En 2014 la Reserva Federal de Estados Unidos cumplirá su primer siglo de vida, pero es probable que el clima de incertidumbre sobre su capacidad de hacer frente a la crisis persista hasta los festejos.   Por Robert Lenzner   En momentos en que los mercados alcanzan nuevos máximos y el escándalo domina la capital de Estados Unidos, me veo obligado a examinar los retos aún no resueltos acerca de si la Reserva Federal, el centenario banco central, será capaz de protegerse de otra posible crisis financiera sistémica como la que casi derribó la economía en 2008. Y en segundo lugar, si la continuación de flexibilización dela política monetaria seguirá fomentando en mayor o menor medida un mercado alcista en las acciones, las cuales se han revaluado en 16 de las últimas 20 semanas. Éstos son los principales obstáculos que aún amenazan la estabilidad en los mercados financieros que hemos logrado desde 2008. El sistema financiero está una vez más cargado de financiamiento a corto plazo excesivamente peligroso que se utiliza para facilitar los préstamos a largo plazo. Nadie sabe la cantidad exacta de dinero de la que estamos hablando. Hace apenas unos días, Daniel Tarullo, un miembro del consejo de la Fed, señaló que “el continuo riesgo de financiamiento a corto plazo no se ha abordado directamente en las reformas actuales”. Ouch, digo yo. En este momento, cualquier banco en problemas tendría que deshacerse de activos para liberar fondos para pagar a depositantes efímeros y luego comenzaría nuevamente una espiral descendente. ¡Ouch! Todavía hay capital insuficiente en el sistema bancario global para manejar el alcance de los riesgos que están tomando. Peor aún: hay una cantidad insuficiente de garantías adecuadas en el sistema financiero para asegurar la cantidad de dinero de los préstamos financiados con préstamos a corto plazo. A pesar de que en la actualidad hay en circulación 18 billones de dólares en bonos del Tesoro de Estados Unidos, parece que las garantías disponibles —los más que seguros bonos del Tesoro se está— se utilizan una y otra vez en una cadena de préstamos poco transparente. Esto es lo que llamamos una parte peligrosa del sistema “bancario en la sombra”. Se le llama “en la sombra”, ya que no se informa al respecto en todos lados, y por lo tanto no se puede contar. Algunos temen que cualquier eslabón débil de esta cadena de re-préstamos (el re-hipotecar) los mismos valores podría provocar una terrible catástrofe. Tenemos que mejorar nuestro control del tema. Varias personas muy inteligentes ya trabajan en ello. Otra área de la banca en la sombra que no es transparente es el monto total de las transacciones de derivados bilaterales entre los bancos globales más grandes. Como la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ha subrayado en un editorial publicado en The Wall Street Journal, los “mercados paralelos de derivados” son “todavía muy opacos”. La señora Lagarde reclama mayor cooperación internacional. En mi opinión, no es suficiente, estas transacciones deben ser informadas multilateralmente y resueltas en una institución de competencia internacional. Sin embargo, Wall Street está luchando en contra de este nivel de regulación, aún buscan la libertad absoluta para todos. Por último, pero muy importante, está el tema de la Fed, Bernanke, y la flexibilización cuantitativa. Si la economía de EU se está desacelerando, aunque sea temporalmente, entonces no es el momento de reducir la cantidad apoyo monetario. El legendario economista, Henry Kaufman, en un discurso el 9 de mayo, advirtió: “Aquí el serio dilema de las políticas de la Reserva Federal … Si se tratara de detener la flexibilización cuantitativa, teniendo en cuenta las condiciones económicas y financieras actuales, muy probablemente volveríamos a un lento crecimiento o incluso el estancamiento. Pero al continuar la flexibilización cuantitativa, el banco central también puede alentar prácticas financieras excesivas.” Mucho depende de a quién elegirá Barack Obama para reemplazar a Bernanke. Temo que Bernanke deje el puesto en medio de toda esta hostilidad hacia él y sus políticas. La flexibilización de la política monetaria ha ayudado principalmente a los bancos de Wall Street y la clase accionista se hace cada vez más rica mientras que el resto de la nación ha sufrido. En lo personal veo una inflación estable en el futuro inmediato, y me gustaría ver a Bernanke continuar guiándonos a través de las nuevas reformas necesarias en el sector bancario mundial. Sería horrible si 2014 —el centenario de la la Fed— fuera el motivo de otra corrida en los bancos y comenzara una nueva ronda de pánico y venta masiva en los mercados de acciones y bonos. Ya viví suficientemente temeroso desde julio de 2007 hasta finales de 2009. ¿Y usted?

 

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