La inclusión de las figuras de concesión y producción compartida serán impulsadas por la Iniciativa Privada en el proceso legislativo para que se incluyan en la Reforma Energética.   Los presidentes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), aseguran en entrevista con Forbes.com.mx que buscarán en el Congreso de la Unión sumar las figuras de las concesiones y contratos de producción compartida a la reforma energética. “Nosotros hemos propuesto que (el sector energético) sea más abierto, que tenga también la posibilidad de contratos de producción compartida y la posibilidad de concesiones”, dice Juan Pablo Castañón Castañón, presidente de la Coparmex. Y a pesar de que estas dos figuras no se contemplan dentro de la iniciativa de Reforma Energética, ya que sólo se proponen los contratos de utilidad compartida para la exploración y producción de petróleo por parte de los particulares, los representantes de los organismos empresariales ven con buenos ojos la propuesta hecha ayer por el presidente Enrique Peña Nieto. De acuerdo con el CCE, la aprobación de la propuesta atraería inversiones de las empresas nacionales y extranjeras en el orden de los 50,000 millones de dólares (mdd) anuales, así como la creación de 100,000 nuevos empleos al año, según estimaciones de Coparmex “Vamos a elaborar un diagnóstico de la Reforma mucho más profundo, pero hay grandes coincidencias con la propuesta del gobierno de la República y también con la del PAN (Partido Acción Nacional) y lo que vamos hacer es seguir enriqueciendo las diferentes iniciativas”, asegura Gerardo Gutiérrez Candiani del CCE. Sin embargo, Miguel Rendón Valdés, director de la carrera de Administración Financiera en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), asegura que de aprobarse la iniciativa como se presentó por parte del Ejecutivo Federal, la Reforma Energética corre el riesgo de ser poco atractiva para los inversionistas, puesto que los contratos de utilidad compartida no permiten la rentabilidad necesaria para las empresas. El documento que suscribe la iniciativa reconoce el “alto riesgo” de que la producción en yacimientos convencionales no sea comercialmente atractiva para Petróleos Mexicanos (Pemex), factor que también podría desincentivar a las compañías a no participar por contratos que no garantizan las ganancias. “Siempre hay que buscar los modelos más eficientes, como es el de concesiones, y también que puedan haber estos contratos de utilidad compartida”, dice Gutiérrez Candiani. Por lo pronto, tanto Pablo Castañón como Gerardo Gutiérrez reconocen que los contratos son un avance para asegurar un marco legal que permita la entrada de nuevos jugadores que traigan tecnología y experiencia que puedan aprovechar las empresas nacionales. La reforma de los artículos 27 y 28 de la Carta Magna eliminaría la prohibición para que el gobierno celebre contratos para la explotación de hidrocarburos por parte de empresas distintas a Pemex. Pero el impulso de los empresarios continuará ahora entre los legisladores para sumar las concesiones y contratos de producción compartida a la Reforma. “Vamos a impulsar para que realmente saquemos una reforma de fondo y que le dé respuesta, para que nos ayude a potencializar nuestra economía”, dice el presidente del CCE. Juan Pablo Castañón sabe que esta oportunidad no puede ser desaprovechada: “De nada nos sirve sacar una reforma y que no sirva para atraer inversionistas que nos traigan la tecnología para dinamizar nuestras reservas petroleras”.

 

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