Una cultura sólida en un negocio efecto en la productividad tiene un gran impacto en la creatividad, el valor de las empresas y sus tasas de crecimiento.   Por Susan Adams ¿Qué define a una cultura corporativa? ¿El tiempo que invertimos en la oficina ya sea que se trate de las 80 horas semanales de un banquero o las 40 horas de un burócrata? ¿El ambiente de trabajo, ya sea una oficina abierta, iluminada y llena de cubículos u oficinas privadas con excelentes vistas? ¿Es la camaradería de las celebraciones de cumpleaños, la comida gratuita y las charlas informales frecuentes con el jefe? ¿Las empresas con culturas corporativas podridos desovan escándalos, como el de este año de Volkswagen, donde los ingenieros aparentemente se sintieron en libertad de modificar los motores diesel para engañar a los dispositivos de monitoreo de contaminantes? ¿O qué decir del caso de Toshiba, donde se reporta que los ejecutivos exageraron las ganancias recibicdas durante 7 años en unos impresionantes 2,000 millones de dólares (mdd)? ¿Qué hay de Amazon, donde el New York Times expuso una cultura intensa y feroz, con altos directivos alentando a sus subordinados a atacar a las ideas de los otros, trabajadores despedidos que padecían cáncer o abortos involuntarios? A diferencia de VW y Toshiba, el desempeño de las acciones de Amazon este año ha sido excepcional, el precio de sus acciones se ha duplicado en el último año. Según Shiva Rajgopal, profesor de contabilidad en la Columbia Business School, muchos estudios han analizado la cultura corporativa, pero pocos han intentado cuantificar cómo ven los ejecutivos su efecto en la productividad, la creatividad, el valor de las empresas y las tasas de crecimiento. “Los estudios anteriores no miran la cultura empresarial desde una perspectiva contable y estadística”, dice. “Están menos preocupados por el efecto de la cultura en las inversiones, los ingresos y la dirección.” Rajgopal trabajó con tres académicos de la Fuqua School of Business de Duke y encuestó a más de 1,400 CEOs y directores financieros de América del Norte durante más de 13 meses, que terminaron en octubre de 2015. En su gran mayoría, los ejecutivos dijeron que la cultura corporativa saludable es esencial para que una empresa prospere. Para llegar a sus resultados, Rajgopal y su equipo hicieron todo lo posible por formular preguntas que cuantificaran lo que admite es un concepto vago. Si preguntas acerca de la cultura, ¿cómo sabes que todos los encuestados están enfocándose en la misma idea? “La cultura es como una caja negra”, reconoce. Para tratar de abrir la caja, la encuesta de 17 puntos preguntó cosas como: “¿Cuán de cerca vigila su cultura empresarial actual los valores establecidos por la compañía?” Y “¿Cree usted que la implementación pobre o ineficaz de una cultura corporativa aumenta la posibilidades de que un empleado pudiera hacer algo poco ético (o incluso ilegal)?” Casi todos los entrevistados coincidieron en que la cultura corporativa, sin importar cómo se defina, hace una diferencia en el rendimiento y el valor de las empresas. Entre los hallazgos:
  • Más de 90% dijo que la cultura era importante en sus empresas.
  • 92% dijo que creía que la mejora de la cultura corporativa de su empresa podría mejorar el valor de la empresa.
  • Más del 50% dijo que la cultura corporativa influye en la productividad, la creatividad, la rentabilidad, el valor de la empresa y las tasas de crecimiento.
  • Sólo 15% dijo que la cultura corporativa de su empresa estaba donde tenía que estar.
¿Quién es responsable de cambio de la cultura corporativa de una empresa? El 70% de los encuestados estuvo de acuerdo en algo: “La dirección tiene que pasar más tiempo desarrollando la cultura.”

 

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