Por Viridiana Mendoza y Arturo Solís Cada uno de los 500 diputados en México tiene una remuneración anual de cerca de dos millones de pesos, y al 26 de agosto de 2016 la asamblea de la LXIII Legislatura apenas contaba con 88 iniciativas aprobadas. Analistas consultados por Forbes coincidieron en que el recorte presupuestario que se espera en el Paquete Económico para 2017 deberá ser en materia de gasto corriente, pues es el rubro que menos perjudica al crecimiento. De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2016, cada diputado en la Cámara tiene una remuneración anual bruta de 1.96 millones de pesos, mientras que los senadores perciben cada uno 2.73 millones. En total, el gasto en el aparato legislativo rebasa los 1,307 millones de pesos al año, sólo en salarios de diputados y senadores, sin considerar sus equipos de trabajo. Lee también: Trump se atribuye la renuncia del secretario de Hacienda en México Un estudio elaborado por el Poder Legislativo mexicano en 2008 señalaba que el aparato legislativo en el país es uno de los cinco más numerosos en el mundo, con más asambleístas que en países como Italia, Brasil y Estados Unidos. “Reducir el tamaño del gobierno definitivamente sería una buena señal, porque son recortes que no tienen efecto en la inversión productiva. Esta coyuntura da pie a plantear una reducción en ese sentido”, dice Gabriela Siller, directora de Análisis de Banco Base. Jonathan Heath, vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), coincide en que hay un exceso de personal en la nómina del gobierno e incluso hay órganos que resultan prescindibles. “La Secretaría de la Función Pública no funciona. ¿Por qué tenemos una Secretaría de Agricultura y (otra de) Turismo? ¿Por qué no simplemente se mete dentro de economía y tener una estructura más delgada? No necesitamos tanta repetición de funciones. Hay un exceso de personal en gran cantidad de Secretarías.” Sin embargo, el economista reconoce que la tendencia no apunta en la dirección de una reducción del aparato gubernamental. “El recorte de plurinominales sería un excelente ejemplo de dónde se puede recortar, pero en el momento en que le damos una nueva Constitución a la Ciudad de México significa, seguramente, una mayor burocracia, y eso no es muy buena señal”, advierte.

 

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