Bajo los objetivos de rescate, Lisboa debe reducir su déficit presupuestaro al 5.5%  del producto interno bruto este año,  desde el 6.4%  del 2012.   Reuters   El primer ministro de Portugal insistió  que  no se apartará de los estrictos términos del rescate de la Unión Europea y el FMI, luego de que su gobierno ganó  un voto de confianza para demostrar que ha solucionado un conflicto interno por las medidas de austeridad. En su discurso al Parlamento antes de un simbólico voto de confianza, Pedro Passos Coelho dijo que la economía estaba dando señales de recuperación tras una larga y profunda recesión, lo que mostraba que el país estaba en el camino correcto para salir de la crisis de deuda. Todos los miembros del Parlamento de ambos partidos de la coalición gobernante, que cuenta con una sólida mayoría en la Cámara, votaron a favor de la moción de confianza. Los opositores  votaron en contra. Sus líderes desestimaron el optimismo del primer ministro sobre la economía y señalaron que la austeridad solo conduce al desastre. Más de una decena de manifestantes se reunieron en la galería del Parlamento y usaron narices de payasos para expresar su desprecio a la votación, calificada de “acto fantasioso” por el líder Antonio José Seguro. Algunos inversionistas temían que tras el cambio el gobierno pudiese estar menos dispuesto a recortar el gasto para cumplir con los términos del rescate debido a que el partido que estaba en desacuerdo con ciertas medidas de austeridad había ganado más peso. “Faltan 10 meses para que terminemos el programa de asistencia.  Meses llenos de desafíos y duras elecciones. Pero no será ahora que vacilaremos  Vamos a hacer recortes de gastos estructurales bajo los términos ya anunciados”, dijo Passos Coelho, también prometiendo ahondar la reforma del gasto del Estado como se acordó bajo el rescate. Portugal prometió recortar el gasto en 4,700 millones de euros -6,200 millones de dólares- para fines del 2014, año en que Lisboa espera volver al financiamiento normal del mercado. Muchos inversores creen que el país seguirá necesitando más respaldo, no solo durante su profunda recesión. Pero Passos Coelho señaló: “Hay crecientes señales positivas en la economía de que estaríamos muy cerca de dar la vuelta a la recesión como todos los portugueses quieren”. La economía vive su peor recesión desde la década de 1970 y el Gobierno espera una contracción del 2.3% este año, antes de volver al crecimiento en 2014. Las autoridades estiman que la economía empezó a recuperarse en el segundo trimestre. Si bien el gobierno portugués también prometió impulsar el crecimiento bajando los impuestos corporativos, el primer ministro advirtió de que el país debe tomar un enfoque gradual en cualquier reforma fiscal debido a sus compromisos europeos que deben cumplirse más allá del próximo año cuando termina el programa. La coalición  apenas evitó un quiebre este mes al lograr un acuerdo que le dio a su socio minoritario -el viceprimer ministro Paulo Portas- más espacio en el gabinete, alejando así una renovada espiral en la crisis de deuda de la zona euro. Portas dijo que “el país ha bajado el techo para maniobrar” mientras se acerca a la salida del rescate y que tendría que restringir el gasto para permitir cualquier posible recorte fiscal futuro. Después de haber trepado por encima del 8% con motivo del conflicto político, los bonos referenciales a 10 años de Portugal retrocedieron y se acercaban al final de julio a 6.4%, alrededor del nivel en el que comenzaron.  

 

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