El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) denunció que la configuración de los ajustes presupuestarios propuestos en el Paquete Económico para 2017 preserva la desigualdad y frenan el desarrollo económico. El nuevo esquema de gasto se ha traducido en una reducción de los desembolsos programables y da prioridad a la deuda, el pago de pensiones y el pago de participaciones. Tan sólo el rubro de pensiones presenta un aumento de 14%. Lee también: Pensionados de Luz y Fuerza reciben casi un millón de pesos al año “Todos estos compromisos, aunados a la debilidad de los ingresos petroleros, rebasan por mucho el incremento en ingresos tributarios. Los requerimientos financieros siguen siendo una parte considerable del techo presupuestario. La estabilidad de la deuda en el siguiente año dependerá de se mantengan los supuestos de la Secretaría de Hacienda”, señala el análisis del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2017, del CIEP. Héctor Villarreal, director general del CIEP, explica que este año el gobierno pretende generar un superávit primario en la cuenta corriente , sin embargo, más allá del tamaño del superávit, afirma que lo importante será el tamaño de los requerimientos financieros del sector público, que ya alcanzan 2.9% del PIB. “Hemos observado requerimientos financieros muy por encima de lo que se necesita para lograr un saneamiento fiscal, cualquier medida para disminuir el peso de la deuda tendrá implicaciones en el crecimiento”. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público propuso una disminución de 9.2% del presupuesto para desarrollo económico con respecto a 2016, los rubros de campo, turismo y comunicaciones serán los más afectados. En términos generales, el gasto neto total propuesto para 2017 asciende a 4,837,512.3 millones de pesos, lo que equivale a 23.8% del Producto Interno Bruto (PIB) y representa una disminución real de 1.7% respecto a 2016. Si se considera que durante el ejercicio fiscal de ese mismo año se anunciaron ajustes al gasto por 164 mil 077 mdp, el presupuesto 2017 implicaría un incremento de 1.8%. Las necesidades que la salud demanda en México no se ven reflejadas en el presupuesto asignado para 2017: su recorte neto fue del 0.85% real, manifiesta el CIEP. Los programas para la Secretaría de Salud se reducen en número y monto, ya que ahora cuenta con solo 27 programas; 12.6% menos presupuesto respecto del aprobado en 2016. El presupuesto educativo, por su parte, tiene una reducción de 4.8% puntos porcentuales, en comparación con 2016. La gran perdedora en este recorte es la Reforma Educativa, pues el 30.2% de la reducción total corresponde a sus programas insignia, concluye el CIEP. Los recortes en el ramo 23 jugaron un papel fundamental en la disminución del 3.1% del total del gasto federalizado. Sin embargo, las participaciones y aportaciones federales incrementarían en 5.3% y 2.2% respecto a 2016. En cuanto a los ingresos presupuestarios, se estima un aumento de 0.8% del PIB con respecto a 2016, impulsado por el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). Con respecto al panorama energético mexicano, menciona el CIEP, la Comisión Federal de Electricidad, aumentará sus ingresos y gastos (programables y no programables) en 4.3% y 7.9%, respectivamente. Las finanzas de este sector representan un riesgo para la sostenibilidad fiscal, pues los ingresos petroleros del sector público disminuirán 15.6% en términos reales.

 

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