Banco Central. “Creo que este país ha vuelto a transitar los carriles normales. La economía libre va a determinar el valor que tiene que tener la moneda”, dijo Patricio Carli, un empleado administrativo en el centro financiero de la capital argentina.

 

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